tag:blogger.com,1999:blog-45435582214773030812024-03-14T07:59:07.194+01:00Castra CastroThe importance of being Ernesto.Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.comBlogger150125tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-84752513850025149042020-08-19T15:16:00.001+02:002020-08-19T15:16:11.348+02:00Nos hemos vuelto a mudar<p> Esperemos que esta vez de manera definitiva:</p><p><a href="https://ernestocastro.com/"><span style="font-size: xx-large;">https://ernestocastro.com/</span></a></p>Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-19397622131512310462015-05-03T23:45:00.000+02:002015-05-03T23:46:36.322+02:00Nos mudamos.<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">He importado todo el contenido de Castra Castro a Tumblr. Blogger me asfixiaba. Este es el cuarto cambio de dominio que realizo desde que empecé con esto de los blogs en el invierno de 2006. Nunca es tarde para volver a intentarlo de nuevo. Seguimos publicando en:</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;"><a href="http://ernestocastro.tumblr.com/">http://ernestocastro.tumblr.com/</a></span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-4084361974904532222015-04-29T14:08:00.002+02:002015-04-29T14:08:32.315+02:00Hegemonía y contracultura.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYSKXrBOSiK5rZ4E5WLO9cvvX5k8mxBqKUwDfcbcE5uN8iak5I66MZ28SIN0zOO_PUCMP7lILZFXAdEXBVxCmfNqfqxZWkduaqzg8e25YFXwiheJ_fh9DK9gVA2SfxZidOMWxYU0F8ip-b/s1600/11027516_680061598770801_4460304220929753024_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYSKXrBOSiK5rZ4E5WLO9cvvX5k8mxBqKUwDfcbcE5uN8iak5I66MZ28SIN0zOO_PUCMP7lILZFXAdEXBVxCmfNqfqxZWkduaqzg8e25YFXwiheJ_fh9DK9gVA2SfxZidOMWxYU0F8ip-b/s1600/11027516_680061598770801_4460304220929753024_n.jpg" height="290" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Aquí tenéis el audio de mi intervención en el programa de Agitando Conciencias dedicado al asunto de la hegemonía contracultural, junto a todo el personal de OMC Radio y Lucía Morales, quien habló especialmente sobre temas de género mientras yo hablaba del empoderamiento de la mujer en la sección femenina de la Falange (una cantada que fue calificada por Lucía de <i>kitsch</i>) al mismo tiempo que realizaba un elogio del servicio postal público, siendo los carteros los únicos funcionarios con los que uno termina encariñándose después de tantos libros adquiridos por correo. Muchas risas y anécdotas personales, para variar.</span></div>
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" id="audio_4417441" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_4417441_4_1.html?c1=ff6600" style="border: 1px solid #EEE; box-sizing: border-box; width: 100%;"></iframe>Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-64730557194791174982015-03-16T16:37:00.000+01:002015-03-16T16:37:13.885+01:00Artistas que (según dicen) trabajan sobre la Unión Europea.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHQ4EP5vL-6VmqFGDOr4bBeCKXWoNMRaRARTQbj8hCaB-B2W8XNVFwd0b4KWj7rBaw94XOfQkG_DxnfZ1-0Datyjuns27XBZ0jFi6Gnj5QL1tQi3XBX0iiB4fAS6vDz7ZPRTy49IVICKxD/s1600/Fundacion-Miro-reflexiona-Union-Europea_EDIIMA20150311_0957_5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHQ4EP5vL-6VmqFGDOr4bBeCKXWoNMRaRARTQbj8hCaB-B2W8XNVFwd0b4KWj7rBaw94XOfQkG_DxnfZ1-0Datyjuns27XBZ0jFi6Gnj5QL1tQi3XBX0iiB4fAS6vDz7ZPRTy49IVICKxD/s1600/Fundacion-Miro-reflexiona-Union-Europea_EDIIMA20150311_0957_5.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dicen las malas lenguas
que la Fundación Miró es el segundo centro de arte que más visitas
recibe en España después del Museo del Prado porque tiene un pacto
faústico con las agencias de viajes y con las rutas escolares, que
no paran de fletar autobuses en dirección a Montjuïc. De este modo,
el lugar que ocupa la fundación respecto de la economía política
de Barcelona (instrucción pública + turismo de masas) es el mismo
que ocupó el pintor respecto del franquismo: un lugar apartado y
acastillado, pero en última instancia cómplice con la situación.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Esta simbiosis se volvió
a mostrar el pasado jueves en la inauguración de <i>Prophetia</i>,
una exposición colectiva comisariada por Imma Prieto sobre las
“bases filosóficas e ideológicas de Europa”, que según ella
son “el rapto, la correspondencia o la reciprocidad y la
responsabilidad”, una mezcla de mitología de la ESO y <i>wishful
thinking</i> diplomático lo
bastante vaporosa como para poner juntas churras y merinas, 24
artistas que nada tienen en común salvo haber nacido en el viejo
continente. Aceptamos Río de Janeiro, donde nació Luiz Simoens,
como viejo continente.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> 300
personas hicieron cola el jueves para asistir a la performance de
apertura, que consistió en hacer estallar copas de vino tinto
emitiendo un pitido fuerte y agudo, que a punto estuvo de perforarnos
el tímpano. Tal sordera hubiera sido una metáfora muy bonita del
momento. De no ser por las bebidas y canapés que sirvieron los
organizadores, la prueba del algodón de este tipo de eventos, que en
esta ocasión fueron unos discretos picolines con cerveza, cualquiera
diría que el arte contemporáneo goza de buena salud por estos
pazos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Pero
a veces los fallos son aciertos. Una de las piezas conceptualmente
más interesantes de la exposición, el reloj de pared de Pelayo
Varela, cuyas manecillas van arañando unos extractos de la carta de
los derechos de autor a nivel europeo, una reflexión sobre la
erosión de la propiedad intelectual con el paso del tiempo, no tenía
pilas la noche del estreno, con lo que se convertía en una pieza aun
más interesante. Una alegoría del dontancredismo que caracteriza a
los gobiernos europeos, que confunden la falta de voluntad con el
<i>laissez faire</i> y el
liberalismo con la impotencia: un reloj quieto, igual que un
presidente que no hace nada, al menos acierta a dar la hora bien dos
veces al día.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Un
tema recurrente de la exposición es el <i>E pluribus unum</i>,
la unidad en la pluralidad que ha caracterizado al continente desde
la caída del Imperio Romano hasta nuestros días, en que las
diferencias religiosas, idiomáticas o simplemente administrativas
siguen siendo un motivo para inventarse tradiciones nacionales y
levantar fronteras estatales. Hablamos de sentir los colores. Chus
García Fraile presenta una vidriera, <i>Cuestión de fe</i>,
donde las teselas son banderas de distintos países, que forman un
mosaico tan colorido como carente de sentido más allá de las
pasiones puntuales (agonísticas y dialécticas) que despiertan.
Daniel G. Andujar recorta en un círculo el escudo de la RDA, un país
que fue literalmente anexionado tras la caída del muro de Berlín,
en una clara referencia al motivo central de la bandera nazi. Y Nuria
Güell, una sospechosa habitual en este tipo de propuestas
políticamente comprometidas, expone una carta formal donde reclama
la condición de ciudadana apátrida.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Entre
las obras descontextualizadas, que son demasiadas como para
enumerarlas todas, destaca el McGuffin de la muestra: un vídeo de
Anri Sala sobre el prestigio que tiene la Unión Europea en países
como Albania. También cabe señalar <i>Blinda</i>,
de Jorge García, unas palabras de neón sobre una valla enrollada
que refieren la peculiar relación que mantiene la OTAN respecto de
la UE en tanto que gigante económico, enano político y gusano
militar. Y la torre inclinada de libros pintados de negro que muestra
Avelino Sala, una continuación de sus trabajos sobre la literatura
como trinchera, en la estela de los combates que tuvieron lugar en la
Complutense durante la Guerra Civil, rematando el asunto en este caso
con una figura de plomo y un grafiti que reza <i>Sapere aude!</i>,
la llamada a atreverse a aprender de la Ilustración alemana.</span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Rematando
rápidamente y resumiendo muchísimo, <i>Prophetia </i>es
una buena muestra de las diferencias abismales que existen entre los
países que forman la Unión Europea, diferencia que en este caso se
evidencia en la irrelevancia de los artistas extranjeros en
comparación con los locales, fruto del mucho abarcar y poco apretar
que marca de fatalidad al comisariado de Imma Prieto. Estamos ante
una amalgama apresurada de algunos de los nombres (llamémosles
emergentes) que han marcado la agenda artística de lo que va de
siglo. Una suma de individualidades que solo alcanza a profetizar la
genialidad o la incompetencia que cada uno tenga en solitario.</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-29096761086259348792015-03-05T17:57:00.002+01:002015-03-05T20:44:11.349+01:00Desenladrillar el Reino de España.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM8pGSjDENwQEwcFWSKZiX5bBNShbKaT27bljuEk1bkBl-JlSInF3wQTCDstefd66r49JlBgsU5PPJkmo8JHF4d1oPqbOfcftJUjbeL3j_uO4C1rY4eNOsXSXvVRC9dypkASYa9sgYYXL3/s1600/650_1000_4_yolanda_01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM8pGSjDENwQEwcFWSKZiX5bBNShbKaT27bljuEk1bkBl-JlSInF3wQTCDstefd66r49JlBgsU5PPJkmo8JHF4d1oPqbOfcftJUjbeL3j_uO4C1rY4eNOsXSXvVRC9dypkASYa9sgYYXL3/s1600/650_1000_4_yolanda_01.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Las fotografías de
Ignacio Navas invitan a reflexionar sobre ciertos universales
antropológicos. El problema de la identidad, la reconstrucción del
pasado o los límites de la sociabilidad son algunas cuestiones
modulares que atraviesan unas imágenes cargadas de potencial
nostálgico. Tengo la suerte de conocer a Navas en persona desde
mucho antes que comenzara a mostrar sus obras en el circuito
artístico oficioso y puedo indicar, cuan <i>hipster</i>
que percibe como su cantante marginal de juventud llega a triunfar
entre el público masivo, viéndose rodeado de advenedizos que
llegaron a comprender —tarde y mal— el potencial de aquella joya
en bruto, que Navas lleva desde el principio interesado en salir a
cazar la realidad bajo un encuadre.<span style="color: black;"><sup><a class="sdfootnoteanc" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote1sym" name="sdfootnote1anc"><sup>1</sup></a></sup></span>
Esta vez <i>tarde
y mal</i>
significa veintitrés primaveras, la edad que tenía Navas
cuando —hará casi doce meses cuando salga este texto— expuso en
la galería Ponce + Robles, el artista más joven del catálogo.
Desde aquella primera vez se ha ido ganando, gracias a premios y
artículos que subrayan la calidad de su apuesta, un huequito entre
las <i>jóvenes
promesas</i>, epítome que puede resultar incluso injusto
cuando hablamos —como es el caso— de una obra cuyos frutos tienen
lugar en el presente, sin necesidad de vaticinar una potencia a
realizar mañana o pasado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; text-indent: 1.25cm;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="text-indent: 1.25cm;">Navas
refleja mejor que nadie las virtudes de abandonar la universidad
cuando viene siendo tiempo de empezar la carrera profesional. En
concreto, Ignacio Navas compatibilizó los estudios universitarios
con sus estudios en Blank Paper, y luego estuvo en Berlín como
asistente del ínclito Andrés Marroquín Winkelmann. Su lema vital
(«</span><span style="text-indent: 1.25cm;">Ofrecer
en lugar de pedir</span><span style="text-indent: 1.25cm;">») nada tiene que ver, como pueden imaginar,
con las facultades de Bellas Artes. Entrar hecho un pincel y salir
como una brocha, todo ello gracias a la ayuda de profesores
</span><i style="text-indent: 1.25cm;">castrantes</i><span style="text-indent: 1.25cm;">
y programas de investigación sin especialización vocacional, viene
siendo la tónica habitual de estos espacios académicos normalmente
claustrofóbicos. Tomen buena nota, jóvenes, pues estamos hablando
del drama de la educación española, el hecho de puntuar bajísimo
en las estadísticas internacionales, lo cual quizá tenga tanto que
ver con las limitaciones del presupuesto cuanto con —valga la
redundancia— las pocas ganas de ganarse las habichuelas por cuenta
propia.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; text-indent: 1.25cm;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="text-indent: 1.25cm;">También
recuerdo arruinar la primera exhibición (o quizá fuera la segunda)
de este artista en Madrid. Estábamos presentando la inauguración
unos colegas escritores cuando un servidor, a la sazón maestro de
ceremonias del encuentro, tuvo de improviso una ocurrencia romántica
que —resumiendo muchísimo— implicaba dibujar una silueta a
carboncillo sobre las proyecciones fotográficas mientras continuaba
perorando sobre cuarenta filósofos sin ninguna relación superficial
(o profunda) con la obra del agraviado inopinado de Ignacio Navas.
Tuve que frotar luego los restos de mi pintada pedante. Aprendí
entonces el valor de una imagen. También la importancia de (i)
conceder la palabra a las obras mismas, expresión repetida varias
veces en este ensayo; (ii) hablar desde la apariencia inmediata que
generan, </span><span style="text-indent: 1.25cm;">una
</span><i style="text-indent: 1.25cm;">fenomenología
de la recepción ignorante</i><span style="text-indent: 1.25cm;">; (iii) olvidar las grandes
teorías, cosa que haré como pueda en este ensayo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; text-indent: 1.25cm;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="text-indent: 1.25cm;">Según
el modelo oficioso de exposición ensayística, tendría que haber
dicho hace tiempo las señas del artistas, en lugar de hablar nuestra
relación personal o exponer mis intenciones ensayísticas; lo hago
ahora, cumpliendo las obligaciones del </span><i style="text-indent: 1.25cm;">teórico
seriote</i><span style="text-indent: 1.25cm;">, siguiendo de ahora en adelante el principio
kantiano-baconiano (</span><i style="text-indent: 1.25cm;">De</i><span style="text-indent: 1.25cm;">
</span><i style="text-indent: 1.25cm;">nobis
ipsis silemus</i><span style="text-indent: 1.25cm;">): nacido en Tudela (Navarra) hacia 1989;
adolescente tudelanos, estudiante madrileño con amistades
variopintas, migrante español en Berlín, retornado a Madrid (para
una buena temporada, esperemos), trabaja ahora mismo como </span><i style="text-indent: 1.25cm;">freelance</i><span style="text-indent: 1.25cm;">
</span><span style="text-indent: 1.25cm;">—eufemismo anglosajón para la precariedad de la vocación
creativa— utilizando su cámara y su mirada; Ignacio Navas tiene la
ventaja de ser la primera persona a la cual tengo el recuerdo de
haber escuchado pronunciar la palabra </span><span style="text-indent: 1.25cm;">epistemología</span><span style="text-indent: 1.25cm;">.
Una vez hechas las presentaciones vayamos a las obras mismas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>I.</b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Nuestro
fotógrafo resulta conocido<sup><a class="sdfootnoteanc" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote2sym" name="sdfootnote2anc"><sup>2</sup></a></sup>
gracias a sus trabajos sobre la identidad personal y la construcción
del pasado. Obtuvo especial fortuna el proyecto <i>Yolanda</i>,
una reconstrucción tremendamente interesante en términos
historiográficos, pues sitúa bajo una óptica visual aquello que
pensamos en términos de relaciones abstractas. ¿Cómo ahondar en el
concepto de familia? No basta con tirar aquí de la orla, la foto de
grupo. Tampoco resulta suficiente el recurrir a esquemas de carácter
arbóreo. El objetivo consiste en trabajar la ausencia desde ella
misma. Hacer visibles los pasados hipotéticos que nunca tuvieron
existencia, aquellas realidades paralelas que quedaron apartadas, las
migajas dejadas sobre el mantel de la Historia. Aunque el revoloteo
retórico propio de nuestro ensayo pueda llegar sugerir determinadas
trascendencias intelectuales, tenemos que despejar cualquier sospecha
de petulancia acerca de las intenciones del artista. La idea de Navas
tiene mucho cotidiano, poco intelectual. Todo empieza, según dice
Tania Pardo en su descripción para <i>Exit</i>,
“cuando Ignacio Navas descubre en una fotografía de su propio
bautizo la existencia de una joven desconocida<span style="color: #cd0006;"> </span>que le sostiene en sus brazos”. A partir de este
punto, momento de anagnórisis, la búsqueda del <i>quién</i>,
del <i>cómo</i>
y del <i>cuándo</i>
devienen en la fuerza motriz de la vocación de reconstruir el
ayer desde sus ruinas. Responder a los interrogantes principales
tanto de la filosofía como del periodismo (¿cómo se llamaba esa
mujer?) implican un proceso retrospectivo de construcción donde los
límites entre la realidad y ficción quedan puestos entre
paréntesis.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> “Una serie de
fotografías domésticas extraídas de álbumes familiares se
entremezclan con las imágenes producidas actualmente por el joven
fotógrafo en aquellos lugares que se convirtieron en el escenario
donde se desarrolló la vida de esta joven. Una historia cargada de
guiños generacionales, retazos de una vida truncada. Un relato
cargado de una gran contención emocional”, según el preciso
análisis que elabora Pardo, cuyo juicio sobre el proceso resulta
acertado en tanto subraya la presencia indeleble de Gabriel, pareja
de Yolanda y tío de Ignacio, quien también colabora en la
verosimilitud de la reconstrucción de los escenarios ofreciendo su
particular archivo fotográfico. Y sus declaraciones, pues tras cada
imagen familiar se esconde una historia de adicción a las drogas
(Yolanda muere en 1996 de SIDA). Una fotografía que cualquier
instagramer desaprensivo hubiera etiquetado como <i>#cute</i>,
la silueta de Gabriel andando en mangas de camisa sobre unas montañas
nevadas<b>,</b> resulta encubrir un intento de escapada, unas
ganas terribles de huir de uno mismo: “Con la pasta que me he
gastado —declara Gabriel entrevistado por Ignacio—<span style="color: #cd0006;">
</span>no he disfrutado de unas vacaciones en mi vida. Todas
las vacaciones íbamos a intentar dejar la droga. Cuando vas a
desengancharte, el mono. No te apetece nada, estar<span style="color: #cd0006;">
</span>a todo trapo y no poder disfrutar de ello. No hemos
hecho más que perder el tiempo, el dinero, perder la vida y
malgastarlo todo.” ¿Qué cabe añadir sobre la fotografía
hogareña donde los ojos rojos del <i>cocker</i><i>
</i><i>spaniel</i>,
el perro de Yolanda y Gabriel, distraen la atención del papel
aluminio y los mecheros, situados entre botellas de <i>kas
naranja</i>? La propia imagen sugiere, sin necesidad de acudir
a <i>La
carta robada</i> de Edgar Allan Poe, todas las reflexiones que
pueda imaginar sobre la capacidad que tenemos de esconder verdades
ocultas visibles a plena vista de todos. La obscenidad también puede
cegar. En la composición resultante apenas resulta posible
distinguir qué fue pasado efectivo, dónde comienza la imaginación
retrospectiva, cuánto puede atrapar una imagen que versa sobre <i>lo
no sido</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; text-indent: 1.25cm;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="text-indent: 1.25cm;">Entre
las imágenes que componen </span><span style="text-indent: 1.25cm;">Yolanda</span><span style="text-indent: 1.25cm;">
destaca aquella donde nuestra estimada protagonista aparece tomándose
una fotografía en el espejo.</span><span style="text-indent: 1.25cm;"> Ignoramos si estamos ante un </span><i style="text-indent: 1.25cm;">robado
natural</i><span style="text-indent: 1.25cm;"> o se trata de una captura posada. ¿Acaso importa
la diferencia? El mismo gesto de hacerse visible ante una superficie
reflectante, la propia acción de pensarse enajenado sobre el
cristal, la voluntad de inmortalizar el momento fugitivo, implican
para empezar un conjunto de registros dramáticos, una batería de
disposiciones hacia la alteridad que vuelven estúpida —así las
cosas— la mismísima distinción. Aprecio en concreto esta imagen
porque también quisiera percibir en ella una suerte de broma, uno de
los guiños citados por Tania Pardo, pero justo en la dirección
contraria a la esperable hablando de los años 90. Lejos quedan las
referencias a David Bowie flanqueado por brillantes katanas, el
triángulo de los coches viejos entre la luna y la ventana del
copiloto, o el mal trago de quedar rapado para </span><span style="text-indent: 1.25cm;">la
</span><i style="text-indent: 1.25cm;">mili</i><span style="text-indent: 1.25cm;">.
