[Entrevisto a Carlo Padial. Menudo desastre.
Entrevisto a Carlo Padial y me guardo la entrevista. La leo en las noches de
luna llena. Cuánta razón tenía Umbral: «Nadie se merece la verdad». Nuestra
verdad. La de quien escribe para perder el tiempo. Para matar la angustia de
destacar. La palabra escrita como forma digna. Solo para leer bajo la luna. Entrevisto a Carlo
Padial y me guardo la entrevista porque quiero escribir sobre el poshumor. Pero
no tengo ni idea sobre el tema. Así que ahí van esos despojos, las respuestas
ingeniosas que debería haber insertado en un volumen de 240 páginas, tapa dura
y blurbs elogiosos de Chiquito de la Calzada, algo así como “Recuerden este
nombre, porque apunta maneras” o “El Malinowski de la nueva comedia española”.
Otra vez será. Por ahora les deseo mucha salud y no menos besos en la mejilla.]
Ernesto Castro. Una
pregunta sencilla para romper el hielo, ¿exactamente qué profesión desempeñas? En
un artículo reciente en Playground
escribías sobre la dificultad de catalogar tus trabajos. Tomando en cuenta
estos problemas, de todas formas, ¿cómo te calificarías? ¿Neurasténico,
tirititero o cualquier otra cosa? La mayor parte de tus textos y videos podría
situarse en el cajón de sastre del poshumor. ¿Estás cómodo con esta categoría?
¿Qué entenderías por tal cosa, el poshumor, o por la categoría que prefieras
para comprender tu trayectoria? ¿Cuales serían tus principales influencias y/o
compañeros de viaje de tu vocación creativa?
Carlo Padial. Cuando
algún familiar o conocido ajeno a todo esto me pregunta en una comida familiar
a qué me dedico suelo responder que “escribo cosas” y “hago videos”. Es una
forma sencilla de acabar, no quiero que entristecerlos o confundirlos, ni
llenarles la cabeza de pájaros . Y creo que esa respuesta concreta y abstracta
a la vez se ajusta bastante a lo que hago. En mi caso, todo empieza por la
escritura de notas en libretas, es la base de todo, desde un libro hasta de una
película, pasando por un vídeo o lo que sea, lo importante es apuntar esas
pequeñas cosas. Por lo tanto, supongo que me dedico a escribir. Por lo demás me
siento un intruso en todo lo que hago, me fascina la facilidad con la que la
gente se define como escritor o director, realizador, lo que sea. Yo, tal vez
por pudor, me siento un animal extraño que se ha colado en una fiesta
disfrazado de persona, esperando a que nadie se dé cuenta de la farsa en la que
ando metido.
¿Mis
influencias? Depende de sobre qué me preguntes, en video son unas, en textos,
otras, no sé. Me gusta mucho el rap. En general, tiendo a identificarme con
individualistas difíciles de categorizar,
siempre es muy pesado dar una lista de referencias, las entrevistas
vienen llenas de nombres lanzados sobre el entrevistador que no significan
nada, únicamente sirven para que el entrevistado se bañe en su salsa. La
mayoría de cretinos que existen en el mundo tienen un gusto exquisito, producen
basura, pero tienen los estantes llenos de joyas ajenas, no aporta demasiado
hablar de referentes, lo único interesante es aquello que uno intenta,
modestamente, hacer. Eso es lo que habla
por nosotros. Yo hago las cosas que ves y lees.
Mi loco Erasmus, mis dos libros publicados, Go Ibiza Go, mis videos, son
intentos de hacer algo, de aproximarme a algo que me ha interesado.
Ahora bien, si
me preguntas por gente por la que siento afinidad, sin ir mas lejos, dentro de
eso que se ha llamado post-humor, cine de bajo presupuesto, otro cine, etc., la
gente respecto a la que siento más proximidad y afinidad son Carlos
Vermut, Canódromo abandonado, Venga
Monjas, Miguel Noguera, Didac Alcaraz y Juan Cavestany. Me parece un grupo de
gente con mucho talento, cada uno en lo suyo, de formas muy diferentes. También
admiro muchísimo al rapero Nas.