Lo interesante del mentado autorretrato en el cuarto de baño estriba
en la capacidad de aventurar las estrategias para la construcción de
la identidad especular hegemónica </span><i style="text-indent: 1.25cm;">hoy</i><i style="text-indent: 1.25cm;">
</i><i style="text-indent: 1.25cm;">día</i><span style="text-indent: 1.25cm;">,
cuando la presencia asfixiante de las cámaras digitales y los
móviles de novísima generación hacen que nadie pueda escapar, ni
siquiera Scarlett Johanson, a la sentencia del tribunal supremo
llamado </span><i style="text-indent: 1.25cm;">imagen
reflectante sobre una superficie</i><span style="text-indent: 1.25cm;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>II.</b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En algunos trabajos
aparece la faceta <i>documentalista</i>
—si se me permite el insulto— de Navas. Es el caso de <i>Linde</i>,
una colección de los instantes atrapados en los bajos fondos, una
serie de rostros donde habita el vaciamiento,<span style="color: black;"><sup><a class="sdfootnoteanc" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote3sym" name="sdfootnote3anc"><sup>3</sup></a></sup></span>
unos espacios que cualquier pedantote podría confundir con los <i>no
lugares</i>. Como nuestro ensayo implica una redacción sin
nombres propios, como compete a unas imágenes en blanco y negro —<i>sin
pie de foto</i>— donde los sujetos muestran su carácter a
través del anonimato, vamos a ahorrar también a los lectores la
reflexión número 647 sobre Marc Augé y sus sobrevaloradas
publicaciones. Nos interesa llamar la atención sobre el detalle,
tampoco porque busquemos reproducir los conocidos pasajes de Roland
Barthes sobre el punctum,
reflexiones conocidas por cualquiera que alcance a leer este texto
hasta aquí mismo, lugar donde tengo que confesar que <i>Linde</i>
me resulta interesante justamente por los aspectos urbanos que
entran en juego desde <i>el</i><i>
</i><i>fondo
del plano</i>, comenzando seguramente por las personas mismas,
sin que nadie repare en ellos.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Para nada quiero restar
importancia a las figuras centrales, las que terminan llenando el
encuadre de contenido emocional, como sucede en la fotografía del
semáforo con esa niña cuyas trenzas son —junto a su mirada
cabizbaja de 1.000 metros— los protagonistas indiscutibles del
escenario. Nada más lejos de mi voluntad que rechazar el interés
objetivo que tienen estas <i>postales
sociales</i>, los retratos de costumbres recogidos por Ignacio
Navas, las señoras bailando delante de la cámara. Es cierto que las conexiones visuales sugeridas
tienden muchas veces a incurrir en un simbolismo trasnochado, como
sucede cuando las ramas de los árboles cercadas por una barandilla
buscan sugerir la ausencia de libertad, pero estamos hablando de
casos puntuales, altibajos dentro de un catálogo que termina
arrojando un poderoso contrapunto entre fotos del montón y algunas
imágenes singulares. ¿Qué razón tiene Ignacio Navas para retratar
tantas veces abrazos perdidos en mitad de la calle? ¿Qué provecho
creativo atesoran estos instantes efusivos? Además de excitar el
lagrimal del respetable, ¿qué función pueden llegar a desempeñar
estos truncados instantes de privacidad?<span style="color: black;"><sup>
<a class="sdfootnoteanc" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote4sym" name="sdfootnote4anc"><sup>4</sup></a></sup></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Volviendo a nuestra
cuestión, <i>el
fondo del plano</i>, quisiera llamar la atención sobre
detalles triviales como las luces de la ciudad, esas farolas que
cualquiera podría tomar desde lejos por <i>luciérnagas</i>,
aquellos insectos iluminados por si mismos de los cuales hablaba Pier
Paolo Pasolini cuando buscaba reflexionar acerca de la ilustración
ciudadana autogestionada, la habilidad que estaban perdiendo los
ciudadanos italianos de brillar con luz propia, todo ello gracias a
la decadencia de la existencia comunitaria. ¿Y qué decir sobre las inopinadas construcciones
geométricas que terminan componiendo varios coches aparcados? Quien
tuvo coches para jugar cuando niño bien sabe que los desórdenes,
vistos desde un punto de vista privilegiado, también responden a una
voluntad sugerida o premeditada. Esta ilusión teleológica, la
creencia sobre la existencia de una intención, pero también la
sensación de vulnerabilidad que transmite —entre otras muchas
cosa— un caballito eléctrico ignorado por los jinetes infantiles, están siempre detrás de las fotografías de Ignacio
Navas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El fotógrafo consigue
arrojar sentido sobre unos barrios que carecen del mismo.<span style="color: black;"><sup><a class="sdfootnoteanc" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote5sym" name="sdfootnote5anc"><sup>5</sup></a></sup></span>
Los programas urbanísticos madrileños, cuya concreción sobre el
terreno estamos intentando retratar en imágenes y con palabras, son
el epítome del despropósito organizado electoralmente, una
expansión enladrillada (¿quién la <i>desenladrillará</i>?)
cuya musculatura económica está en baja forma desde 2008. Mientras
esperamos el reverdecer de la confianza mercantil, según reza el
broteverdismo inopinado y manirroto de los representantes
parlamentarios, <i>nuestro
Godot personal</i>, podemos interrumpir un momento el <i>sálvese
quien pueda</i>, contemplar las fotografías de Ignacio Navas,
una mirada a tomar en serio —ya seamos pescados o pescadores—
cuando arrecian tiempos revueltos como los nuestros.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en <a href="http://www.revistaatlantica.com/es/sumario_int.php?n=18&ed=55"><i>Atlántica</i></a>. Febrero de 2015.]</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">______________________________</span></div>
<div id="sdfootnote1">
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><br /></span>
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a class="sdfootnotesym" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote1anc" name="sdfootnote1sym">1</a>
Sería ciertamente lamentable el mantener en privado los
comentarios, discrepancias y reflexiones que Ignacio Navas ha
formulado a las cuestiones desarrolladas en el cuerpo del texto.
Vamos a otorgar cierto espacio aquí abajo para que el artista pueda
hablar con voz propia. La idea sería que estas notas quedaran como
señales de humo contra el misunderstanding
del crítico sabiondo
o —mejor dicho— como posibilidades alternativas de
interpretación. Sobre la peliaguda cuestión de «cazar la realidad
bajo un encuadre» señala en concreto Ignacio Navas su discrepancia
intelectual: «Estoy un poco en contra de este tipo de idea de la
fotografía como cazar/capturar/sinónimos mix. Es algo que ha sido
superado ya y ahora la fotografía está en otro punto, los
fotógrafos tenemos otras necesidades, es casi un tópico para
hablar de fotógrafos. A mi particularmente me gusta pensar la
fotografía como una excusa para irse de aventuras. Una herramienta
para embarcarse en búsquedas o procesos que de otro modo serían
bastante complicados de llevar acabo. Y el hecho de hacer públicos
esos caminos que he recorrido es compartir. No consiste en decir
esto es
así, sino más bien en crear un mapa done cada persona que
quiera entrar a recorrerlo lo haga como quiera, llegando al punto
que quiera navegando en mis imágenes. Es precioso construir nuevas
visiones del mundo desde esas premisas.»</span></span></div>
</div>
<div id="sdfootnote2">
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><br /></span>
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a class="sdfootnotesym" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote2anc" name="sdfootnote2sym">2</a>
<<Conocido... bueno supongo que sí. He tenido suerte, he
trabajado mucho y estoy muy agradecido a muchas personas que han
confiado en mi trabajo y lo han apoyado. Pero no olvides que solo he
publicado dos trabajos, no se si es la mejor forma de hablar de
alguien que esta empezando. Pero no lo malinterpretes, agradezco
mucho el gesto.>></span></span></div>
</div>
<div id="sdfootnote3">
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><br /></span>
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a class="sdfootnotesym" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote3anc" name="sdfootnote3sym">3</a>
El artista considera peliagudo el término vaciamiento por el
contrario apropiadas las expresiones «limbos emocionales» o
«contención emocional» para designar estas honduras psicológicas
muchas veces impenetrables para la cámara. Y sigue: «No son los
bajos fondos, es la periferia madrileña. Fui a lugares como el
Barrio del Pilar o La Gavia porque están completamente desprovistos
de una identidad visual fuerte, la vida cotidiana tal cual, sin
ningún tipo de decorado. Es muy visible la linde emocional en este
contexto, esos estados en los que nos sumergimos las personas y que
al final se acaba filtrando al entorno y configurándolo, al igual
que guían una gran parte de nuestras decisiones vitales. Entiendo
lo que quieres decir pero creo que puede malentenderse, hay un vacío
en los lugares (algunos eran de reciente construcción y todavía no
había ni farmacias, todavía no había vida de barrio pese a haber
gente viviendo allí), pero no en ese sentido, el de los rostros de
los que hablas ¿Quien soy yo para decir que una persona que apenas
conozco esta vacía? ¡Por favor espero que nunca caiga en eso!.».</span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></div>
</div>
<div id="sdfootnote4">
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a class="sdfootnotesym" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote4anc" name="sdfootnote4sym">4</a>
«La rama de los árboles —apostilla Ignacio Navas— No dejan de
ser ramas de arboles alado de una barandilla, nunca pretendí evocar
nada como al ausencia de libertad que hablas. Simplemente es mostrar
lo feo, el descuido y la dejadez que está arraigada en muchos
rincones de estos lugares. Hablando con un comisario de fotografía
me dijo que le encantaba cuando fotografiaba cosas que ocurrían en
la parte de abajo de los edificios, ese sitio que parece ser que
todos los arquitectos descuidan, pero paradójicamente es lo más
cercano, me parece muy acertada la observación. Ese simbolismo creo
que no está ahí.». ¿Qué vino primero, el huevo o la gallina,
los sucesivos booms inmobiliarios o la fragilidad de las relaciones
personales? Comienza un meritorio ejercicio de humildad por parte
del fotógrafo: «Linde fue mi primer pasito en la fotografía. Un
proyecto que surgió cuando estudiaba en Blank Paper, para mí fue
un proceso de aprendizaje y una forma de posicionarme como
fotógrafo. Una forma de delimitar las áreas donde quería trabajar
partiendo de esa gran selva que es lo más cercano: la
cotidianidad». «Como todo aprendiz, era torpe, pero las cosas se
aprenden haciéndolas». «Fue un proyecto hecho desde la intuición,
desde el atreverse, la inocencia y las ganas de aprender. Igual que
la experiencia al publicar un primer fanzine, con la arrogancia sana
que supone» ¿Y qué pasa con los abrazos? «No era una cuestión
de excitar el lagrimal (aunque todo el trabajo tenga un punto
emocional) sino de crear un ritmo, unos ecos visuales con la idea de
linde, un abrazo también es un límite en cierto modo. Aunque sí
es cierto que ahora cambiaría muchas cosas del proyecto, está mal
editado, mal secuenciado y por consiguiente con una narrativa
torpe... aprendizaje»</span></span></div>
</div>
<br />
<div id="sdfootnote5">
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a class="sdfootnotesym" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4543558221477303081#sdfootnote5anc" name="sdfootnote5sym">5</a>
<<No se si los barrios carecen de sentido. No me gusta tomar a
nadie por tonto y supongo que estos barrios cuando se planificaron
tuvieron el sentido que tuvieron o trataban de responder alguna
necesidad (o interesaban a alguien) y ahora están ahí>>
corrige Ignacio Navas, «A mi me sirven de excusa, de escenario,
para fotografiar e indagar en intereses o curiosidades que tengo».
En relación a este último aspecto me comenta Ignacio Navas un
documental (El siglo
del individualismo), una entrevista (de Jordi Ébole a Arturo
Peréz-Reverte) o la obra de Jir<span style="color: #424242;">ō</span>
Taniguchi. Y remata: «Ernesto, me gusta mucho el título de tu
artículo porque no era consciente pero de alguna forma es cierto
que mis proyectos (sobretodo los que te comenté que estoy
trabajando ahora) no se dirigen a hablar de lo que esta pasando, de
los ladrillos, sino de lo que cubren esos ladrillos, pero desde lo
más cotidiano, lo más nimio, pero al final es lo que más nos
importa. Hace poco leí una entrevista de Javier Krahe comentando el
famoso <span style="color: #262626;">"España es el país del pelotazo:
enriqueceos". Somos la generación hija de esa idea. </span>>></span></span></div>
</div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-50028742490635444282015-03-02T16:49:00.000+01:002015-03-02T18:41:13.035+01:00Tres poemas.<div style="margin-bottom: 0cm;">
<blockquote class="tr_bq" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Estos son los tres poemas de mi primer y último poemario hasta la fecha <i>Árbol de Navidad </i>(inédito, 2007-2010) que leí en el primer encuentro español de los perros románticos el pasado viernes 27 de febrero de 2015 en el Café Moderno de Madrid, como el poeta jubilado que soy, alguno de los cuales ya se habían publicado previamente en la antología <i>Tenían veinte años y estaban locos</i> (La Bella Varsovia, 2011).]</span></blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjceeQdrXheF553z4rGSOwQXKxZJjPy8rBuuse1I8wOnsDEGG6LtPQjxlJwseiq2ZJ4sSbFIwiwtHulzw6a6ZcJWg01HPH1Ry6qK24mPHTIqGFi9PNKv59bDsGRgGau6ZJIVCRbuVO9B57T/s1600/10947396_10153067345090729_9175804921794129117_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjceeQdrXheF553z4rGSOwQXKxZJjPy8rBuuse1I8wOnsDEGG6LtPQjxlJwseiq2ZJ4sSbFIwiwtHulzw6a6ZcJWg01HPH1Ry6qK24mPHTIqGFi9PNKv59bDsGRgGau6ZJIVCRbuVO9B57T/s1600/10947396_10153067345090729_9175804921794129117_o.jpg" height="400" width="282" /></a></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><b><br /></b></span>
<span style="line-height: 16px;"><b>Ser fiel es fingir que el tiempo no existe.</b></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">A través de las persianas</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">mirando los coches cuyos faros cruzan </span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">la pared del dormitorio</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">me doy cuenta del tiempo que las uñas </span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">de los dedos de las manos y los pies</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">y el pelo, en general, por todas partes</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">llevan creciendo, cada día más y más</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">sucios, sin mi consentimiento.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;"><b>Axiomas.</b></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">Amar la distancia,</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">decir la verdad</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">y prenderse fuego.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">Será como viajar a otro país </span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">con cara de loco.</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Encontrar una foto. Será </span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">como ser fiel y solo fiel</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">a no ser reconocido.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">Ya sabes: <i>como un viejo remordimiento</i></span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>o un vicio absurdo</i>. </span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">Las imágenes pasan </span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">y pasan</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">sin pensárselo demasiado.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b style="line-height: 16px;"><br /></b>
<b style="line-height: 16px;"><br /></b>
<b style="line-height: 16px;">Árbol prohibido.</b></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>Prohibido tocar. Gracias.</i></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">Los hombres elevan la espiga y la espada</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">allí donde alzaron venganzas.</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Donde está la geometría ebanista.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">Limando esquinas de la escena.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">El andamiaje inyectando por su piel</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">el rito. Regalando el ojo extraño al fuego.</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Tejidos a los altos de sus torres. </span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">Los hombres. Sacrificad el miedo.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">Son cristal o diente. Ausencia de coma.</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Son casi nada o casi todo. Son</span></span><br />
<span style="line-height: 16px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">el signo que marca su objeto. Son</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 16px;"><br /></span>
<span style="line-height: 16px;">el fruto a la necesidad de ser pensado.</span></span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-75892273044119643542015-02-28T10:57:00.003+01:002015-03-03T15:27:26.563+01:00Haya paz entre galeristas.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzNBIAbkeTyIf9Krs4JUSGSU855xLiUBjgk2scNrh-eTr4DODvmr6roDEF4Akk1FZ2zaXfk0uuUCqgIAx4Y6dxv86UtMiEGD8N8gxwsv0iu3yLx4GGqi7dd-16emqA-tOcAbRKSEdQS1Wp/s1600/IMG_0158.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzNBIAbkeTyIf9Krs4JUSGSU855xLiUBjgk2scNrh-eTr4DODvmr6roDEF4Akk1FZ2zaXfk0uuUCqgIAx4Y6dxv86UtMiEGD8N8gxwsv0iu3yLx4GGqi7dd-16emqA-tOcAbRKSEdQS1Wp/s1600/IMG_0158.JPG" height="400" width="298" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Se calcula que Leibniz
escribía a caballo y dormía una media de tres horas del mismo modo
que se calcula que Santo Tomás rellenó diez folios diarios desde el
momento mismo de su nacimiento hasta el de su defunción: a ojo de
buen cubero. Siguiendo el mismo criterio de vaguedad, Jacobo Siruela<b>[1]</b> ha bautizado ‘Casa Leibniz’ a una exposición paralela a ARCO
donde las galerías están agitadas pero no revueltas, compartiendo
espacio pero no negocio, primero paz y después gloria, aunque
Leibniz, el filósofo de la <i>mathesis universalis</i>,
que escribió prácticamente sobre todo, que tiene hasta unos
tratados de cocina muy sabrosos, no escribiera ni una sola línea de
valor sobre arte. Ni falta que hace. Una serie de chicos de los
recados teóricos (Germán Huici, Marcos Giralt Torrente, Javier
Montes, Oscar Alonso Molina, Estrella de Diego y Enrique Vila-Matas)
se han encargado de confeccionar el nuevo traje del conde de Siruela:
las cartelas de la exposición.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Unos
(Montes, Alonso Molina) salen por peteneras hablando de galaxias y
callando de galerías; otros (Giralt Torrente, Vila-Matas) cumplen
satisfactoriamente su papel y otros, los redactores de catálogos de
a duro la página, emborronan caracteres con espacios repitiendo el
<i>primum vivere deinde philosophari</i>
de toda la vida del Señor (Huici: “Frente a la labor del crítico
archivista que organiza el arte en estilos, esquemas y rankings,
seriándolo, difuminando la experiencia, se levanta la obra
ofreciendo resistencia, esperándonos, pidiéndonos que posemos sobre
ella nuestros ojos, que dejemos inundar por su presencia”; de
Diego: “Gastar y malgastar el tiempo otra vez, de una manera del
todo inusitada, porque tiempo es el mayor regalo para uno mismo y los
demás. Gastar el tiempo como si sobrara”).</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Con estas premisas
afronta el público las dos plantas del palacio que el nieto de
Cayetana de Alba ha alquilado en Madrid para hacer realidad el sueño
de la armonía preestablecida leibniziana, que según Norbert Wiener,
el padre de la cibernética, es un modelo del fascismo, aunque
también puede serlo del mercado perfecto de Walras, donde los
individuos están perfectamente informados y coordinados sin
necesidad de interacción. Y es que el diálogo entre las obras se
aproxima a cero. <i>Casa Leibniz</i>
quiere ser una mónada sin puertas ni ventanas, como una especie de
microcosmos que refleje en su interior el conjunto del arte actual
español, una idea sin lugar a dudas más atractiva que la de ARCO,
ese mercadillo malebrancheano de la ocasión donde ni Dios puede
reconciliar lo que la <i>res cogitans </i>y
la <i>res extensa</i>, el
capitalismo y la inteligencia han separado.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Pero
no es verdad en todos los casos que quien reparte se lleva la mejor
parte, como lo demuestra la participación<i> </i>de
Espacio Valverde en <i>Casa Leibniz</i>,
la galería del noble organizador, que tiene una noticia buena y una
mala que darnos. La mala es el cuadro de Lluis Vassallo sobre la
historia de Zeuxis, que según Platón pintaba tan bien las uvas que
engañaba a los pájaros; por desgracia, no puede decirse lo mismo de
Vassallo. La buena es la pintura entre geométrica y metafísica de
Elena Alonso y el gran bodegón de Jorge Diezma, dominado por una
trompa cuya abertura central es una invitación a asomarse a una
dimensión desconocida. Esta pieza forma un dueto interesante con la
naturaleza no menos muerta que presenta el Espai Tactel: la pintura
de un jarron azul volcado sobre la chimenea de Ana Barriga. Y es que
la decoración interior del propio palacio interfiere muchas veces
con las obras, como sucede especialmente en el caso de Diego Delas,
cuya instalación <i>Todas las posibilidades </i>es
un intento curioso pero fallido de crear una pieza <i>site
specific</i>, utilizando la
omnipresente chimenea como una suerte de doble diminuto de este
mundo. El resultado, según el artista, puede analizarse desde un
punto de vista sintáctico. Hagan la prueba y me lo cuentan.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Igualmente
fallida es la sala a oscuras de Felipe Talo, cortesía de la galería
Alegría, con unas velas puestas sobre unos paneles de pintura medio
intuida, que aspiran a la condición de espacio místico y no llegan
a la de pasaje del terror. Mucho más relevante es la dialéctica de
la oscuridad y lo luminoso que establecen las dos obras situadas en
la escalera del edificio: <i>El último resplandor</i>,
de Antonio Fernández Alvira, y <i>Las mil y una noches</i>,
de Ignacio Bautista. Ambos artistas comparten con Xavier Mañosa,
artífice de una fuente de cerámica que parece hormigón, una
preocupación formalista por el <i>trompe d’oeil</i>
de los materiales (en el caso de Fernández Alvira y Bautista: el
papel que simula ser madera) que no por canónico, más aún después
de Jeff Koons, deja de ser interesante. En la misma línea el Salim
Malla y su poliedro irregular compuesto de capturas de Google Maps,
avalado por la galería Silva, que quiere plantear una reflexión
sobre la geometría del urbanismo cuya superficialidad no está
reñida con el mérito estético.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Con
todo, la aportación más decisiva a <i>Casa Leibniz</i>
viene de parte de la galería Ángeles Baños, que contribuye con una
serie de fotografías rescatadas de los archivos etnológicos por
Andrés Pachón, donde los soldados coloniales son reducidos a una
escala ridícula comparada con la aparición de las manchas de la
humedad y del tiempo sobre las imágenes. Pero sobre todo destacan
los dibujos que ha realizado Manuel Antonio Domínguez sobre unos
tratados de botánica donde se habla de ciertas flores hermafroditas,
sobre las cuales ha dibujado Domínguez una conjunto de retratos
bastante personales. Véase la presencia de individuos de sexualidad
indefinida situados ante objetos de madera. En conclusión, <i>Casa
Leibniz</i> no deja de ser
sintomática respecto de la apropiación del nombre de filósofos de
todo tipo de pelaje por parte de una industria del arte cuyo
desinterés por la filosofía de tales personajes no desmerece ni
mucho menos la calidad del proyecto, en este caso infinitamente
superior y digerible por encima de la alternativa puramente comercial
de ARCO y sus mini-yoes. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>[1]</b> Copiamos y pegamos, a modo de fe erratas, la corrección que nos ha hecho Inka Martí en Facebook sobre la identidad nominal del comisario de <i>Casa Leibniz</i>: "</span><span style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Jacobo Fitz James Stuart o Jacobo Siruela es el editor (fundador y durante 30 años de Siruela, que vendió para fundar hace diez años Atalanta); es también autor ("El mundo bajo los párpados"); también conocido como Conde de Siruela -el titulo lo utilizó para firmar su Antologia de Vampiros. Es padre de Jacobo Fitz James Stuart, galerista de Espacio Valverde y comisario de Casa Leibniz. Es el clásico enredo producido por llevar el mismo nombre".</span></span></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en <a href="http://www.eldiario.es/cultura/arte/paz-galeristas_0_361164253.html">Eldiario.es</a>. 27 de febrero de 2015.]</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-10457068816080064932015-02-22T08:00:00.000+01:002015-02-22T08:00:05.269+01:00El hipérbaton de Gregorio Morán.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2Yt8IZiGYF8GyQ2Id1Xz3MviSXetQ2PAG8xEyV4hOArQ8hF4QvXmKwoT7MmdN6N2Fs_jcNZZJ_K0CKBr-Q9-KTNYK5raIbURwRPPBJFtbxjtNcqXQf2Sl_BoqcM_0y5lP6fU_e3mlN0h1/s1600/explorar-e1370331890720.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2Yt8IZiGYF8GyQ2Id1Xz3MviSXetQ2PAG8xEyV4hOArQ8hF4QvXmKwoT7MmdN6N2Fs_jcNZZJ_K0CKBr-Q9-KTNYK5raIbURwRPPBJFtbxjtNcqXQf2Sl_BoqcM_0y5lP6fU_e3mlN0h1/s1600/explorar-e1370331890720.jpg" height="212" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
la página 423 de <i>El cura y los mandarines. Historia no oficial del Bosque de
los letrados. Cultura y política en España, 1962-1996</i>, Gregorio Morán cita <i>La
prodigiosa aventura del Opus Dei</i>, el libro de Jesús de Ynfante que publicó
en 1970 Ruedo Ibérico, la editorial de los exiliados en París, y resultó ser un
exitazo, aunque según Morán se trata de “un libraco escrito literalmente con
los pies”, pero el caso es que tenía<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“la ventaja de que podían leerlo gasta los analfabetos;
les bastaba con echar mano al índice onomástico y como en un listín telefónico,
saber si estaban o no estaban, ellos o sus compadres. En el fondo, no sólo
marcaba una nueva modalidad, hasta entonces desconocida en el mundo del libro
español, sino un final de ciclo. La izquierda que marcaba tendencias, como
diríamos hoy de manera descocada, se apuntaba al más patético de los panfletos.
Denunciar, con la misma imprecisión de quien tira al plato y piensa que caza
perdices, a la nueva masonería, que por cierto empezaba su ya definitiva
decadencia. Incluso como instrumento garibaldiano, de combate y denuncia,
llegaba demasiado tarde.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Lo
mismo puede decirse de <i>El cura y los mandarines</i>, un libro que, cual
Palas Atenea remedando el dicho de David Hume, ha nacido olímpico de la
imprenta, armado y deificado por los absurdos censores de la Real Academia de
la Lengua que, en vísperas de la última edición del Diccionario, llamaron a sus
socios de Planeta para decirles, en la lengua que sospecho que utilizará esta peña,
que “<i>aut </i>Victor García de la Concha<i> aut nihil</i>”. Un cierre de
ciclo para Morán; una lanzada a moro muerto que genera simpatías en la
izquierda de moda. Una obra maestra. Pero esta historia ya está contada…
principalmente por los periodistas que, habituados a entrevistar de oídas,
acudieron a la presentación del libro en el Café Comercial de Madrid, una rueda
de prensa con café y churros por cuenta de Akal, a preguntarle a Morán por lo
divino (Podemos) y lo humano: las 800 páginas del ejemplar cuya lectura muchos
pensaron abreviar acudiendo al índice onomástico que viene al final. 33 páginas
de nada. Así cualquiera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Y
es que <i>El cura y los mandarines</i> parece escrito para ser más consultado
que leído. La unidad máxima de sentido es el párrafo como compartimento estanco
de información donde Morán aprovecha para desplegar su retórica de taxista y su
erudición de detective. Las repeticiones son permanentes (¿cuántas veces tiene
que recordarnos que durante el franquismo a la región de Cantabria se la
llamaba La Montaña o simplemente Santander para que podamos darnos por
enterados?) como si el lector fuera todo el rato un recién llegado a quien
hubiera que recordarle que el narrador Juan García Hortelano era tremendo
conversador pero como escritor poquita cosa, que el historiador Miguel Artola
era cuñado de un ministro del ejército de Franco o que el filósofo Pedro Laín
Entralgo era un mediocre farsante, por mencionar solo algunos de los epítetos
que vienen adosados a los anti-héroes más recurrentes de este ajuste de cuentas
homérico con el pasado. Morán solo alcanza cierta profundidad psicológica
cuando retrata a sus favoritos: Luis Martín-Santos, Manolo Sacristán y Max Aub;
esto es, los perdedores. Más precisamente, y siguiendo el mismo orden: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">(i)
un narrador cuya extensa obra póstuma queda en manos de tuercebotas como su
padre o Salvador Clotas (a quien Morán le dedica su mejor invectiva: “Salvador
Clotas es uno de esos misterios de la cultura catalana antifranquista, de quien
se puede decir, sin exagerar, que su obra y pensamiento se podrían resumir en
una línea, y está por escribir”); (ii) un marxista cuya capacidad analítica se
ha desperdiciado hasta tal punto de que piensa en suicidarse a comienzos de los
70 (la herencia tampoco pinta bien: “Vistas desde la presente situación, las
tesis <i>cum laude</i> de hace cuatro o cinco años eran investigación altísima.
[...] Sin embargo, pese a su mediocridad, la fuerza que les da la formidable
explosión del nacionalismo catalán hace más temible [este rebajamiento de los
criterios académicos] de lo que acaso creas”, le escribe Sacristán a Emilio
Lledó en 1979); (y iii) un exiliado que regresa a España para presenciar una
escena que constata que escribir, como decía Larra, es llorar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">—¿Tienen
ustedes libros de Max Aub?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">—Lo
siento, en esta librería no disponemos de autores extranjeros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El
resto<i> </i>es una aplicación del principio acuñado por Antoni Domènech en <i>Sin
Permiso</i>: “Los libros de Gregorio [...] están llenos de
descalificaciones <i>ad hominem</i>, de contextualizaciones históricas particulares,
de juicios de intenciones y de todo tipo de apreciaciones inclementes y aun
intempestivas. No es necesario coincidir con todas y cada una de sus
apreciaciones —ni siquiera, tal vez, con la mayoría— para darse cuenta de esto:
la “buena” crítica cultural y la “buena” historia político-intelectual, a
diferencia de la “buena” argumentación filosófica, exigen partir de
algo muy parecido al temerario principio metodológico de la inclemencia.” Sin
embargo, los golpes bajos del retratista, profesión a la que se ha dedicado
Morán toda su vida, primero con Adolfo Suárez, luego con José Ortega y Gasset,
más recientemente con Rafael Barrett y ahora con Jesús Aguirre —recordemos que <i>El
cura y los mandarines</i> surge de una propuesta de Planeta de hacer una biografía
del Duque—, no solo no aseguran la probidad analítica del retrato, <i>pace</i>
Domènech, sino que terminan dejando ese barniz de intranscendencia que tienen
las anécdotas elevadas a la condición de categoría. Afirma Morán que si solo
atendemos a lo trascendente de cada época, hay algunas que podríamos
saltárnoslas directamente, decisión quizás más acertada que la de convertir a
uno que pasaba por allí, Jesús <i>McGuffin</i> Aguirre, en el centro de la
cultura española desde mediados de siglo. Así nos hubiéramos ahorrado, por lo
pronto, un capítulo sobre el Santander de posguerra, ciudad natal del cura
Aguirre, repleto de apuntes del tipo: “Pero esto nos aparta de nuestra
historia”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El
propio Morán reconoce finalmente, hacia la página 760, que el protagonismo que
Ricardo Gullón atribuye a Jesús Aguire en su prólogo a <i>Las horas situadas </i>(“detrás
de cada acontecimiento literario o cultural de la vida española está la mano,
como mínimo una, ya fuera la derecha o la izquierda, de Jesus Aguirre”) es una
afirmación totalmente infundada “porque no es lo mismo decir que está presente
o pasaba por allí, a decir que sin su aportación difícilmente hubiera podido
hacerse.” Y suma y sigue Morán: “Todo en este prólogo de Gullón dedicado a
Aguirre es un inmenso hipérbaton, o un hipérbaton sobre otro hipérbaton, la
exageración habitual para dirigirse antaño al conde-duque de Olivares o al de
Lerma.” Si esto es cierto de un prologuillo, ¿qué será del tocho que tenemos
entre manos? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El
principio de inclemencia de Morán desemboca en hacer leña del árbol caído, pero
a las especies protegidas ni las huele. A Camilo José Cela le llama “el abuelo
golfo que cuenta chistes verdes en la mesa y pedorrea en los postres, y que
mientras todos duermen, busca los papeles para manipular las firmas y quedarse
con lo que haya”, una faceta oportunista y chabacana de su carácter más que
resaltada públicamente por el afectado en vida. Pero cuando llega el momento de
la verdad, recordarle a Cela su simbiosis con el franquismo, Morán, que tiene
un sentido de la integridad demasiado elevado para el común de los mortales, se
ofende por la estafa de <i>Papeles de Son Amadans</i>, la revista que Cela
utilizó para contactar con los exiliados, publicarles y aplanarse la senda al
Nóbel. Habrase visto semejante caradura: una publicación que nadie lee, montada
con el dinero de un dictador venezolano. ¿Y todo lo demás? Morán menciona la
conocida carta de 1938 donde Cela se ofrece como quintacolumnista en Madrid,
pero se olvida de mencionar que su colaboración activa con el Régimen llega,
como poco, hasta octubre de 1963, cuando informa al Ministerio de Información y
Turismo sobre la presencia de 42 comunistas entre los firmantes de la “Carta de
los 102”. Teniendo en cuenta la relevancia de este manifiesto en apoyo de las
huelgas mineras en Asturias, una de las contadas ocasiones donde Morán les
concede cierta valentía a los intelectuales del franquismo, hay que decir que
la fama de viejo cascarrabias que tiene el autor, olvidadizo en esta ocasión
con los delatores, está algo sobrevalorada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Pese
a que el subtítulo prometa un análisis de la cultura y de la política española
entre 1962 y 1996, y pese a lo que sostengan los que ni se molestaron en
quitarle el precinto al envío de Akal antes de redactar su reseña, el libro de
Morán no versa tanto sobre la Cultura de la Transición o CT, esa sigla feliz de
los historiadores de cuarta y quinta mano que darían para un capítulo de Victor
Klemperer, cuanto de los años 60. No es solo un tema de espacio y de tiempo
(Morán le dedica a 1962 la primera parte, a 1964 la segunda y a 1969 la
tercera; la mitad del libro: 200, 150 y 50 páginas respectivamente), ni de
personajes meramente (los verdaderos protagonistas del libro, como José Luis
López Aranguren, nacieron antes de la Guerra Civil) sino ante todo de carácter:
la indiferencia de Morán hacia cualquier intelectual que tenga menos años que
él, como ha reconocido en diversas entrevistas diciendo que no le interesa la
cultura española a partir de 1996, hace que los jovencitos de la Segunda Restauración
Borbónica, hoy convertidos en los samuráis de su Continuidad, ni estén en <i>El
cura y los mandarines</i> ni se les espere. Con los muertos es divertido
hacerse el <i>enfant terrible</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">A
los 70 dedica Morán sus reflexiones en abstracto más poderosas: esa que empieza
diciendo que <i>Die Verwandlung</i> de Franz Kafka debería traducirse por <i>La
transformación</i> en vez de <i>La metamorfosis</i> y luego sigue pensando la
Transición a partir de esa pareja de conceptos, la transformación y/o la
metamorfosis del franquismo en democracia, en lugar de la manida dicotomía de
la reforma vs. la ruptura; o aquella donde recupera la obra de Manuel de la
Escalera contra la justificación retroactiva de la censura franquista que
afirma que después de la muerte de Franco no aparecieron grandes escritores
previamente censurados. O aquella otra reflexión sobre la emergencia de los
segundones del franquismo en las páginas de opinión de <i>El País</i>, escrita
con ese vocabulario amplio y esa sintaxis deslavazada que es firma de Morán, a
veces hasta el borde mismo del ripio o de la incongruencia gramatical.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El
último capítulo del volumen, “Final con fanfarria”, es sintomático de la
aproximación revanchista y generacional que caracteriza a Morán, pues es el
único momento en que se adentra en los años 90, tras haberse despachado los 80
con cuatro <i>flash backs</i> a 1982 y 1988, la victoria del PSOE y el
ministerio de Jorge Semprún, solo para informarnos finalmente, como en los
títulos de crédito de las comedias románticas mantecosas, que los protagonistas
comieron perdices y vivieron etcétera, solo que en este caso la heroína, quiero
decir la droga, se interpuso en su camino: al psiquiatra Carlos Castilla del
Pino se le mueren cuatro de seis hijos; al periodista Eduardo Haro Tecglen,
cinco de siete. Y la lista sigue. He aquí, según Morán, la herencia de la
llamada edad de bronce de la cultura española. Ya sabemos, según Hesiodo, cuál
es la próxima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en <i><a href="http://www.revistadelibros.com/resenas/el-hiperbaton-de-gregorio-moran">Revista de Libros</a></i>. 10 de febrero de 2015.]</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-53324443135059460062015-02-18T22:21:00.002+01:002015-02-19T23:54:49.780+01:00Alberto Cardín, Sobre el "maternalismo" español.<blockquote class="tr_bq" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Como saben los allegados, estoy
laborando en jornadas de doce horas en la Biblioteca Nacional con el
objetivo de escribir una biografía intelectual de Alberto Cardín
antes de que las obligaciones académicas me fuercen a aparcar mi
entusiasmo y conviertan a este olvidado en un conocido de toda la
vida, otro más, <i>ad usum
privatum</i>. A modo de canapé de
lo que estoy preparando, quisiera compartir uno de sus textos,
curiosamente escamoteado en las diversas antologías que realizaron
sus albaceas y colegas de Barcelona en los años inmediatamente posteriores a su muerte.
Hablamos de “El pájaro en sazón, o el mal en María Zambrano”.