EC. Tus textos y videos versan sobre cuestiones psicológicas en
verdad bastante perturbadoras. Cuentan que fuiste tratado por un discípulo del
Doctor Rosen, el psicoanalista que trató a John Nash, ¿cuál sería la influencia
que ha tenido el psicoanálisis en tu forma de entender lo cómico? Es hasta
cierto punto revelador la cantidad de humoristas que pasaron tumbados un rato
en el diván. Mel Brooks, por ejemplo, para quien el humor —según una cita
apócrifa que el propio nunca alcanzó a recordar más tarde— tiene el objetivo
principal de «explotar lo absurdo en el lugar común», una definición
ciertamente freudiana. ¿Estás de acuerdo con esta caracterización? ¿Crees que
hay alguna diferencia entre la concepción freudiana del chiste, cómo entiendes
tú mismo el humor y cómo recibe el público tus obras?
CP. El psicoanálisis es básico en lo que hago, lo sigue siendo.
Ahora está de moda menospreciar el psicoanálisis, sobre todo en España, donde
se desconoce completamente, mas allá de la lectura puntual de tres o cuatro
obras muy conocidas de Freud. Para mi, el psicoanálisis me dio en su momento,
el léxico necesario para expresar mis ideas y para entender lo que había de
verdad detrás de las cosas que hacia y me decía la gente, con lo que me ha
servido mucho. Es una herramienta muy
divertida y necesaria, para mi. Uno la puede usar de muchas formas.
Efectivamente, fui paciente de un discípulo de John Nash, es muy loco todo,
pero es cierto. Era el Dr. Portuondo, un
psiquiatra y psicoanalista cubano que trabajo muchos años junto a Nash en
Estados Unidos y por diversos motivos se exilió en España, acabando en
Barcelona. Aprendí muchísimo de ese
hombre, me cambió por completo, me hizo un trasplante de Súper Yo, algo que no
se puede pagar con dinero, si bien yo pagaba mis sesiones religiosamente, como
tiene que ser. Para mí fue vital hacer psicoanálisis. Modifico completamente mi
forma de ver el mundo, a las personas, a mi mismo. Me puso en contacto con mi
inconsciente de una manera mucho mas fluida y me perfiló el sentido del humor,
dotándome de una herramienta de observación fundamental para mi, que yo llamo
el radio de calado, y que es básico para todo lo que hago. La paranoia familiar
también me ha ayudado mucho a desarrollar mi visión de las cosas, mi humor y mi
estado de animo habitual, es un motor impresionante, la paranoia, Raoul Walsh
en Al rojo vivo lo mostró muy bien eso, y Luis Buñuel en su película Él
también.
Desconozco
como recibe en general la gente las cosas que hago, para orientarme sólo tengo
los comentarios en Atrápalo, y únicamente los leo cuando he bebido más de dos
gin tonics, con lo que no recuerdo nada ahora mismo.
Sobre el
humor, bueno, falta principalmente humor en el humor, no es suficiente por sí
solo, pero es imprescindible para cualquier obra creativa de un mínimo interés.
Ahora bien, el humor por si solo nunca
da nada. El humor es tan solo un
incremento de poder al recibir información privilegiada, invisible para los
demás. Una palmada en la espalda de algo a lo que nadie salvo tú puede
acceder. A ciertas horas, yo sólo soy
risa. Me parezco mucho a ciertas aves, atendiendo a la risa esporádica de
algunas personas, diría que las aves, los roedores, y los demás bichos lo único
que hacen es reírse, pero sin la fuerza que ejerce el sentido para conducir y
modelar. ¡Aquí es donde entra el psicoanálisis!
EC. Sueles criticar a menudo el modelo de producción audiovisual en
España. Comentas que la televisión española no apuesta por formatos rompedores,
que continúa anclada en ese paradigma franquista que consiste en hacer
programas soporíferos para toda la familia, desde el niño de teta hasta la
abuela. Hay excepciones, claro está, tal que La 2 mantuviera hasta la tercera
temporada de Muchachada Nui a pesar del pésimo share obtenido (entre el 3'9 y
el 5'8 por 100). Las visitas en Youtube tuvieron mucho peso en garantizar la
supervivencia de ese programa. También en tu caso, Interné asegura el consumo
masivo de una serie de productos culturales, los que facturas con Didac Alcaraz
en Go Ibiza Go, por ejemplo, que ayer mismo podrían haberse considerado
marginales pero, gracias a las redes sociales, tienen una visibilidad
extraordinaria hoy día. Tú mismo dices utilizar las redes sociales como espacio
creativo, Twitter sobre todo, ¿cuales serían las limitaciones de la creación online
y cuales sus virtudes? ¿Tiene Youtube mucha tela que cortar, seguimos esperando
el Godot de la comunicación audiovisual, o ya está todo el pescao vendido y
desde este punto solo cabe esperar videos de gatitos y listas de caídas? ¿Hasta
qué punto los espacios digitales son el adversario del sistema de productoras y
hasta qué punto son su escaparate, sus bambalinas, su cantera de segunda
regional? Y para cerrar esta pregunta insufrible, aceptando que la forma incide
en el contenido, ¿cuales serían los rasgos definitivos del humor en Interné?