Título menos viral imposible. Dada la bella maquetación de la
revista que publicó este texto por primera y última vez, el número
noveno de los imprescindibles <i>Cuadernos del Norte</i>,
correspondiente a los meses de septiembre y octubre de 1981, he
escaneado y subido el documento original. A riesgo de parecer
redundante, no me resisto a transcribir aquí mismo los primeros
párrafos, que tratan de un asunto crucial: la religión de fondo
de los españoles, que no tendría tanto que ver con el catolicismo cuanto con el hablar de oídas y oír como quien oye llover, la
asunción mística de lo inmanente como una madre impenetrable a la
crítica lectora, lo que lleva a una fe del carbonero en la amada realidad con la que uno anhela comulgar. Ríase usted del
<i>wishful thinking </i>anglosajón.</span></blockquote>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglD0YPn19ewbyqX2dzKho_S7atsCUWDkPuxACI74lIm9zzzr3NhuMfnr_6-1GDjPnFTQbEVrhwIN2wG121e9PJCye-6qI5B-JdltBr9LlXAgAIwBEfX4QArh5rjIrKkEVtXY4EGNBU7BN5/s1600/LRDV+-+OCA%C3%91A+-+HOLA!%2BBARCELONA%2B-%2BCARD%C3%8DN.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglD0YPn19ewbyqX2dzKho_S7atsCUWDkPuxACI74lIm9zzzr3NhuMfnr_6-1GDjPnFTQbEVrhwIN2wG121e9PJCye-6qI5B-JdltBr9LlXAgAIwBEfX4QArh5rjIrKkEVtXY4EGNBU7BN5/s1600/LRDV+-+OCA%C3%91A+-+HOLA!%2BBARCELONA%2B-%2BCARD%C3%8DN.jpg" height="267" width="400" /></span></a></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Hay una religión inveterada, más
fuerte aún que la idea misma de religión. Nada tiene que ver con la
voz de la tierra y de la sangre, sino con la repetición de lo
informe en lo consabido, con la reproducción de tópicos que oculta
la ausencia de pensamiento.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> La religión organizada tiene que ver
con ella en la medida en que es su más firme sostén, pero es ante
todo el regimiento interior y exterior de quienes ni piensan ni se
extasían, y lo que es peor, tampoco actúan de manera pragmática.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Es posible que este tipo de religión
tenga más adeptos en España que en ninguna otra parte. Adeptos que
no se cuentan solamente entre los vulgares, sino también entre los
egregios, configurando esa especie de continuo unánime que
caracteriza a la cultura española, y que según Américo Castro
acontecía ya «cuando todavía no se llamaban españoles los
castellanos y los leoneses».</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Esta verdadera ortodoxia española,
que une al vulgo con sus condiciones de existencia, previamente
incluso a los proverbios, constituidos en punto de debate de un
cierto habla culta, y que relaciona a los intelectuales con el acervo
de lo archirrepetido para evitarles razonar, es la que María
Zambrano reconoce bajo nombre de «materialismo español», esa
tabuización del entorno, ese «dogmatismo afirmativo,
existencialista, que postula, diríamos, la divinidad del mundo
visible», o más aún que la divinidad, su maternalización,
haciendo al intelecto impotente para pensarlo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Este materialismo, en su forma devota,
lo experimentó por vez primera María Zambrano en una iglesita de
las afueras de Segovia dedicada a S. Juan de la Cruz. Fue allí, sin
duda, donde por primera vez capturó el sentido de la primordialidad
del amor, esa concepción propiamente española, continuamente
consagrada por la vuelta a los místicos, de las relaciones entre
mundo y verbo que impide todo lo que no sea balbuceo, acumulación
caótica de notas, contraste sin paradoja, porque apenas existe
contraposición de magnitudes.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>***</b></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Muy curiosa, ciertamente, esta creencia
tan española en la preexistencia del amor, que en su forma
intelectualizada se manifiesta en Ortega en las primeras páginas de
sus <i>Meditaciones del Quijote</i>,
a las que trata de «ensayos de amor intelectual».</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Curiosa
porque tiene todos los caracteres de un absorbente amor de madre que
no comprende sino aquello que puede incorporar. María Zambrano, que
atribuye muy apropiadamente este tipo de caridad a Ortega, lo explaya
de manera inmejorable refiriéndose a Séneca, aunque tal vez no sea
él precisamente el sujeto más adecuado para ejemplificarlo: «el
pensamiento español, en sus horas más lúcidas, dice, cuando con
entereza viril está más despierto, manifiesta una razón maternal,
tan poco despegada de lo concreto y corpóreo, delicada y recia a un
tiempo, tan imposibilitada de hacerse idealista, tan divinamente
materialista».</span></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Divinamente
materialista, virilmente maternal, éstos son los atributos que mejor
cuadral al medusino pensamiento español, al que algo mantiene
estáticamente pegado a la tierra, absorbiendo desde allí cuanto al
azar le llega, sin jamás pretender penetrarlo, siempre según el
modelo que en la mística, tan alabada como forma de pensamiento,
alcanza su paroxismo paródico; y el espíritu dotado / de un
entender no entendiendo / toda ciencia trascendiendo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[...]</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<iframe height="550" src="https://docs.google.com/file/d/0B8vobPkEwUVPTWpHS3VUc1RXYXc/preview" width="550"></iframe>Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-57587761807770435032015-02-15T12:29:00.000+01:002015-02-18T20:59:39.007+01:00La estética de ISIS.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNnSTO8aSDzuIsjfbnMz8KEnVhZtP1LgJkY064nKwQZgkhSCgP_YD5PJRwx8Oqs-0h8vKrXqcizW8kl0CVI6E4bP4iATO4k68cvRq1t84rV1Y6RS7nsUy2yVwaQrTzn3_u2X1mjYMFmasw/s1600/Screen-Shot-2015-02-03-at-4.34.17-PM.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNnSTO8aSDzuIsjfbnMz8KEnVhZtP1LgJkY064nKwQZgkhSCgP_YD5PJRwx8Oqs-0h8vKrXqcizW8kl0CVI6E4bP4iATO4k68cvRq1t84rV1Y6RS7nsUy2yVwaQrTzn3_u2X1mjYMFmasw/s1600/Screen-Shot-2015-02-03-at-4.34.17-PM.png" height="223" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Hace una semana que ISIS quemó vivo a Muadh al Kasasbeh,
un piloto jordano que los terroristas islámicos habían hecho prisionero a
finales del pasado mes de diciembre y que al parecer querían intercambiar por
Sajida al Rishawi, una yihadista kamikaze fallida que llevaba presa en Jordania
desde 2006 y que fue inmediatamente ahorcada en represalia. Ignoramos si las
ejecuciones son públicas en Jordania; imaginamos que por muy públicas que
fueran nunca llegarían a alcanzar la publicidad que le ha brindado Fox News a
ISIS al publicar en su página web <a href="http://video.foxnews.com/v/4030583977001/warning-extremely-graphic-video-isis-burns-hostage-alive/?#sp=show-clips">el
vídeo íntegro de la quema</a>. Por no editar, no han editado ni los títulos de
crédito en los que se invita a matar a otros pilotos que han participado en los
bombardeos contra ISIS facilitando la dirección de sus hogares a través de
Google Earth.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Partiendo del común rechazo moral que todos sentimos
(o deberíamos sentir) hacia la pena de muerte, especialmente en sus formas más
crueles y arbitrarias, el debate que ha suscitado el vídeo ha discurrido por
los cauces de la ética periodística (¿dónde termina la información y comienza <a href="http://www.theguardian.com/media/2015/feb/04/fox-news-shows-isis-video-jordan-pilot">la
morbosidad o el enaltecimiento</a>?), de las comparaciones históricas
aberrantes (ISIS ha quemado a un jordano; <a href="http://www.alternet.org/news-amp-politics/yes-isis-burned-man-alive-white-americans-did-same-thing-thousands-black-people">¿cuántas
negros ha quemado EEUU?</a>) y de la hipocresía en las redes sociales (¿por qué
Youtube y Facebook son tan puritanos para prohibir este video y permitir
tropecientos similares sobre —digamos— la Guerra de Vietnam?) dejando a un lado
lo que a mi juicio es el aspecto más notable del vídeo: su estética. Ponerse a
analizar la estética del terrorismo no es ninguna frivolidad, aunque se hayan
soltado muchas frivolidades sobre ella, como <a href="http://www.abc.es/cultura/musica/20130719/abci-fura-reconcilia-stockhausen-201307181957.html">lo
que dijo Karlheinz Stockhausen</a> de que el 11S fue una <i>Gesamkunstwerk </i>wagneriana. No lo fue, por la misma razón que la
destrucción de la Casa Blanca en <i>Mars Attack!</i>
(Tim Burton, 1996) tampoco lo es. Una <i>obra
de arte total</i> se mide por el artificio de su apariencia, no por su grado de
realidad. En este sentido la caída de las torres gemelas tiene el mismo valor
que un anuncio de Caprabo: puramente documental. Pero el caso es que el terror
es un estado mental, una amenaza potencial concretable de tanto en cuanto, y
nunca está de más analizar su apariencia fantasmal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">No hace falta decir que el vídeo de ISIS no es
recomendable que lo vean las personas especialmente sensibles, no tanto porque
sea violento o morboso, sino precisamente porque no lo es en absoluto. Los que
quieran ver una <i>snuff movie </i>realmente
indignante y vomitiva, más les vale revisar los clásicos del género (<i><a href="http://www.bestshockers.com/3-guys-1-hammer/">3 Guys 1 Hammer</a></i>,
por ejemplo) pues aquí ISIS no nos ofrece la típica imagen que obliga a cerrar
los ojos, permitiendo que uno se reafirme en su papel de espectador
comprometido, bienpensante y de izquierdas. Lejos del formato canónico de la
grabación de un solo plano de duración, donde la mala calidad constituye una
garantía de realismo documental <i>en bruto</i>,
ISIS nos regala 22 minutos de puro arte, que hasta podrían llegar a ganar un
premio en la sección de cortos de algún festival de cine hipster. No en balde
tiene un montaje trepidante, una banda sonora edificante, un desarrollo de
personajes coherente y una narrativa que, sin recurrir al truco del <i>cliffhanger</i>, deja a la espera de nuevas
entregas. Como un capítulo piloto de la HBO.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">No es ninguna frivolidad, insisto, señalar la
influencia de Steven Spielberg en la primera parte del corto, donde ISIS
reconstruye los orígenes del reinado de Jordania con una grabación delirante de
caballos y tanques luchando en el mismo campo de combate, que parece referirse
a la intervención de los anglosajones en la región después de la Primera Guerra
Mundial. Por no hablar la <i>gamefication</i>
o ludificación que presenta la segunda parte, donde unas infografías muy
similares a las del <i>Call of Duty </i>ilustran
una entrevista a al Kasasbeh sobre las fuerzas aéreas anti-ISIS, durante la
cual la imagen del piloto jordano se encarna y virtualiza como si fuera un
personaje de <i>Assassins Creed</i>. ¿Y qué
decir de la tercera parte, la ejecución, que pretende mostrar la zozobra anímica
de al Kasasbeh con unas técnicas de montaje psicótico directamente saqueadas de
la serie <i>Homeland</i>? La ficción vuelve
a verse superada por la realidad en lo que ésta tiene de artificio, de
socaliña, de embeleco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Esto no quiere decir que la guerra civil sirio-iraquí
no haya tenido lugar, a diferencia de <a href="http://ir.nmu.org.ua/bitstream/handle/123456789/131046/47cd89a14af1ae3558205fbc7f3f87c0.pdf?sequence=1">lo
que pensaba Jean Baudrillard</a>, que negaba la realidad sustantiva de la
primera guerra del Golfo en base a su retransmisión en vivo y en directo. La
conversión del conflicto militar en un producto de consumo, el fetichismo de la
mercancía televisiva no oblitera la realidad efectiva de las personas que están
sufriendo. Puede ser que los aviadores americanos experimenten los bombardeos
en Siria como un mundo virtual perfectamente circunscrito a la cabina de
control remoto de su drone, pero el caso de al Kasasbeh demuestra que esta no
es la suerte de los pilotos jordanos, que se juegan la vida en un trabajo de
dudosa catadura moral. Y digo bien: las imágenes más impactantes del vídeo no
corresponden a la quema del piloto (todos los días se emiten en horario
infantil escenas mucho más gores) sino al material de archivo que rescatan los
terroristas sobre las desfiguraciones y las muertes civiles que son el daño
colateral de cada día en este tipo de bombardeos indiscriminados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">A estas alturas del conflicto uno duda si seguir
llamado terroristas a los militares de ISIS, por muy despreciables que sean
desde un punto de vista moral, toda vez que el objetivo de su último vídeo es
apartarse de la estética del terror que practicaron durante sus primeros meses
de reconocimiento mediático internacional y sentar las bases de un ritual de
Estado. Según cierta tradición libertaria, la única diferencia entre una banda
de criminales y el gobierno son sus rituales, y en este campo ISIS ha
demostrado su superioridad respecto del gobierno iraquí, que colgó a Saddam
Hussein de una soga, y del reinado jordano, que ha hecho lo propio con al
Rishawi. Como sucede con los documentales norcoreanos, donde <a href="https://www.youtube.com/watch?v=4RHg0f5Nq4c">los desfiles militares
estilo asiático</a> se dan la mano con las críticas a la sociedad de consumo
que podría haber firmado un miembro de la Escuela de Frankfurt, el objetivo del
vídeo de ISIS no es atemorizar sino dejar boquiabierto. Compárese con <a href="http://www.elblogdelnarco.net/">elblogdelnarco.net</a> y adviértase la
diferencia. Afortunadamente, contra <a href="http://accionfilosofica.com/misc/1203017731art.htm">lo afirmado por
Ludwig Wittgenstein</a> en el <i>Tractatus</i>,
ética y estética no son ni mucho menos la misma cosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> <a href="http://webcurso.uc.cl/access/content/attachment/psi1202-2-21-2012/Material%20del%20Curso/8482492b-5f34-413d-b43e-f8ec104688fd/Foucault,%20M.%20-%20Vigilar%20y%20castigar.pdf">Decía
Michel Foucault</a> en<i> Vigilar y castigar</i>
que la función del castigo en el <i>Ancien
Régime</i> era restablecer el cuerpo místico del rey, que había sido violado
por el crimen y que volvía a su orden natural mediante la penitencia pública
del condenado. Una concepción expositiva y retributiva de la justicia que
comparten los nuevos antiguos regímenes de Oriente Medio, que van desde los
wahabíes sauditas hasta los duodecimanos iraníes, pasando por ISIS, cuya
principal innovación en este campo es su viralidad internauta. Nunca fue más
cierto lo de que todo documento de cultura lo es al mismo tiempo de barbarie
que cuando la estética convierte a la barbarie en un fenómeno de masas. No en
balde, fascismo y fascinante comparten algo más que etimología. Cabe esperar
que llegue a nivel global ese momento, que <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=LXpvDNMaV8oC&oi=fnd&pg=PA11&ots=vZq63kFuaW&sig=PtcCVHUB79Esn659KCT8djUwonU&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false">según
Lynn Hunt</a> tuvo lugar en Europa a mitad del siglo XVIII, en que la gente se
canse de ver ejecuciones por <i>streaming</i>,
pero hasta entonces solo podemos constatar la victoria estética de los
terroristas y hacer como Leoncio en <i>La
república</i> de Platón:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“cuando
subía desde el Pireo por la parte de fuera de la muralla norte, se dio cuenta
de que yacían en el suelo unos cadáveres junto al verdugo, y por un lado le
apetecía verlos, pero por otro también sentía aversión y se echaba atrás;
durante un tiempo estuvo luchando y cubriéndose el rostro, pero finalmente,
vencido por su apetencia, abriendo de par en par los ojos echó a correr hacia
los cadáveres y dijo: “¡Mirad, desgraciados, saciaos con este hermoso
espectáculo!”.”</span></blockquote>
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en <i><a href="http://www.elestadomental.com/diario/la-estetica-de-isis">El Estado Mental</a></i>. 13 de febrero de 2015.]</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-46699625707157967722015-02-14T12:06:00.000+01:002015-02-14T12:07:53.840+01:00Luis Gordillo, Una hermosa época para pintar un cuadro.<blockquote class="tr_bq" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Digitalizamos
aquí un artículo de Luis Gordillo publicado originalmente en el
suplemento cultural de <i>El País</i> el 29 de octubre de 1983,
incluido en la antología final de textos del libro de Simón Marchán
Fiz, <i>Del arte objetual al arte de concepto</i>; antología que por
cierto no aparece en posteriores reimpresiones, vete tú a saber por
qué motivo. Del texto cabe destacar el uso libérrimo de la cursiva
y su humor, crítico con la teleología que aun hoy reviste la
historia del arte de las vanguardias, reducidas aquí a la condición
de mero culebreo. Lo mismo vale para el “<i>ismismo</i>”, la
“posguerra de guerra soñada”, el dado de seis caras, la “papilla
<i>de</i> <i>ratas</i>”, la “<i>piscina de verde purísimo</i>,
iridiscente” y el “síndrome de Julio Iglesias”: metáforas muy
acertadas en su mayor parte. En cuanto al <i>homo flotador</i>, nada
que objetar a la categoría sociológica espontánea del artista,
salvo la mezcla del latín y el castellano a la hora de acuñar la
expresión, que debería rezar <i>homo floator</i> o no rezar nada en
absoluto. Por lo demás, un servidor, que no ha pintado un cuadro en
su vida, y tampoco está en edad de ponerse a ello, convida a sus
lectores (en caso de haberlos) a que verifiquen la hipótesis de Gordillo. 32 años
después, ¿parece que va a escampar o sigue nublao lo de la pintura?]</span></blockquote>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0PIX-M9ce8NWSjK6EnmaMsKWGwGwB-lARQlymNb7EnKq76Afh_OioJ-KTrGaH8eYK2SwOCH3xr5ByvzGKegMU38TPcrBrpVkip1wcgmquXt_sz8rBl39eqkH5dFmN_pqUds044pbDtt00/s1600/1321026877_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0PIX-M9ce8NWSjK6EnmaMsKWGwGwB-lARQlymNb7EnKq76Afh_OioJ-KTrGaH8eYK2SwOCH3xr5ByvzGKegMU38TPcrBrpVkip1wcgmquXt_sz8rBl39eqkH5dFmN_pqUds044pbDtt00/s1600/1321026877_0.jpg" height="191" width="400" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Cuando se quiere
caracterizar el momento actual en pintura se echa mano de un
argumento que es efectivo, incluso efectivista, pero de dudosa
validez. Se dice: los ismos, el <i>ismismo</i>:
naturalismo, impresionismo, cubismo, superrealismo, etc., como una
culebra que se agita en volutas, han constituido un auténtico
movimiento positivista, darwiniano, de proceso seleccionado hacia
algo. Por el contrario, el momento actual, en el que vivimos, se
conformaría como <i>relajación de la culebra, en plena
digestión después de ingerir un siglo de suculentos bocados
ísmicos, mas dos guerras mundiales y alguna que otra revolución</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Yo
diría que relajación, sí, la hay, aunque sería peliagudo y
extensísimo el caracterizarla. Quizá estemos viviendo una posguerra
de guerra soñada, frustrada, sin bombas ni sangre; viviendo el
alelameinto, torpor y pasmo posteriores al error.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Lo
que no veo tan claro es la calificación del anterior movimiento
culebril como darwinian o positivista; estas palabras emiten
sensaciones de sabiduría histórica, de finalidades éticas, de
buena señalización en la autopista. Ese proceso, la culebra de los
ismos, yo los veo más bien como el ritmo violento y desacompasado de
lo esquizoide, de un <i>hegelianismo mecánico</i>
de manera chirriante. El ir y venir de la pelota de tenis entre golpe
y golpe, y a veces sin vida después de un fallo. Se me ocurre otro
símil: el movimiento de un dado, de seis caras, claro; jugando con
él se tiene la impresión de que es un objeto móvil, fluido y lleno
de complejos matices; pero al caer muerto entre el tres o el cuatro,
entre el seis o el uno, hay la sensación de un torpe y trágico
destino gravitatorio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> El
<i>homo ísmico</i> más que
un positivista es un ser nervioso, un loco sonriente y deportivo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Así,
pues, el elemento específico a definir sería la posterior
relajación, el momento de la digestión. También habría que
concretar el tipo de hombre resultante: arriesgaría un apelativo
para este nuevo ser, el de <i>homo flotador</i>;
más adelante pasaré a explicarlo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> El
hombre se ha parado, o más bien lo han parado, pero no se ha
tranquilizado. Lo más característico de este nuevo prototipo en el
que nos estamos convirtiendo es su condición de ser limitado, <i>de
estar siendo limitado por una multitud</i>
de situaciones: en la tierra no cabe más gente, las materias primas
no son eternas, las guerras totales definitorias no son posibles, los
arcanos mitológicos se han vaciado, el progreso <i>corrompe
la atmósfera y de alguna manera habrá</i>
que pararlo, <i>la revolución ha terminado por ser</i>
una idea romántica, etc.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>Eclecticismo y
clasicismo.</b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Actualmente,
en las artes plásticas se habla mucho de <i>eclecticismo</i>, y
algunos osados incluso de nuevo <i>clasicismo</i>. En cuanto al
<i>primero estoy de acuerdo: si se encierran muchas ratas en un
espacio </i>pequeño, si se ponen muy nerviosas y si se mueven mucho,
termina por producirse una papilla <i>de ratas: es el eclecticismo
por obstrucción de futuro, por carencia utópica</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> En
cuanto al clasicismo, no, no creo que vivamos una época que pueda
destilar tan delicado licor; para ello haría falta una cierta
<i>serenidad, una manera lineal y prolongada de concebir el mundo</i>,
valores creíbles y creídos por una mayoría. Quizá pueda aflorar,
tan solo un nuevo <i>neoclasicismo decimonónico</i> envarado y de
cartón piedra. Yo llegaría a pensar, paradójicamente, que nuestro
cínico<i> posible clasicismo ha sido ese mundo épico de los ismos,
violentos, entrecruzados, chocando con ruido a latas</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> ¿Y
qué es el <i>homo flotador</i>? Es <i>aquel cuya estética, y por
tanto ética, es dejarse llevar, sobrevivir</i>, flotar, ni un
centímetro más alto o más bajo que el nivel del agua. No <i>en
vano la piscina verde purísimo</i>, iridiscente, es uno de nuestros
símbolos más queridos. Incluso flotar a veces es imposible. Nada de
metafísicas, y si las hubiera deberán estar envasadas,
pasteurizadas y ordenadas en los estantes del supermercado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> El
<i>homo flotador </i>padece el síndrome de Julio Iglesias: por fin
un arte democrático impuesto por el voto de la mayoría. Los
marxistas partidarios del realismo socialista no hubieran podido
nunca imaginar que el arte del pueblo podría llegar a ser una
realidad por tal camino. Nada de epatadores y epatados; por el
contrario, todos juntos creando a través de la publicidad nuestros
ídolos favoritos. Ni un centímetro más ni menos del nivel del
agua.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Milenarismo,
sin duda; nuestro vicio favorito.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Ni
clasicismo ni maduro eclecticismo, dicen que ni vanguardistas, pero
¡qué hermosa y chirriante época para pintar un cuadro!</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-8286561934036531152015-02-01T14:51:00.001+01:002015-02-02T22:00:44.659+01:00Unos hacen propósitos y otros, pronósticos de año nuevo.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVwgb0AabbFaq4nnde_DOfEnTK99vI8JxqXUBR2qKKKXczi7kAuDvwtmq4H29v1pWgUCDDtfkEkASWZwvEXym1h5eQx0xvHhTrMe6D6TO1zk6jYDxxyZEkC4yPh6TASbM_psh8d2QHb27A/s1600/tumblr_mfvtonapjC1r7u6bvo1_500.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVwgb0AabbFaq4nnde_DOfEnTK99vI8JxqXUBR2qKKKXczi7kAuDvwtmq4H29v1pWgUCDDtfkEkASWZwvEXym1h5eQx0xvHhTrMe6D6TO1zk6jYDxxyZEkC4yPh6TASbM_psh8d2QHb27A/s1600/tumblr_mfvtonapjC1r7u6bvo1_500.gif" height="280" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Arial;">Alexander
Scott es mi bloguero preferido. En enero del año pasado escribió </span><a href="http://slatestarcodex.com/2014/01/28/predictions-for-2014/" style="font-family: Arial;">una lista de
predicciones para 2014</a><span style="font-family: Arial;"> donde asignaba una probabilidad entre 50% y 100% a
que cierto evento hubiera sucedido o siguiera sucediendo en un periodo de doce meses. La
lista incluía desde vaticinios sobre política exterior hasta alguno sobre
asuntos personales, desde la probabilidad de que la guerra civil siria
continuara en activo en enero de 2015 (60%) hasta la probabilidad de que él
mismo siguiera viviendo un año mas tarde con Ozy, <a href="http://slatestarcodex.com/2014/08/20/ozys-anti-heartiste-faq/" style="font-family: Arial;">su follamiga sociópata </a></span><span style="font-family: Arial;"><a href="http://slatestarcodex.com/2014/08/20/ozys-anti-heartiste-faq/" style="font-family: Arial;"><i>camgirl </i>graduada en estudios de género</a><i> </i></span><span style="font-family: Arial;"> (80%).</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Curiosamente no acertó esta última predicción, pero sí
aquella primera, del mismo modo que acertó su augurio sobre la supervivencia
del gobierno iraquí (60%) y sin embargo anticipó equivocadamente sobre sí mismo
que consumiría al menos un nootrópico semanal durante la segunda mitad de 2014
(50%), lo que confirma mi intuición de que nos sentimos más seguros sobre lo
que va a pasar en Oriente Próximo que sobre lo que nos va a pasar a nosotros,
lo que no implica que sepamos más sobre Oriente Próximo, sino seguramente menos.
(Nota mental: defínase ese “nosotros”.)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">El hecho de que Scott hubiera asignado sus
probabilidades de una forma relativamente homogénea por deciles (8 predicciones
con una probabilidad del 50%; 9 con una del 60%; 8 con una del 70%; etcétera)
permitía comprobar hasta qué punto la probabilidad esperada para cada predicción
individual se corresponde con el grado de acierto de su correspondiente decil. Y
así se ha hecho. Estos son los resultados:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7VjF8f0cNURrHt4ED21ZaqlgSEpGeQw2aMk_LHT74CA6KxJgXEvHDCRkyi9j3yeQa2bBIjgaGs_6rbtS7uMSUVhJnXL0B3troPL0IR75wykvqKBngtnx40y3HkH1qk5n2rPQH-p8NvEFv/s1600/caligraph2014.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7VjF8f0cNURrHt4ED21ZaqlgSEpGeQw2aMk_LHT74CA6KxJgXEvHDCRkyi9j3yeQa2bBIjgaGs_6rbtS7uMSUVhJnXL0B3troPL0IR75wykvqKBngtnx40y3HkH1qk5n2rPQH-p8NvEFv/s1600/caligraph2014.png" height="340" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-size: large;"><i>Of predictions at the 50% level, 4/8 (50%) were correct<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-size: large;"><i>Of predictions at the 60% level, 7/9 (77%) were correct<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-size: large;"><i>Of predictions at the 70% level, 6/8 (75%) were correct<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-size: large;"><i>Of predictions at the 80% level, 12/15 (80%) were correct<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-size: large;"><i>Of predictions at the 90% level, 7-0 (100%) were correct<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-size: large;"><i>Of predictions at the 95% level, 5-0 (100%) were correct<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-size: large;"><i>Of predictions at the 99% level, 6-0 (100%) were correct</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Como
puede verse, Scott ha subestimado la probabilidad de sus predicciones,
especialmente las del segundo decil, que están 17 puntos por encima de lo
esperado, pero teniendo en cuenta que él mismo contempló la posibilidad de subestimación
en la última de sus predicciones (“<i>59. I
will end up being underconfident on these predictions: 50%</i>”) y dada la
sorprendente adecuación alcanzada en el cuarto decil (12/15; 80%) tenemos que
quitarnos el sombrero ante este caballero. (Por cierto que subestimar la
probabilidad de la predicción que predice la subestimación de la probabilidad
las predicciones, incluyendo a esa misma predicción subestimada dentro del conjunto de las predicciones subestimadas, como hace Scott cuando atribuye una probabilidad del
50% a su última predicción, es un ejemplo de predicción que debería aparecer en
un libro de Douglas R. Hofstadter.)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Siguiendo el ejemplo de Scott, he escrito mi propia lista
de predicciones para 2015, a sabiendas de que intentar anticipar el futuro sin
explicar qué hechos y qué teorías justifican mi anticipación tiene tanto valor
científico como consultar al oráculo de Delfos, con la salvedad de que aquí
nadie se consulta sino yo mismo quien a mi mismo me consulto, ganando en
autoconciencia lo que pierdo en probidad científica y seguramente en capacidad
profética, intuyendo que los individuos se diferencian no tanto por sus deseos
(¿quién no desea el fin del hambre, la guerra y la pobreza?) cuanto por su
expectativa en que tales deseos se hagan realidad y que uno es bastante
pesimista en general. Unos hacen propósitos y otros, pronósticos de año nuevo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"> Una vez divididos en 10 sobre temas
personales, 10 sobre política interior, 10 sobre política exterior, 5 sobre
economía y una inevitable broma final, estas son las probabilidades que yo
atribuyo sobre el hecho de que el 1 de febrero de 2015, dentro de doce meses:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial;">1.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo no haya
terminado mi tesis doctoral: 90%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">2.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo no haya
publicado un libro propio: 80%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">3.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo haya
publicado más de 80 posts en Castra Castro: 60%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">4.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo haya
publicado un artículo académico: 90%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">5.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo viva con mis
padres: 90%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">6.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo siga saliendo
con mi actual pareja: 60%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">7.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo siga grabando
programas de radio: 80%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">8.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo haya
aprendido a leer en un nuevo idioma: 50%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">9.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">Yo no haya
viajado salvo por familia o trabajo: 80% <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">10.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Yo no haya consumido cocaína: 99%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">11.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">España siga siendo una monarquía: 99%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">12.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Podemos no haya ganado las elecciones generales: 70%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">13.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Podemos haya ganado alguna elección autonómica: 60%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">14.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">PP y PSOE se hayan coaligado en las elecciones
generales: 70%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">15.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Cataluña no se haya independizado: 90%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">16.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Euskadi no se haya independizado: 99%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">17.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Andalucía no se haya independizado: 99,99%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">18.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Haya más de 50 mujeres muertas por violencia de género:
80%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">19.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Haya más de 1.100 muertos por accidente de tráfico: 50%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">20.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Juan Carlos I haya muerto: 50%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">21.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">EEUU no haya realizado una intervención terrestre: 80%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">22.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Francia sí haya realizado una intervención militar
terrestre: 60%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">23.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Rusia sí haya realizado una intervención militar
terrestre: 70%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">24.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">China no haya realizado una intervención militar
terrestre: 80%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">25.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Israel haya bombardeado Gaza: 70%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">26.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">La guerra sirio-iraquí continúe: 70%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">27.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">La guerra ucrano-rusa no continúe: 60% <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">28.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">La guerra centro-africana continúe: 90%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">29.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">El gobierno afgano no haya caído: 50%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">30.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">No haya un atentado terrorista en Europa o EEUU: 50%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">31.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">El índice de Bitcoin esté por debajo de los 500€: 60%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">32.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">La inflación en Venezuela supere el 100%: 50%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">33.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Haya más de 5 millones de parados en España (según la
EPA): 90%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">34.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">El PIB de China crezca menos del 8%: 70%<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">35.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Grecia no haya salido del euro: 80%</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.4pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.4pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">36.<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Yo haya sobrestimado mis predicciones: 99%<o:p></o:p></span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-36745975623885349852015-01-28T15:49:00.000+01:002015-01-30T10:58:02.164+01:00Auge y caída de Madrid.<blockquote class="tr_bq" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; font-style: italic;">He aquí un artículo que escribí la primavera pasada sobre la presunta decadencia de Madrid, entonces un tema relativamente actual, que desde entonces ha estado reposando en la nevera de una revista, a la espera de su publicación, hasta que finalmente ha pasado la fecha de su caducidad y se ha visto abocado al mismo proceso de corrupción sublunar que señalamos aristotélicamente en el texto: los juicios sobre Madrid (a favor, en contra o neutros) el viento se los lleva todos sin remedio. En el artículo se cita el libro Thomas Piketty en francés no por esnobismo, que también, sino porque ese era el idioma en que yo lo había leído y todavía no se había traducido ni al castellano ni (creo recordar) al inglés; eso que me hubiera ahorrado. Lo mismo puede decirse de Victor Lenore, cuya opinión sobre la música hipster sí requería por aquel entonces de presentaciones y preliminares; no era una idea innata surgida por ciencia infusa. Supongo que habrá cientos de incorrecciones como éstas. Calificar a Pablo Iglesias </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; font-style: italic;">“</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; font-style: italic;">bestia parda de las tertulias</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; font-style: italic;">” y publicarlo una semana</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; font-style: italic;"> después de la cantada histórica de llamarle </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; font-style: italic;">“don Pantuflo</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; font-style: italic;">” a Eduardo Inda en</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i> La Sexta Noche, un suicidio mediático en toda regla, más que incorrecto suena a juicio intempestivo, o visto desde otro punto de vista, absolutamente profético. Uno es hijo de su tiempo, pero el texto es eterno. Pasarán los años, nos olvidaremos, ¿será posible?, de Pablo Iglesias y de Eduardo Inda, pero ahí seguirá el texto. En Castra Castro somos muy amigos, ¡qué remedio!, del texto sin salario ni lector. Apiádense de este caso.</i></span></blockquote>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3Ij_LrXyeqDQDWmbJffInzhm61oc4562_31RJP580EgOKV2Adq7nQGZg17TktCZWv_egwkTuBfGdCK8zDsjeXqCARxNBKvAe5cE3hnQ4OwJgRufX0Gzf0UrfPiZwv5dpWEBspgs7aZK0p/s1600/la+foto+mordor.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3Ij_LrXyeqDQDWmbJffInzhm61oc4562_31RJP580EgOKV2Adq7nQGZg17TktCZWv_egwkTuBfGdCK8zDsjeXqCARxNBKvAe5cE3hnQ4OwJgRufX0Gzf0UrfPiZwv5dpWEBspgs7aZK0p/s1600/la+foto+mordor.jpg" height="400" width="400" /></span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">I.</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> La ambigüedad característica del
Anticristo, retratado en <i>El día de la
bestia</i> (Alex de la Iglesia, 1995) como un niño vagabundo que quizás traiga
el Armaggedon, pero también la salvadora <i>παρουσία</i>,
planea últimamente sobre la ciudad de Madrid, asolada por una depresión
económica que algunos perciben como oportunidad y el resto, la mayoría, como
desastre. Cualquier estado de la mente es transitorio, sin embargo, y los
medios de comunicación pasan del pesimismo a la euforia —véase el caso de <i>Podemos </i>o del Atlético de Madrid— en
menos que Herman Tertsch cambia de opinión sobre la prostitución en Eurovegas.
¿Cómo entender estos vaivenes de la opinión pública? Vamos por partes. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> En octubre de 2013 El País publicó un
reportaje de Rafael Méndez y Álvaro de Cozar sobre la decadencia de Madrid. El
ABC respondió con un editorial donde decían que esta “gran capital europea</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">”</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> había sido la primera en salir de la recesión, que su renta per capital es un
38% superior a la media nacional y que concentra el 68% de toda la inversión
extranjera en España. Dejando de lado la referencia inútilmente performativa a
la salida de la crisis, pensar que la realidad se ajusta a tus deseos o a las
declaraciones del gobierno no deja de ser un síntoma de psicosis más que otra cosa, los
términos de la repuesta cavernaria tenían cierto aire de coña: la inversión
extranjera, como muestra Thomas Piketty en </span><i style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Le
capital au XXIe siècle</i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">, cumple una función menor en las economías boyantes
y saneadas; concederle importancia demuestra hasta qué punto nos peleamos los
españoles por las migajas del pastel y el dato de la renta per cápita no
explica cómo se distribuye la guita y quién la ha ganado exactamente. Guinea Ecuatorial tiene una renta per cápita de 34.000 €; Madrid de 31.500 €. Si no sumamos los apellidos de
las grandes fortunas y restamos los porcentajes de desigualdad, estas cifras no
dicen mucho.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> No se hizo esperar la respuesta de la
izquierda cuarentona madrileña, desalojada de las instituciones desde mucho
antes del Tamayazo, pero notablemente revoltosa en las calles y en los textos
desde que sus miembros tenían 20-30 años. Con motivo por ejemplo del 11M.
Aquella manifa convocada via SMS la noche previa a las elecciones generales de 2004
reclamado veracidad sobre los atentados de la estación de Atocha pasará a los
anales del movimiento como paradigma de tecnología políticamente aprovechada.
Nada menos que la Comuna de MAD, según Toni Negri. O el No a la Guerra, que fue
el momento de confluencia de una serie de luchas que durante la
primera década del milenio sostuvieron agentes (en materia ambienta, política o cultural)
como Ecologistas en Acción, Rompamos el Silencio o La Dinamo, por decir uno de
cada palo. La respuesta izquierdista a El País, en realidad una precisión sobre
las premisas sociata-liberales del reportaje, estaba firmada por el
Observatorio Metropolitano, artífice entre otros libros de <i>Madrid, ¿la suma de
todos?</i>, un estudio del paradigma madrileño de especulación inmobiliaria, cuya
versión extendida para la totalidad del capitalismo hispano reciente
(1959-2010) la tradujo la <i>New Left Review</i>
a raíz del 15M.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> El Observatorio Metropolitano comenzaba
subrayando la ausencia de una prensa local como factor central de la identidad
madrileña, demasiado asociada con el gobierno como para distinguirse con una
narrativa municipal propia. Y tienen razón. Pero resulta curioso que quienes
más hicieron porque hubiera un sistema de publicaciones independiente de los
beneficios comerciales y las limosnas autonómicas, ofreciendo libremente sus
contenidos y generando contrapesos a la influencia de la publicidad en la
prensa digital gracias a las suscripciones, el crowdfunding o las plantillas de
personal mínimo (véase el pionero rebelion.org, que lleva desde 1996 sin
gastarse una peseta en remunerar las colaboraciones, o recientemente eldiario.es, que se aplica el cuento de la
transparencia y publica anualmente sus balances de ingreso y gasto: dos
propuestas de información que terminan volviéndose modelos de emprendizaje capitalista,
el primero abriendo la veda de lo que es hoy escribir sin cobrar en Internet,
la visibilidad como único salario); resulta curioso —digo— que los miembros del
Observatorio Metropolitano, que publican con Traficantes de Sueños, la
editorial por excelencia del copyleft, no atribuyan la categoría de prensa
local a todas las cabeceras que han ido surgiendo al calor primero de la
cultura libre, principal campo de lucha contra el gobierno socialista (Ley
Sinde) antes del estallido de la burbuja urbanística, y luego del contexto
pos-15M: son periódicos como Diagonal, Madrilonia o La Marea (por no hablar del
canal de televisión vallecano —TeleK— donde se forjó esa bestia parda de las
tertulias llamada Pablo Iglesias, junto con los habituales de La Tuerka CMI)
los que han ido formando una narrativa madrileña subterránea sin necesidad del
chovinismo pueblerino (siempre he pensado que la ventaja de ser madrileño y de
izquierdas es ahorrarse el sentimiento de pertenencia de otras CCAA, que tu
prensa local hable de cosas más allá de tu nariz) ofreciendo la información que
permite contestar a El País con algo más que el sentimiento de superioridad que
suele gastar el Observatorio Metropolitano con sus oponentes ideológicos.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Hay que decir que el tiempo juega a favor
de los prudentes que esperan sentados en la puerta de su casa a ver pasar el
cadáver del enemigo: los replicadores y replicantes de El País no podían prever
que la imagen que ilustraba el reportaje, la Puerta de Sol hasta arriba de
detritus, se volvería en cuestión de meses en un emblema del triunfo plebeyo.