CP. Bueno, realmente, yo sólo puedo hablar de mi experiencia con
las productoras con las que he desarrollado proyectos, todas de Barcelona, y han sido bastante
horribles, era gente que se dedicaba a pagarme para castrar mi creatividad, me
pagaban para eso. Me he pasado muchos años en las catacumbas del audiovisual
desarrollando proyectos absurdos que nunca se hacen, o se hacen mal. Pero me
consta que hay gente que tiene mas suerte que yo, y ha podido desarrollar sus proyectos
con mayor normalidad.
Internet por suerte nos ayuda a
cambiar todo esto, aunque yo no me considero alguien venido de Internet. Me
molesta cuando pretenden reducir tu existencia a algo que “ha surgido de
Internet”, es su forma pasivo-agresiva de menospreciarte. Cuando la realidad es
que ahora mismo, en España, la mejor televisión de entretenimiento para jóvenes
con algo de inquietud la estan haciendo gente por su cuenta, desde su canal de
Youtube: Venga Monjas, Canódromo, los
Ultrashows de Noguera, nuestro programa Go, Ibiza, Go!, o Los Morunes, la sitcom protagonizada por
una familia de terroristas de incognito en Granollers.
Sobre los
aspectos mas generales de tu pregunta, humor en Internet, limitaciones,
Youtube, etc., no sé que decirte, yo me dedico a hacer videos, algunos acaban
en Internet, otros en televisión, otros en salas, depende. Esta claro que
Internet presenta una nueva realidad y estamos viviendo una época de cambio
absoluto, como en todas las épocas de cambio, hay muchas incógnitas, muchos
problemas, pero también son periodos muy bonitos. Personalmente, creo que
estamos viviendo una época alucinante para dedicarse a hacer videos y
películas. Por muchos motivos. Yo no la cambiaria por ninguna época anterior.
Con mis videos, con lo que escribo aquí y allá, intento dar una respuesta a la
altura de lo que se me presenta, que es gigantesco y fascinante.
EC. Compensando la extensión de la pregunta anterior, una duda
breve: entre Carlo Hart (el nombre que utilizabas para firmar cómics) y Carlo
Padial, ¿cuanta continuidad y cuanta ruptura hay? Este año estuve en el GRAF,
donde dijiste que para ti estar entre la gente del cómics era una mezcla entre
pesadilla y sueño. ¿Piensas retomar el formato en un futuro próximo o lejano?
¿Por qué llegaste a abandonarlo en primera instancia?
CP. Apenas hay continuidad. Carlo Hart era un autor muy poco
interesante con dos o tres paginas buenas que hacia tebeos y se pasaba todo el
día en la Filmoteca, como una buena rata de filmoteca, histérico perdido. No
recuerdo nada mas, aparte de la histeria, he olvidado mis tebeos y cuando veo
una pagina de cómic hecha por mi me resulta lejana, como de otra vida, pero
evidentemente estoy muy contento de no ser ya esa persona y de no ser tan
joven, lo que hago ahora es mucho mas interesante, ahora tengo control sobre el proceso de
escribir y producir. Tengo mas sentido del humor. La gente tiende a idealizar
la juventud, yo creo que salvo contadas excepciones, la juventud es un periodo
muy lamentable, la juventud es la melanco pura, la gente de menos de treinta
años debería estar encerrada en un sótano.
Seguro que nunca haré mas cómics, no era un buen autor, y el cómic no me
permite expresar nada, por desgracia, qué mas quisiera yo. Por eso lo abandoné.
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