La huelga de basuras, una marea sin color. A todo esto, ¿cuál es el pigmento de
la suciedad? ¿Verde moco? ¿Marrón mierda? ¿Amarillo grasiento? Tanto monta, el
caso es que su victoria constató el poder de presión de la logística, el punto
ciego de las economías dizque posfordistas, que todavía requieren de los
servicios de transporte y de limpieza para seguir con las cosas de la <i>iEconomy</i>. El contraste con los mineros
asturianos que lucharon y perdieron, a pesar de haberlos recibido la multitud
con fuegos de artificio cuando marcharon hacia Madrid, cruzando en Moncloa el
Arco de la Victoria Facha entre gritos de “Madrid / obrero / saluda a los
mineros”, no puede ser más elocuente: desde el punto de vista del turismo,
columna del desarrollo de Hispañistán, no todos los cuellos azules valen lo
mismo. Limpieza sí, minería no.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Lo que sí resultaba predecible era el
éxito de la marea blanca. A diferencia de su homóloga educativa, larvada por la
sospecha de ineptitud que los alumnos suelen proyectar sobre unos funcionarios
visiblemente desorientados por las tropecientas reformas de enseñanzas medias
como hemos visto, mayoritaria y finalmente acomodados a la formación del mínimo
esfuerzo (todo afecto y dogma, los psicopedagogos les enseñaron a enseñar sin
tener antes que saber o aprender: malabarismo epistemológico a la altura del
maestro ignorante de Jacques Ranciere), la marea blanca sí que luchó contra un
atraco a mano armada. El modelo Alzira de
privatización/externalización/partenariado. <i>You
name it</i>: el hospital de Collado Villalba, cuya apertura estaba anunciada
para 2012, sigue virgen mientras redacto esta frase y cuesta 9000.000 € cada
mes que IDC Salud se embolsa por gestionar un edificio fantasma. El descalabro
del copago sanitario, sin embargo, tuvo mucho de división interna del PP, cuya
mano izquierda (extractiva) desconoce las operaciones de su mano ultraderecha
(españolista). Que por mucho que Cesar Molinas recurra a la palabra de Daron
Acemoglu y James Robinson en <i>Why Nations
Fail?</i>, las tan traídas y llevadas élites extractivas carecen de objetivos
clasistas uniformes y quien se desea, se pelea. Así Javier Fernández-Lasquetty,
barón de Sanitas y Adeslas en Madrid, decidió imitar el euro por receta de la
Generalitat justo cuando los abogados de Marino lo estaban denunciando ante el
Tribunal Constitucional por vulnerar la igualdad de todos los españoles (a
buenas horas con esas) y el privilegio impositivo del Estado (a Mariano lo que
es de Mariano). Conclusión: la capital del Reino, punta de lanza del movimiento
soberanista contra el gobierno. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Están locos estos neoliberales.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/uuo3LR3KUVc/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="http://www.youtube.com/embed/uuo3LR3KUVc?feature=player_embedded" width="320"></iframe></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: center; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: center; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">II.</span></b></div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Los reporteros de El País manifestaban su
preocupación porque “Madrid tampoco tiene una marca, una postal que identifique
la ciudad, un relato que la haga conocida e interesante”. Es una llorera
habitual. El ideal regulativo de la ciudad-postal parecía reclamar la
existencia a fines del siglo pasado de edificios elevados que los guiris puedan
siluetear y mandar corriendo a sus parientes. Los cuadros del Museo del Prado
satisfacían la máxima de Horacio, entretienen enseñando y lo hacen en voz
bajita, pero está visto que no daban la talla como skyline. Una vez tuvimos los
deseados rascacielos, Florentino Pérez mediante, las élites se vieron en el
brete de tener que rellenar de contenido ese páramo norteño llamado Business
Area, donde las hienas acechan día y noche. Llegó la obsesión por el
storytelling. Si no podemos ser NYC, la ciudad del cristal puesto en vertical,
tengamos un concepto de pertenencia indefinido como el “I Am Sterdam”. Así
podría reconstruirse la sinapsis neuronal que lleva a Oliva Muñoz-Rojas, la
experta en ¿sociología? que entrevistan para el reportaje de El País, a decir
que “Madrid es cool en si misma” precisamente porque carece de toda pretensión.
De toda narrativa.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Quizá tenga razón. El frenesí cultural
berlinés posterior a la caída del muro debe mucho a la falta de interés en
planificar que mostraron los dirigentes políticos, demasiado ocupados con los
problemas de unificación administrativa y transición a la economía de mercado
como para molestarse en desalojar a los okupas que se hacían cargo de los
edificios abandonados. Íbidem puede decirse de Nueva York: la acuñación del I
(love) NY por Milton Glaser, inspirado por la campaña publicitaria del Estado
de Virginia, que desde 1969 buscaba ganarse las pingües visitas de los hippies
con el lema “Virginia is for lovers”, lejos de reflejar el triunfo del verano del amor,
constataba su decadencia: en 1977 las finanzas de la alcaldía estaban en
quiebra mientras los clubes empezaban a vencer el pulso que tenían con los
conciertos típicamente sesenteros. Los logos para turistas, igual que la
lechuza de Minerva, levantan el vuelo demasiado tarde. El caso más extremo de
desfase tuvo lugar en los años 50, cuando algunos anglosajones siguieron
comprando la imagen de París, metrópoli de la vanguardia, y aguardaban cruzarse
con Ernest Hemingway en la rivera izquierda cuando este andaba en su periplo
taurino por España y aquella, la maltratada vanguardia, se la habían vendido a
los neoyorquinos a cambio de una victoria aliada. ¿Y qué es la Movida Madrileña
sino la rentabilización política de una efervescencia sociocultural que viene
de mucho atrás y que Tierno Galván no inventa sino simplemente instrumentaliza
a su favor? <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Sin embargo, los articulistas parecen
molestos porque lo más reconocible de la capital sean los azulejos de imitación
del 100 Montaditos. Madrid = ciudad de franquicias. Valorar esta asociación
como algo negativo en nombre de alguna especie de mística del pequeño comercio,
más celebrado cuanto menos concurrido, suele ser signo de hipocresía, como si
la cerveza barata que los 100 Montaditos ofrece tirada en jarra no fuera un
signo de la integración europea, exótica cara a la galería, que reclaman las
agencias de viajes para España. Nos tragamos nuestras propias patrañas:
curiosamente, los consumidores preferenciales de estos establecimientos son
población nativa, lo que constata que una mentira contada dos veces se vuelve
realidad. Al menos para el mentiroso. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> La comparativa con Barcelona es
inevitable, porque aquella se vende como una ciudad hasta arriba de bares
customizados donde puedes estar tomando birras hasta altas horas de la noche,
frente a los estrictos horarios madrileños. Nada más lejos de la verdad: si hay
una alcaldía paranoide con el civismo en el espacio público, esa es la de
Barcelona, que desde mucho antes de los Juegos Olímpicos apostó por extender un
modelo de plaza dura que facilitara la circulación, evitando los trapicheos ocultos
de las zonas ajardinadas, lo que supuso la inmediata conversión de la ciudad en
un skatepark mastodóntico. Fue peor la cura que la enfermedad, al menos desde
el punto de vista del vecindario, porque la oleada masiva de skaters puso al
alcalde en una situación comprometida. Podía apoyar a los skaters, consumidores
ostentosos y nuevo emblema de la ciudad, o a los habitantes de la ciudad, que
en última instancia son los que votan cada cuatro año y le renuevan en el
puesto. La solución de compromiso consiste en estipular penas de hasta 1.500 €
por patinar que nunca se aplican, apenas sobre cuatro chivos expiatorios.
Madrid va a la zaga en la conversión del espacio público en un solar donde
grabar spots de publicidad, pero buena parte de la deuda de 7.000 € que dejó
como legado Gallardón se invirtió en soterrar autopistas y calles para dejar
espacio a la tierra prensa y el granito, como es el caso de Madrid Río o el
Paseo de la Castellana.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> En el ámbito musical, el crítico musical
Victor Lenore ha subrayado la decadencia y recuperación del hipsterismo
madrileño, articulado en torno a locales como el Wurlitzer o la sala
Maravillas, abierta de nuevo esta última después de varios meses cerrada por
rentabilidad deficiente. Un eterno retorno medio zombie del elitismo gafapasta
que Lenore contrapone a sitios como Fabrik, la discoteca poligonera por
excelencia, de forma un tanto maniquea. Hay que recordar, como señala Eloy
Fernández Porta, que los llamados hipsters, lejos de ser aristócratas que
humillan a los situados inmediatamente después en la cadena social, es gente
que ha comprado su vuelo de ida a la clase media a través del consumo ostentoso
de ropa y cultura. Pero hay algo de verdad. Sinónimo de bondad clasista para
todo aquel que conceda carta blanca de autenticidad proletaria a los pokeros,
es cierto que Fabrik ha pasado sin pena ni gloria por la prensa musical
española a pesar de obtener repetidas veces la distinción de mejor sala tecno
del año en Europa que concede la revista DJ Mag. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Nos gustaría hablar de espacios
underground en la estela de La Faena II, un garaje en el barrio de Suanzes
donde la teoría de David Byrne sobre los espacios, que cada música tiene el
suyo, se hace patente, pero se trata de un caso aislado. La novedad de Madrid
es la falta radical de espacios musicales con menos de treinta años a las
espaldas, una carencia que tiene unos efectos particulares. A falta de espacios
públicos para escuchar música, la gente suele practicar el llamado sodcasting,
escuchar música a todo tren desde el móvil. Lo que ha generado respuestas como
el movimiento MEMPEC (Métete El Movil Por El Culo) o el Semilla Boombox en
Villaverde Alto: un sistema de altavoces en una cancha de baloncesto donde
puedes reproducir música desde tu móvil. El problema es que hay gente que quiere
escuchar el “Cara al Sol” y no son una minoría; durante varias semanas
estuvo sonando de manera ininterrumpida el himno de la falange. Dentro del
apartado sonoro también estarían proyectos como SoundReaders, que intentaron
recuperar la memoria auditiva del Matadero, una vez convertido en avanzadilla
de la gentrificación hipster en el barrio de Arganzuela, entrevistando a los
jubilados que trabajaron como matarifes en el edificio: una reflexión sobre la
reconversión industrial española, varias décadas después de las medidas de
Solchaga.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> El mínimo común denominador de la escena
cultural emergente madrileña seguramente sea la mentalidad empresarial,
revestida del discurso de la knowledge economy. Un ejemplo sería el Vivero de
Iniciativas Ciudadanas, que pretende poner en contacto iniciativas barriales de
apropiación del espacio público con el mismo espíritu de las Credital Default
Swaps de Wall Street. Otro caso serían los espacios de coworking: solo seis
años del arranque del fenómeno, somos el tercer país con más centros de este
tipo, 10 más en Madrid que en Barcelona, y se calcula que hay unos 7.000
freelances y startups, nombre finolis para el autónomo y la pequeña burguesía
de toda la vida. Uno de los centros de coworking más concurridos está pared con
pared con el MediaLab Prado, un espacio de trabajo multimedia que encarna todas
las tensiones irresueltas de lo que se llama el procomún. Tachado de
neoliberales y promotores de la irresponsabilidad estatal por los apocalípticos
(en el sentido de Umberto Eco) de la revista Brumaria, los defensores del
procomún suelen sacar adelante proyectos empresariales con externalidades
culturales positivas. En el caso del MediaLab, puede haber en paralelo una
fiesta de Mahou y un congreso de Sociología Ordinaria, montado por Amparo Lasen
y Elena Casado. Todos estos sitios se venden como plataformas de acumulación de
capital social, motores del networking colaborativo, pero los rendimientos
económicos de tanta brainstorm están todavía por demostrar; por ahora solo
puede decirse que la gente paga para no estar sola y obligarse a quitarse el
pijama. Como pasa con el gimnasio, el coworking es la cara B de una vida
sedentaria marcada por los contactos personales de superficie. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
</div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-34316819327097608692015-01-27T17:09:00.001+01:002015-01-27T17:10:17.201+01:00Ficcion y aflicción.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDN4FdyS5CAQAbS47Lck59PggHEqnrNj5pZaBmX2BF2lZkPE8Z-FJ7WUAL2n11lSpZh98W95hnVH6qiXlRw6XozCWjP1cG-Ru9zFbVDCdStuISFsUJysncUEHiHbIEP0-YvkOtMlNiLhZU/s1600/PN874_G.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDN4FdyS5CAQAbS47Lck59PggHEqnrNj5pZaBmX2BF2lZkPE8Z-FJ7WUAL2n11lSpZh98W95hnVH6qiXlRw6XozCWjP1cG-Ru9zFbVDCdStuISFsUJysncUEHiHbIEP0-YvkOtMlNiLhZU/s1600/PN874_G.jpg" height="400" width="253" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Julian Barnes
ha escrito una novela que pasará a la historia como uno de los clásicos de la
literatura sobre el duelo junto con <i>Una
pena en observación</i> de C. S. Lewis y <i>El
año del pensamiento mágico</i> de Jean Didion, entre otras cimas de ese género
a caballo entre la autobiografía y la imaginación que se viene llamando <i>autoficción</i>, que en este caso también
tiene mucho de <i>autoflicción</i>, la
capacidad que caracteriza a la escritura en tanto que provocación a provocación
de emociones se refiere. Niveles de vida no es un título más dentro de la
dilatada trayectoria novelística de Julian Barnes, un título menor, pensarán
los que hayan leído la solapa, a juzgar por su extensión, su temática y los
premios que ha recibido, que por el momento son cero. Todo lo contrario: es
justamente la falta de reconocimiento oficial, la extensión comedida y la
temática absolutamente personal, casi intransferible, lo que hace de este texto
el más personal de los que ha escrito Julian Barnes. Todo lo demás, los
galardones y la presentación en sociedad, es puramente contextual, como aclara
cuando habla de la caída de Lehman Brothers: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“Decían que
todo el sistema financiero quizá estuviese a punto de desplomarse y arder, pero
no me inquietó. Si el dinero no había podido salvar a mi mujer, ¿para qué
servía y qué sentido tenía salvarle el pellejo al sistema? Decían que el clima
del planeta estaba alcanzando un punto sin retorno, pero si por mí fuese bien
podía llegar a ese punto y sobrepasarlo.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Y es que <i>Niveles de vida</i> versa en realidad sobre
la muerte de la esposa de Julian Barnes. La composición deslavazada de la
novela revela que estamos ante un Frankenstein sentimental compuesto a partir
de una confesión muy íntima sobre lo que supone perder a un ser querido. Es la
tercera parte de la novela la que contiene el cogollo de la cuestión. Las
reflexiones previas, sobre ir en globo, Nadar, Victor Hugo y la lucha del
hombre contra el principio de gravedad, no hacen sino anticipar metafóricamente
el abismo (la gravedad emocional) que se abre bajo los pies del protagonista en
las últimas cincuenta páginas del relato. Si la pregunta principal de la
posmodernidad, según Jean Baudrillard, era ¿qué hacer después de la fiesta?, la
pregunta que gravita sobre Julian Barnes es ¿qué hacer después de la muerte?
Huelga decir que la muerte es siempre la muerte del otro. La imposibilidad
ontológica de vivir la muerte en carne propia es un tema que se remonta hasta
Epicuro. Derrida ha dedicado sus mejores páginas, las escritas con motivo de la
muerte de sus amigos, a demostrar —por decirlo en palabras de Protágoras— que
nada muerto nos es ajeno. Uno de los engorros de tener conciencia de la
identidad personal a través del tiempo es la observación de cómo desaparecen
todas las cosas. La ausencia del presente y la presencia de lo ausente se
llama, hasta donde uno alcanza, el recordar y tener memoria. No hace falta
acudir al verso de Rilke sobre el oído como el templo de los muertos para
saberlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La
aproximación de Julian Barnes es más intuitiva y seguramente genial. “Entonces,
¿cómo te sientes? Como si te hubieras caído desde una altura de sesenta metros,
consciente en todo momento, y hubieras aterrizado con los pies por delante en
un arriate de rosas, con un impacto tan fuerte que te ha clavado en la tierra
hasta las rodillas, y una conmoción que te ha reventado los órganos internos y
los ha proyectado fuera de tu cuerpo. Así se siente uno, ¿y por qué debería
parecer otra cosa?” A partir de este párrafo cobran sentido las conversaciones
ingeniosas de la segunda parte con Madame Sarah como protagonista, una
exhibición de la agilidad wildeana que caracteriza a Julian Barnes. Madame
Sarah es una <i>globonoica</i>. Literalmente
vive en las nubes. Quiere cumplir el sueño de Victor Hugo y François Aragó:
alcanzar la democracia a través de la ingravidad, un viejo sueño de la
izquierda. No hace falta recordar las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero
en la cumbre de Copenhague de 2010 para recordar que la Tierra carece de dueño;
como mucho será cosa del viento. Esto engarza con el aristotelismo que
contienen las abuelas: toda entidad sublunar está sometida a la corrupción y
eventualmente a la muerte por culpa del tiempo. La vida son dos días, vaya.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Julian Barnes
tiene un sentido del tiempo revolucionario. Sitúa el año cero de su novela en
el momento de la pérdida. Su poética, en último término, es la de Machado: se
canta lo que se pierde, no tanto porque se quiera su retorno, sino más bien
porque "la naturaleza es tan precisa, duele exactamente como el valor de
la pérdida, así que en cieto modo disfrutas del dolor, creo". Estas son
las palabras de un persona que quisiera emular Orfeo, cuya hazaña no consiste
en bajar a las moradas de los dioses ctónicos o persuadirles de que liberen a
Eurídice, cuanto echar a perder todo lo conseguido por un momento de duda. Es
esa entrega incondicional a la duda, bastante próxima filosóficamente al
absurdo de Kierkegaard (recordemos que Abraham confía en el absurdo mandato de
sacrificar a Isaac como un cordero), la que está detrás de la posición
existencial del personaje principal de esta novela.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">A diferencia
de lo que sucede en <i>Una pena en
observación</i>, la magistral descripción de la relación que tuvieron C. S.
Lewis y Helen Joy Davidson Gresham, en Niveles de vida no cumple ningún papel
Dios. Si aquella era una relación típica de la década de los 50s, donde la
religión tenía una presencia relativamente importante, ésta, la relación entre
Julian Barnes, él mismo y su versión novelada, es radicalmente agnóstica en
cuanto a supuestos trascendentes se refiere. Aquí aparece finalmente la
dimensión sociológica del relato, por qué Niveles de vida tiene interés como
diagnóstico de la secularización que han atravesado las sociedades complejas,
especialmente las europeas. El cambio es drástico. Las metáforas de C. S. Lewis
son bíblicas; las de Julian Barnes paganas. Allí donde estaba la figura del
patriarca envejeciendo junto a la prole tenemos ahora una metáfora claramente
apolínea: el problema del amor consiste en elevarse y casi tocar el cielo. Como
Ícaro y sus alas de cera, mayor será la caida cuanto más alto hayas llegado.
Pero de fondo está la misma pregunta: ¿por qué quienes vivieron juntos han de
morir por separado? Romeo y Julieta ofrecieron una alternativa, no demasiado
esperanzadora, a este dilema. La novelización de la pena, la conversión del
duelo en tema de escritura, es la alternativa a la que recurre Julian Barnes,
con bastante éxito por cierto.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Igual que
sucede en <i>El</i> <i>año del pensamiento mágico</i>, el libro que Joan Didion dedica a la
muerte de los miembros de su familiar nuclear, su marido John Gregory Dunne y
su hija Quintana, el tema principal de Niveles de vida no es sino la
dependencia como categoría antropológica ineludible. Allí donde la Ilustración
y el nacionalismo enarbola la bandera de la independencia como ideal
regulativo, ya sea bajo la forma del individuo autónomo que se atreve a pensar,
ya sea bajo la forma del Estado soberano, la microhistoria de Joan Didion y
Julian Barnes apunta en el sentido contrario: la dependencia es ineludible en
tanto estamos unidos por lazos de solidaridad mecánica (que diría Durkheim) que
hacen imposible la vida digna, la vida buena sin cooperación. Este meme se
puede aplicar a todos los niveles: el libro que estoy leyendo ni lo he escrito,
ni lo he editado, ni lo he traducido yo. Dependo de mis iguales a través del
mercado igual que dependo, en un nivel más profundo, emocionalmente de mis
allegados. Como tantas otras cosas, también la relación que existe entre vida
personal y profesional es objeto de reflexión en esta Summa de la aflicción que
es el libro de Julian Barnes: “Los que lloran al amado son autónomos. Me
pregunto si los que lo son realmente se las arreglan mejor con el luto que los
que van a trabajar a una oficina o a una fábrica. Quizá también haya
estadísticas sobre esto”. Seguramente las haya, pero hay que recordar, antes de
consultarlas, la profunda lección de Julian Barnes, deudor sin saberlo de las
coplas de Jorge Manrique: la existencia del ser humano no puede agotarse en
términos puramente cuantitativos, en términos de una fecha de nacimiento y otra
de muerte, porque los muertos siguen presentes, aunque sea en la memoria de los
que quedan. Lejos de los debates sobre la esperanza de vida y la calidad de
vida, estos son los distintos niveles de los que quiere hablar Julian Barnes,
pues parece la muerte, desde el punto de vista de los que se quedan, no es
cuestión de todo o nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en <a href="http://www.fpabloiglesias.es/editorial/revistas/letra-internacional/23011_letra-internacional-119">Letra internacional</a>. Diciembre 2014.]</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-91495724246039429292015-01-19T13:12:00.003+01:002015-01-19T22:35:13.564+01:00The act of lying.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgUOsxEYhbWnL6WOc8u0QRwp5zY3n6-PKXpk7UTsDI57PB6K-hrW63bkUgJlUr4h86vw5afn2dkdDeS6qQWYEMvSdiGHnaI1r4X_y3i14JMl2cf7GLR5zM8J2GkEGO7eO5FrB-GRp9UfhA/s1600/cartel-ciutat-morta_6.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgUOsxEYhbWnL6WOc8u0QRwp5zY3n6-PKXpk7UTsDI57PB6K-hrW63bkUgJlUr4h86vw5afn2dkdDeS6qQWYEMvSdiGHnaI1r4X_y3i14JMl2cf7GLR5zM8J2GkEGO7eO5FrB-GRp9UfhA/s1600/cartel-ciutat-morta_6.jpg" height="320" width="218" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La reacción que ha causado la emisión televisiva de <i>Ciutat Morta</i>, el documental de Xavier Artigas y Xapo Ortega sobre un caso sonado de arbitrariedad político-policial-judicial en
Barcelona, desde los mozos de escuadra <a href="http://www.vilaweb.cat/noticia/4227645/20150118/sindicat-mossos-desquadra-qualifica-fantasia-film-ciutat-morta.html">diciendo por Twitter</a> que el contenido de la película era una rama de la literatura fantástica, pura ciencia ficción, como la metafísica según Jorge Luis Borges, hasta una Pilar Rahola que prometía escribir <a href="http://www.pilarrahola.com/3_0/ARTICULOS/default.cfm?SUBFAM&ID=354">un
artículo sobre el caso</a> y olvidaba que ya lo había escrito (como
para no olvidarse de esta perla sobre los observadores internacionales del proceso judicial popularmente conocido como <i>el caso 4F</i>: “los que han venido a acusarnos de racismo lo han
hecho desde un paradigma racista, la suposición de que, por ser argentino o
chileno, uno ya no puede ser culpable”), pasando por un Arcadi
Espada que se anticipa a la ocasión para reanudar su particular cruzada
freudiana contra las cosas que se alargan —primero fueron <a href="http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2013/07/29/los-morcillones.html">las
morcillas de <i>Jot Down</i></a> y ahora <a href="http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2014/12/08/empate-a-muertos.html">el
metraje de <i>Ciutat</i> <i>Morta</i></a>: el tamaño sí importa para
Espada, que las prefiere cortitas (las películas, quiero decir) no contento con los seis minutos
que los jueces censuraron para su emisión televisiva; seis minutos por cierto
cruciales para entender cómo funciona la lógica de la autoridad en el Reino de
España, en el de Catalunya y en de los cielos; un juez le dice a un poli: si lo
que dices es cierto, yo estoy prevaricando, ergo
lo que dices es <i>mentira</i> y criminal lo serás tú por ofensas a mi honor, pero si no dices nada (he aquí la perversión) serás un héroe; una pregunta a todo esto: por qué en el Reino de
España (y en el de etc.) falsedad es sinónimo de mentira en el lenguaje cotidiano, cuando en puridad mentir implica mucho más que decir cosas falsas, implica tener algo que
los españoles (y los etc.) rara vez tenemos, a saber, la posesión de la
verdad que se quiere ocultar, ignorar o malversar; pero esta frase ya se nos ha ido de las manos y Espada se nos enfada con algo así de largo— lo que me lleva a concluir rápidamente lo siguiente: la
gente ve la tele. Es más, ¿qué ve la gente si no es la tele? Quiero decir: el
contenido de <i>Ciutat Morta</i> ha sido
objeto de artículos de prensa (el de Gregorio Morán, por ejemplo, <a href="http://www.desmontaje4f.org/2011/11/muertes-de-perro-la-poeta-y-2/">aquí</a>),
vídeos en Youtube (<a href="https://www.youtube.com/watch?v=u6FmkvgLRi4">aquí</a>,
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=0oQtyIgaDUA">aquí</a> y <a href="https://www.youtube.com/watch?v=JYXp9MzZMeo">aquí</a>) y manifestaciones constantes durante poco menos que una década, el mes que viene se cumplen nueve años de los
eventos que se cuentan en la película, la propia película se estrenó
antes del verano pasado y está disponible en diversas plataformas digitales,
pero resulta que para muchos todo esto son buenas absolutamente nuevas. Como cuando se produjo el primer desalojo del 15M. La noticia es que hay polis que pegan. Lo
que me lleva a cuestionar, no ya la idea de democracia mediatizada, sino —más
modestamente y trayéndome la pelota a mi tejado— la ridícula noción de
actualidad que manejamos los que alguna vez hemos escrito para la prensa. En mi caso, reseñas de libros. El colmo de la inactualidad. Palabra escrita que versa sobre sí misma. Tarea doblemente infructuosa. Visto
lo visto, mañana escribo una recesión de las <i>Etimologías</i> de San Isidoro de Sevilla, de próxima adaptación audiovisual. <i>Keep watching.</i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/amXytLLPAOs?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-43408890030222375642015-01-16T14:56:00.001+01:002015-01-16T14:59:38.615+01:00Hacia una historia de la recepción. Edición, crítica y traducción.<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; line-height: 19.6000003814697px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">(Conferencia pronunciada en la Escuela de Escritores de Madrid el 14 de enero de 2015 a modo de presentación de la siguiente propuesta de taller, todavía pendiente de visto bueno para comenzar a impartirla, en esta institución o en cualquier otra que se preste a ello.)</span></span></blockquote>
</div>
<iframe frameborder="no" height="450" scrolling="no" src="https://w.soundcloud.com/player/?url=https%3A//api.soundcloud.com/tracks/186329143&auto_play=false&hide_related=false&show_comments=true&show_user=true&show_reposts=false&visual=true" width="100%"></iframe>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; font-variant: small-caps;">Historia de la
recepción (1600-2014).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>Taller de edición, teoría crítica y
traducción</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La
idea del taller es que los escritores asistentes se familiaricen con
herramientas filosóficas avanzadas como son la estética de la recepción, el
debate sobre la formación del canon literario, la diferencia entre semiótica y
hermenéutica o entre estudios orientalistas y teoría poscolonia, para que así
puedan aplicar estas herramientas a la compresión de la historia de la
literatura moderna, y sobre todo, a su lectura personal de los <i>modern classics</i>, como los llaman en el
mundo anglosajón, enriqueciendo de este modo la experiencia que supone
enfrentarse a los libros de referencia sabiendo por qué lo son, conociendo de
primera mano el contexto histórico de su recepción, qué editores, críticos y
traductores ayudaron a convertirlos en clásicos modernos, valga la <i>contradictio in terminis</i>, al mismo
tiempo actuales y eternos. O eso dicen ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El
taller tiene una estructura de seis sesiones, una de introducción a las teorías
que estaremos utilizando habitualmente en el curso del taller y cinco de
carácter histórico, divididas en países y siglos, empezando por la Gran Bretaña
del siglo XVII y terminando por la España actual, para que los escritores
asistentes tengan una idea no sólo de cómo editaron, criticaron y tradujeron a
Shakespeare, sino también como les editarán, criticarán y traducirán a ellos
mismos. Cada sesión, salvo la introducción, tiene un breve resumen para hacerse
a la idea de los temas, y puede acompañarse de una bibliografía recomendada de
unos cuatro o cinco libros, cuya lectura seguramente ayudará a contrastar y
comprobar lo dicho en clase, donde la discusión (tanto metodológica como de
fondo) será siempre bienvenida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="font-variant: small-caps;">0. Introducción.</span>
<i>Filosofía
avanzada para escritores avanzados.</i><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="font-variant: small-caps;">I. Gran Bretaña (s. xvii).</span> <i>Protestantes y católicos traduciendo a
Homero.</i><i><o:p></o:p></i></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
esta sesión veremos la disputa que tiene lugar en Gran Bretaña entre protestantes
y católicos sobre la correcta traducción de la <i>Ilíada</i>. Aunque parezca un tema abstruso y aburrido, la decisión que
toma Pope traducir a Homero con pareados heroicos marca un división de la
opinión pública libresca que luego vuelve a aparecer en la disputa entre
neoclásicos (los herederos de Johnson) y románticos (Wordsworth, Coleridge), o
en la creación del movimiento modernista (la primera antología del modernismo
se titula, recordemos, <i>Catholic Anthology</i>)
para hacer frente a los georgianos decadentes (<i>aka</i> protestantes) de finales del siglo XIX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">II.
<span style="font-variant: small-caps;">Alemania (s. xviii).</span> Krítica kultural<i> de la civilización.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
esta sesión veremos la acuñación del término <i>Kultur</i> por parte de los escritores, filósofos y pensadores alemanes
para hacer frente a la <i>civilization</i>,
identificada entonces con los modales franceses. Hasta finales del siglo XVIII,
Alemania será una nación literariamente dependiente de Versalles, pues sus
filósofos y escritores escribían preferiblemente en latín o en francés. Goethe,
Schiller, Fichte, Hegel y Hölderlin se revelarán contra esta dependencia. La
contraposición entre <i>Kultur</i> y <i>Civilization</i>, analizada en el primer
capítulo del libro de Norbert Elias, llegará hasta los nazis pasando por
Krauss, Wagner y Nietzsche, por mencionar un escritor, un músico y un filósofo
marcando el origen de los estudios orientalistas y la teoría poscolonial: el
esfuerzo de un conjunto de escritores por alcanzar una voz propia, una
independencia de las letras respecto de las fronteras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">III.
<span style="font-variant: small-caps;">Francia (s. xix).</span> <i>Censura,
ideología y opinión pública.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
esta sesión veremos la incidencia y la influencia que tuvieron en la opinión
pública francesa dos libros publicados casi el mismo año, <i>Las flores del mal</i> y <i>Madame
Bovary</i>, cuyos autores fueron llevados a juicio por obscenidad y escándalo,
creando de este modo la idea del escritor maldito, incomprendido, adversario de
la sociedad burguesa, moralista y analfabeta. Baudelaire y Flaubert nos sirven
como <i>pretexto</i> para analizar los
canales que conectan la literatura con la política y la producción de
ideología, una cuestión donde los paralelismos con la actualidad (revistas
secuestradas o censuradas) no faltan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="font-variant: small-caps;">IV. EEUU (s. xx)</span>.
<i>El
editor que corrigió a Keruac, Delillo y Carver.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
esta sesión quisiera exponer una tesis: Gordon Lish es el centro del canon
literario americano. El editor de Kerouac, Brodkey, Kesey, Cassady, Delillo,
Ford, Hempel y sobre todo Carver, cuyos relatos cortó por la mitad, reforzando
y hasta inventando su famoso estilo cáustico, es una figura crucial para
entender la influencia que ha tenido la univerisdad en la formación de buena
parte de los escritores americanos actuales, pues Lish no sólo editaba sino que
dirigía y sigue dirigiendo un famoso <i>Master
in Fine Arts</i>, el equivalente americano de nuestra Escuela de Escritores,
donde muchos autores actuales (Ozick, Price, Boyle, Kennedy, Hannah) empezaron
a dar sus primeros pasos. Escritura, edición y docencia se conjugan en Lish,
una figura imprescindible. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="font-variant: small-caps;">V. España (s. xxi).</span> <i>Cómo (no) nos venden la moto.</i></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
esta sesión veremos cómo funcionan los mecanismos de promoción dentro del
mundillo literario español, echando un vistazo a la invención de generaciones
por parte de suplementos culturales ávidos de noticias, repasando la acuñación
del término <i>Next Gen</i> por parte de
Random House Mondadori para vendernos la última hornada de autores americanos
(Foster Wallace y Franzen, sobre todo), analizando el boom y el crash de las
editoriales independientes, cual es el modelo de negocio de las librerías con
cafetería, qué papel desempeña la literatura dentro de las distintas formas de
ocio que tenemos a nuestra disposición, muchas de ellas pirateadas y gratuitas,
así como el papel de la crítica en Internet o la dificultad que tienen los
escritores españoles (de Marías para abajo, quiero decir) de encontrar
traductores a otros idiomas. </span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-39155078230109516362015-01-10T19:21:00.000+01:002016-09-03T22:04:15.602+02:00¿Hay precariedad en el mundo del arte? Charla en AKME 2014.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: left;">
<span style="text-align: justify;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Buenos
días,</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">ya
sé que lo habitual y lo educado en estos casos es agradecer la invitación de
los organizadores y la concurrencia del público que hoy nos regala su presencia
y espero que también su atención. Ya sé que los tratados de retórica clásica
recomiendan arrancar con una <i>captatio</i>
<i>benevolentiae</i> que aparente un vínculo
especial ilusorio entre nosotros. Ya sé que no tengo por qué hablar del dinero
que cuesta que yo esté aquí delante de vosotros. Pero no quiero engañaros. Yo
estoy aquí, entre otras cosas, porque me han pagado. Porque me han pagado dos
billetes de avión, una noche de hotel y unos honorarios. El coste total bruto
son 518,48 euros (240 de honorarios; 278,48 del avión y del hotel). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Milton
Friedman, el economista de la Escuela de Chicago que, entre otras cosas,
defendió el Impuesto Negativo sobre la Renta, el antepasado monetarista de la
Renta Mínima Garantizada que ahora mismo forma parte del programa económico de
Podemos, y esto lo digo para que luego nadie me acuse de citar a autores que no
son de izquierdas, Friedman —como digo— cobraba la entrada a sus conferencias a
precio de mercado, esto es, trasladaba a la concurrencia los costes de
producción y su margen de beneficio como buen empresario de las ideas que era.
Igual que Schopenhauer, por cierto, cuando siendo un simple <i>Privatdozent</i>, un mero profesor
particular que cobraba por horas a sus estudiantes, quiso y no pudo arrebatarle
su audiencia masiva a Hegel, a la sazón funcionario de la Humboldt berlinesa,
olvidando que en los estudios, como en todo, la Voluntad cuenta menos que el
Estado. Los argumentos de Friedman son los siguientes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/tV1qpIgQWzw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">La
pregunta que quisiera haceros es: ¿cuántos de vosotros estaríais dispuestos a
correr por cuenta propia con los gastos de este evento? Suponiendo que los
costes se dividieran entre las 24 personas que había en la sala al comienzo de
esta ponencia, aunque a estas alturas ya se habrán marchado los descontentos y
los indignados, suponiendo que no hubiera costes adicionales ni de localización
ni de transacción, que los organizadores fueran todos voluntarios y que el
edificio estuviera amortizado, ¿cuántos de vosotros pagaríais 22 euros por
asistir a una conferencia, no digo esta en concreto, que puede ser una mierda,
sino cualquiera entre todas las pronunciadas y por pronunciar? ¿Quién se gastaría 22 euros en una conferencia?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">¿Podéis
levantar la mano?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Cesar
Rendueles, el autor de <i>Sociofobia</i>,
piensa que el hecho de que ninguno de vosotros haya levantado la mano, pero que
tampoco nadie se haya levantado y se haya ido, el hecho de que me sigáis
regalando —como ya he dicho— vuestra presencia y espero que también vuestra
atención, y que por tanto estéis concediendo cierta importancia (intelectual,
masoquista o bufonesca) a lo que estoy diciendo, lejos de ser un argumento
contra la financiación autonómica de estas jornadas, contra el hecho de que —vosotros
también— estéis siendo subvencionados por unos contribuyentes que no están
presentes ahora mismo, un tema fiscal para nada baladí en una región foral como
Euskal Herría, según Rendueles todo esto no es un argumento en contra de este subsidio público nuestro, sino más bien a favor. Precisamente
porque el mercado no representa fielmente nuestros intereses, ya sea porque
tengamos preferencias superiores no reveladas en la conducta atomizada de
compraventa (en nuestro caso: la conducta atomizada de levantar la mano), ya
sea porque los precios no contengan toda la información relevante y aseguren
por tanto el fetichismo de la mercancía (“Todo necio confunde valor y precio”,
que diría Antonio Machado), el caso es que tiene que haber un mecanismo independiente
que destine recursos a externalidades positivas como las palabras que ahora mismo salen por mi boca. El
ejemplo predilecto de Rendueles está en verso:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">“Te pongo un ejemplo: yo soy muy
mal lector de poesía. Si mi juicio sobre la poesía se dirime por la cantidad de
libros de poesía que compro al año o por la cantidad de poesía que leo en
internet, será que no me interesa nada la poesía. Pero si me preguntan, si
me pregunta alguien: ¿cree usted que debe apoyarse la poesía o la música
clásica? Pues sí, sí que lo creo aunque yo no la lea, aunque yo no vaya nunca a un concierto
de música clásica. Y es una distinción esencial, el que haya un proceso
deliberativo o confiemos solo en la preferencia revelada en el mercado o en la
red.” (Lo dice a partir del minuto 5:20 de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=nADWF_btsHo">esta entrevista</a>, cuyo vídeo no puedo colgar aquí supongo que por una cuestión de derechos.)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Ahora
bien, ¿qué interés puede tener la poesía para una asamblea soberana cuyos
integrantes no leen poesía, pero piensan que hemos de mantener a los poetas a
costa de todos, suponiendo que los poemas estén para ser leídos (sospecho que
hay controversia sobre este último punto)? Slavoj Zizek suele poner el ejemplo
de Niehls Bohr, el premio Nobel de física que colgó en la puerta de su despacho
una herradura con los extremos hacia arriba porque había oído que el artilugio
seguía dando suerte aunque uno no crea en ella, para ilustrar cómo funciona la
falsa conciencia de la realidad: creemos que la poesía sigue siendo interesante
aunque a nadie le interese, emocionante aunque a nadie le emocione, importante
aunque a nadie le importe. ¿De verdad lo creemos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Yo
creo que no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Cuando
le conté a una amiga (y aquí utilizo la palabra “amiga” en el sentido de los
trovadores provenzales) que hoy tenía que hablar de la precariedad económica
del arte, me contestó: “¿Y por qué no hablas de su precariedad intelectual?
Hace años que no se piensa nada nuevo.” Me sorprendió esta respuesta viniendo
de una licenciada en Historia del arte que está trabajando de camarera en el
extranjero, una persona que en principio tiene ideas pero no el dinero para
llevarlas a cabo, y yo pensaba además que el principal problema del mundo del
arte era el exceso de teoría, la ridícula posición de mistagogos que han
asumido los comisarios desde finales de los años ochenta, la proliferación de
testaferros que se creen filósofos porque trabajan en la lucrativa profesión de
rellenar los catálogos de los amigotes con citas de Jacques Derrida y analogías
con Marcel Duchamp, cuando en verdad las ideas, en este mundo nuestro, son solo
el envoltorio del Kinder Huevo, una suerte de <i>noblesse oblige</i> entre productores y consumidores, un encantamiento
de serpientes; pero en el fondo tuve que darle la razón a mi cara amiga. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7QuDmzya0Ppo4LxplOyYAGnp9_9ohTuN5aWb2stTF8Xl5XmJhGeTTm5Oi0lXghKxWcjvO_0gU0fFILDDfaN0bZG-JOjFl1cLCgRo4LBR8DRM5yBG6ILAX31Bcmvxt-GVu3jHrkHzu2606/s1600/1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7QuDmzya0Ppo4LxplOyYAGnp9_9ohTuN5aWb2stTF8Xl5XmJhGeTTm5Oi0lXghKxWcjvO_0gU0fFILDDfaN0bZG-JOjFl1cLCgRo4LBR8DRM5yBG6ILAX31Bcmvxt-GVu3jHrkHzu2606/s1600/1.jpg" width="202" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 106.2pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">En
el tiempo que he invertido en preparar esta conferencia he leído cuanto he
podido sobre la precariedad en el mundo del arte y he llegado a la intuición de
que el tema está más o menos estancado desde hace una década. El concepto de lo
precario se empieza a poner de moda en 2004 con el <i>Musée precaire</i> de Thomas Hirshhorn, una exhibición temporal de
obras maestras del Pompidou en un edificio improvisado sobre un solar de
Aubervilliers, la <i>banlieue </i>parisina
preferida por Guy Debord y Juan Goytisolo, que solían frecuentar juntos una
tasca de republicanos españoles exiliados a mediados de los 50, y que apenas un
año después de que Hirshhorn desmontara el campamento fue escenario de unos
disturbios, causados por la muerte de varios jóvenes musulmanes a manos de la
policía, que llevaron a la quema de hasta 10.000 coches en toda Francia, lo que
me lleva a pensar que tal vez (solo tal vez) los vecinos de Aubervilliers
tienen y tenían más urgencia de otras cosas que no son arte, máxime teniendo en
cuenta el papel gentrificador que tienen los museos. ¡Pero qué voy a contar,
queridos bilbainos, que no sepáis vosotros! Desde entonces, desde el 2004, el
debate sobre la precariedad ha estado orbitando sobre dos posiciones:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">(i) los pensadores tipo Gerard Vilar, que en su
artículo “Filosofía de la precaridad” se entretiene en establecer unas
distinciones conceptuales absolutamente trilladas entre el archivo y la
enciclopedia con motivo de la última Bienal de Venecia, además de dictaminar
—el burro delante paque no se espante— que sin filosofía no habría historia del
arte y para terminar se contradice al indicar primero que la precariedad no es
una condición ontológica sino económica y luego decir que Marina Abramovic, una
artista cuya fundación se dedica a explotar el trabajo de voluntarios
cualificados, es ella misma una precaria; (ii) los activistas tipo Luis
Navarro, que promueven la formación de una marea de la cultura que defienda el
derecho de los ciudadanos a acceder libremente a los contenidos y el derecho de
los agentes a ser justamente remunerados, pero luego se pasan el tiempo
discutiendo sobre si el color de la marea debe ser el gris, como lo son
nuestras expectativas de trabajo, o el rojo, como se barajaba en una asamblea
celebrada en mayo de 2013 en el Reina Sofía, que quedó en agua de borrajas.
(Pregunta zen para más tarde: ¿cuál es el color de la cultura?)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwqGBpMavRpTxitucGVz3Z5X3WgefI8UZgdGyeoJIA4MjhYlsUuhtnA0foxt76TN9kXt3ZBxfsM-qk8ZLX97PvIzwvdY-URBAT32bw-PwGWSIeYfxiPdFqgQHFW5Obf94Q8fOEDiiQrFWS/s1600/marina1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwqGBpMavRpTxitucGVz3Z5X3WgefI8UZgdGyeoJIA4MjhYlsUuhtnA0foxt76TN9kXt3ZBxfsM-qk8ZLX97PvIzwvdY-URBAT32bw-PwGWSIeYfxiPdFqgQHFW5Obf94Q8fOEDiiQrFWS/s1600/marina1.png" width="240" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Yo
quisiera hablar hoy desde una tercera posición: la del <i>freelance</i> escéptico. <i>Freelance</i>,
por cierto, es una palabra cuya historia tiene su gracia. La primera acepción
que conozco aparece en <i>Ivanhoe</i>, la
novela de Walter Scott de 1819, ambientada en pleno siglo XIII inglés, que
cuenta la historia de un caballero que ha regresado de las cruzadas bautizado en castellano como el
“Desdichado”, que Walter Scott traduce por “<i>Disinherited
one</i>” cuando en verdad quiere decir “<i>Unfortunate</i>”,
quien termina vinculado a Ricardo Corazón de León y Robin de Locksley (o sea,
Robin Hood) contra Juan sin Tierra, en una historia con referencias a la
conquista de los normandos sobre los anglosajones y a los orígenes míticos del
procomún ecologista en Gran Bretaña, <i>La
carta de los bosques </i>de 1215 con sus artículos sobre la explotación comunal
de la madera y los animales salvajes, en medio de lo cual aparecen dos veces
los malditos <i>Free Lances</i>; José
Joaquín de Mora, el primer traductor de <i>Ivanhoe
</i>al castellano, un liberal exiliado en Londres tras la entrada de los Cien
Mil Hijos de San Luis en España, máximo exponente del neoclasicismo en su
polémica contra el romántico Juan Nicolás Böhl de Faber, tradujo “<i>freelance</i>” por “hombre libre”, cuando en
verdad significa “mercenario”, que es lo que yo quiero ser hoy: un mercenario
del escepticismo. Pues en el “Diálogo en vez de prólogo” que antepone Mora a su traducción de <i>Ivanhoe</i>, la voz del traductor señala lo siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">“[El autor] no es un cansado declamador que amontona
frases ranflonas para inculcar los principios de moral que todo el mundo sabe:
sino, un retratista consumado que nos ofrece la imagen del traidor, del
perfido, del mal amigo, para que nos llenemos de horror al mirarla y nos
astengamos de seguir sus huellas”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">A
lo que su interlocutor replica: “estos estrangeros tienen al diablo en el
cuerpo”. Pues bien, querido público, dejadme que encarne al diablo por unos
minutos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Cuando
Arantza Lauzirika, la organizadora principal de estas jornadas, me dijo que
este año tanto la temática como el presupuesto estarían, en comparación con
ediciones anteriores, en la más absoluta precariedad, pensé en lo afortunada
que debe ser la clase social de los ponentes, en comparación con el resto de la
especie humana, para juzgar que volar en avión, alojarse en hoteles y cobrar por
pensar es una situación precaria, como si tener todo esto y mucho más fuera lo
normal. Lo
normal es el Turco Mecánico, el sistema de <i>crowdworking</i>
de Amazon cuyo nombre remite al autómata de Wolfgang von Kempelen que
supuestamente jugaba al ajedrez, pero que en verdad tenía a un enano debajo de
la mesa, como Charles Chaplin entre los engranajes haciendo todo el trabajo, y
que para Walter Benjamin encarnaba la relación entre el materialismo histórico
y la teología, que “es pequeña y fea, y no ha de dejarse ver en absoluto”,
igual que hoy medio millón de personas de todo el mundo, pero sobre todo
mujeres yanquis y varones hindúes, realizan trabajos repetitivos como etiquetar
fotografías o resolver <i>captchas</i>,
tareas mecánicas donde los humanos ayudan a las máquinas a ser más humanas, por
las que apenas cobran unos poquitos céntimos. La mayor parte de los turcos
cobra entre uno y cinco euros a la semana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7uFMEoop62ZnuV2fGWLmIk-P4lZRUXaCt4g0c6db684-OtbkWAzD-07_7JFzSNA6qKFWsowG_JNNTMlLUQdeuKWDBPwLuqnsTSRyaDUit1KGJhcpK30OX5H_9lbxBLXrSarRtBVVR2IwO/s1600/Baron-von-Kempelens-mechanical-chess-player_1__original.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><img border="0" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7uFMEoop62ZnuV2fGWLmIk-P4lZRUXaCt4g0c6db684-OtbkWAzD-07_7JFzSNA6qKFWsowG_JNNTMlLUQdeuKWDBPwLuqnsTSRyaDUit1KGJhcpK30OX5H_9lbxBLXrSarRtBVVR2IwO/s1600/Baron-von-Kempelens-mechanical-chess-player_1__original.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Cinco
euros es el presupuesto que tienen los artistas que participan en la exposición
que se inaugura esta tarde, amadrinada por Cabello y Carceller, quienes ya
montaron una muestra colectiva en la galería Off Limits de Madrid titulada <i>Presupuesto: 6 euros</i> en 2010 y supongo
que seguirán repitiendo el experimento hasta que termine la crisis o se vayan aproximando asintóticamente al número cero, como la tortuga que persigue Aquiles, lo que
resulta infinitamente más probable. Como todo esto parte de la idea de Isidoro
Valcárcel Medina de montar una exposición en el Reina Sofía por 1.000 pesetas
(¡1.000 de las antiguas y anheladas pesetas!) quisiera recordar la opinión de
Valcárcel Medina sobre los quejicas y los llorones del arte: “Los que os
quejáis de la crisis porque os limita la expresión, ¡así como suena!, tal vez
tenéis poco que expresar”. Así se expresa este Premio Nacional de Artes
Plásticas que no vive del arte, sino para él, en una carta a una joven artista
que, en homenaje a Rainer María Rilke, ha publicado la editorial Con Tinta Me
Tienes, donde luego dice:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">“Estás algo asustada, me dices, por el abismo abierto
entre la verdad, que tú crees representar, y la mentira, que avala el ambiente
artístico que te rodea. Pero, dime: ¿cómo es posible que sepas cuál es la
verdad? El mundo del arte se distingue precisamente por carecer de certezas. Es
como el de la ciencia, que sólo está seguro de que más tarde o más temprano su
descubrimiento será desvirtuado.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDPuAWeVFgU8onmu_xZeVrMYIYtipllU1dwB8QHPkwbgLJEhIj1MG8Fliq-mlJs3_CuRxfq0xgsfuCKxlwmoInDijwlTg1cBggJZT5haR47JEe_-ZSqom-pbvEYbPsuRO0kFlyPRspdz2C/s1600/TURKING.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDPuAWeVFgU8onmu_xZeVrMYIYtipllU1dwB8QHPkwbgLJEhIj1MG8Fliq-mlJs3_CuRxfq0xgsfuCKxlwmoInDijwlTg1cBggJZT5haR47JEe_-ZSqom-pbvEYbPsuRO0kFlyPRspdz2C/s1600/TURKING.PNG" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Volviendo
al Turco Mecánico de Amazon, desde un punto de vista artístico es interesante
la iniciativa del bloguero que ofreció cincuenta centavos a quien le enviase un
selfi con una declaración escrita sobre por qué trabaja como un turco, una
iniciativa que quiso visibilizar a los enanos de la <i>teología</i> <i>amazona</i> con los
mismos instrumentos de oferta y de demanda de trabajo flexible que la
caracterizan, como si la visibilidad tuviera propiedades curativas, cuando en
realidad algunos declaran hacer el turco para matar el tiempo, para entretenerse un rato, y además resulta que esta estética del compromiso a demanda (pensemos en los
miles de fariseos que se han tirado un cubo de agua helada encima este verano
por una enfermedad minoritaria; no hubo <i>ice
bucket challenge</i> para el SIDA, la tuberculosis o la malaria), este cinismo
del capataz mediático que cabalga las paradojas del sistema, figura que yo
mismo encarno al venir hasta aquí en avión, es algo muy viejo. En España
tenemos a Santiago Sierra; en Bulgaria tienen esto:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/tYI6auKBMvU?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Lo
interesante de la recepción del vídeo en España es que la mayor parte de las
revistas hipsters, cuyos articulistas suelen estar en contra de la política
reducida a gestos y fotitos cara a la galería, tradujeron la primera parte de
la declaración (“Mi nombre es Vurban Todorov. No tengo ninguna causa. Reto a
todo el mundo y me rocío de mierda a mi salud”) pero se olvidaron de la segunda
parte (“Ha sido un duro golpe contra la democracia búlgara. ¡No hay cultura!”),
quizás porque a los hipsters no les interesa qué pasa en Bulgaria, igual que a
nadie le interesaba qué pasaba en Ucrania hasta que pasó. No es cierto que no
haya cultura, como dice Vurban Todorov; su grabación cumple los estándares de
rareza que hoy reclaman los museos de todo el mundo para colocar algo en una
pedestal y llamarlo arte. Lo que no hay, en un mundo tan complejo y dominado
por la conducta estratégica como el nuestro, es <i>una</i> <i>moral</i> entendida como
un conjunto de disposiciones racionalmente asentadas sobre qué hay que hacer en
cada caso. Sabemos lo que es culto, pero no lo que es bueno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1VG9NWVbkUUSfShkIhhdO3viCjI9eKpS_vK_DPg7NdScnTbFpUExLRdhYP2NPPPUtZI4Z3dUBuQz8lSNDkYQ23arSXYiRJHQWg6syAR9oHKBnlbnkVzA8Eet1tb1RRONK8hn0ktLPiqUc/s1600/GolgotaPicnic13_byDavirRuano.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1VG9NWVbkUUSfShkIhhdO3viCjI9eKpS_vK_DPg7NdScnTbFpUExLRdhYP2NPPPUtZI4Z3dUBuQz8lSNDkYQ23arSXYiRJHQWg6syAR9oHKBnlbnkVzA8Eet1tb1RRONK8hn0ktLPiqUc/s1600/GolgotaPicnic13_byDavirRuano.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Veamos
un ejemplo de genuina aporía moral motivada por una conducta estratégica. <i>Gólgota</i> <i>picnic</i> es una pieza de teatro de Rodrigo García sobre la
crucifixión en clave absurda donde los actores terminan desnudos y embadurnados
de pintura sobre panes de hamburguesa. Este verano tuvo que cancelarse el
estreno de la pieza en muchos teatros de Polonia debido a las manifestaciones,
los exorcismos y las acciones legales de ciertos grupos católicos, entre ellos
el partido Ley y Libertad que apeló al artículo 196 de la Constitución, donde
se detalla claramente una condena de hasta dos años por blasfemia. Unas semanas
antes la pieza se había cancelado en Montpellier, donde Rodrigo García es director
del centro nacional dramático, en apoyo a la huelga de los intermitentes del
espectáculo, que estaban peleando su peculiar derecho a cobrar el paro entre
una producción dramática y la siguiente. En realidad estaban luchando por las
prestaciones de un 10%, aproximadamente 11.000 intermitentes, que son los que
peligraban por las reformas de Manuel Valls. Este es un ejemplo de conducta
estratégica, la solidaridad gremial contra los recortes neoliberales: no
entramos a valorar las alternativas o los argumentos del adversario salvo que promuevan inequívocamente los intereses actuales de los nuestros. ¿Pero quienes son los nuestros? Rodrigo García escribió una carta
donde decía que se sentía como una mierda por apoyar a una huelga que no tenía
en cuenta los intereses del público y del equipo de <i>Gólgota Picnic</i>, españoles,
italianos y portugueses, a los que sus Estados no protegen cuando no tienen
trabajo. Un intermitente llamado Franck Ferrara le contestó lo siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">“Porque yo también me siento como una mierda. Como
una mierda cuando debo aceptar el hacer una mala figuración a dos horas en
coche de mi casa sin que me paguen la gasolina. Como una mierda cuando tengo
que sonreír para ver si encuentro un papel que nunca encuentro porque siempre
es demasiado tarde. Como una mierda cuando doy talleres a chavales que se la
sopla y que consideran el teatro como una buena razón para saltarse las clases,
aunque sepa que yo empecé en el teatro como ellos. Como una mierda cuando mi
familia me pregunta por qué no soy ya una estrella, por qué no salgo en la
televisión, porque no hago cine. Como una mierda cuando les respondo que no
quiero volverme comercial y se ríen en mi cara mientras me dicen que hoy todo
el mundo lo hace. Como una mierda cuando los espectáculos que monto con mis
compañeros no hacen gira porque no llegan por acá o se pasan por allá. Como una
mierda cuando llamo diez veces a un director para que acepte leer mi pobre
dossier, como una mierda cuando entiendo que le importa un carajo mi trabajo y se cree que es mi padre. Como una mierda cuando comprendo que ese mismo director
está cogido por los huevos y que sus subvenciones se ven reducidas año tras
año. Como una mierda cuando aplaudía en la huelga con lágrimas en los ojos
sabiendo que ese será el único modo de hacer avanzar las cosas, porque hoy, en
este país, sólo las estúpidas demostraciones de fuerza logran cambiar las
cosas. Como una mierda cuando he leído tu carta y me he dicho: tiene razón,
¿qué estamos haciendo?”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">A
esto me refiero cuando hablo de aporía moral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">A
estas alturas de la ponencia habrá quien piense que este es un ejemplo perfecto
de la impostura del ponente de letras, que promete hablar de una cosa y luego
habla de otra, como pasó en el precedente inmediato de estas jornadas, el VIII
Simposio Internacional organizado por la Asociación Catalana de Críticos de
Arte, donde prácticamente todos los participantes ignoraron el título del
evento, que era “Crítica de arte en el mundo global. Arte y Precariedad”, y se
dedicaron a hacer publicidad de lo suyo (Carolyn Christov-Bakagiev habló de su
dirección de dOCUMENTA; Albert Serra de su película sobre Hitler y Goethe; Dora
García de su obra <i>Klau Match</i>; Antoni Llena sobre su trayectoria profesional) y
los pocos que tocaron el tema o bien hablaron en términos formales (Bice
Curiger atribuyó la precariedad al estilo barroco) o bien mostraron un
entusiasmo infundado hacia el compromiso pedagógico (Francesco Jodice sostuvo
literalmente que “el arte tiene que educar para la revolución”), pero no os
preocupéis, que yo hace tres años que no creo en la revolución y mucho menos en
los revolucionarios (en los monaguillos de la revolución artística cotidiana) como
Enrique Vila-Matas, cuyo retrato de este mundillo, <i>Kasel no invita a la lógica</i>, es en verdad un libro sobre creerse el
centro del mundo y quererse follar a las becarias. La Sección Madrid,
un colectivo de <i>agitprop</i> anarquista
surgido al calor del 15M, que en su manifiesto fundacional reclamaba, entre
otras cosas, la “quema inmediata de todo local empleado para el culto de
deidades imaginadas”, lo que supongo incluye también bienales, museos y ferias, está curiosamente de acuerdo con Vila-Matas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/yU_zOlGQcKE/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/yU_zOlGQcKE&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/yU_zOlGQcKE&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">La
noche del 1 de septiembre de 2011, hace ahora tres años, me detuvo la policía
en Madrid por pintar un grafiti que rezaba “Tú Botín / Mi Crisis” (un juego de
palabras <i>mazo rebelde </i>&<i> mazo creativo</i>) en la fachada de la
sucursal del Banco Santander en Embajadores, una plaza que todo el mundo sabe
que es el lugar desde donde salen las cundas a por una papelina en la Cañada
Real, en la venerable tradición del “colocarse” de Tierno Galván en adelante.
Fue de hecho un drogadicto que estaba fumando papel de aluminio en las
escaleras del metro el que me avisó de que un coche patrulla me estaba
siguiendo. Yo había cometido el error de salir a pintar con la mochila llena de
pegatinas de Juventud Sin Futuro, una antología de artículos de León Trotski
editada por Público, un ejemplar de biblioteca de <i>La economía del socialismo factible</i> de Alec Nove y otros libros
hiperbólicamente anticapitalistas que por aquel entonces leía, en lo que
ridículamente llamábamos algunos el <i>#otoñokaliente</i>
del 15M, así que cuando eché a correr con toda aquella carga a la espalda, en mi
huida ante la sirena de la patrulla, les resultó muy sencillo a la pareja de
maderos pillarme. Me cayeron 1.500 € por manchar la Villa Histórica de Madrid.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMSf5oI3_QAg8F1okLKseA6cLdO0XqLiZF6VarhyIx3u77I4KHY7YWUud-9z9vyQ-8bRzGPogcqvo1psmqY-8-zfX76RLHgRQomDfMEm9SmiKGuF08pPSghYeaDjX7ILUyRgV_SSIKLXOQ/s1600/escanear0002+%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMSf5oI3_QAg8F1okLKseA6cLdO0XqLiZF6VarhyIx3u77I4KHY7YWUud-9z9vyQ-8bRzGPogcqvo1psmqY-8-zfX76RLHgRQomDfMEm9SmiKGuF08pPSghYeaDjX7ILUyRgV_SSIKLXOQ/s320/escanear0002+%25282%2529.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: large;">Aquí
termina mi experiencia con la revolución. Y aquí empieza la de dOCUMENTA, cuyo
presupuesto prácticamente se ha multiplicado por tres en los últimos veinte
años y cuya última edición, dirigida por la </span><i style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">kamarada</i><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: large;"> </span><i style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">komisaria</i><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Christov-Bakagiev, contó con el patrocinio de entidades como el Deutsche Bank,
Finnazgruppe y Vokswagen, además de los fondos del gobierno alemán, lo que les ha permitido tener sedes de la muestra en hasta cuatro ciudades: Kasel
(Alemania), Kabul (Afganistán), El Cairo (Egipto) y Banff (Canadá). A pesar de
las pedanterías contra la “economía logocéntrica” y a favor de la “apertureidad
heideggeriana” que caracterizan a la </span><i style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">kamarada
komisaria </i><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: large;">Christov-Bakagiev, en Kasel la entrada diaria costaba 20 euros, el pase de dos días 35 pavos y el bono para todo el año, la oferta más popular entre
los nativos, 100 cachirulos de nada. En Kabul, en un Afganistán todavía ocupado por
los Estados Unidos donde las analogías con Alemania después de 1945 cayeron
como una sobrada de analfabetos, nuestra estimada </span><i style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">kamarada komisaria</i><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: large;"> se marcó un discursito sobre la praxeología del </span><i style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">como si</i><span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif; font-size: large;"> de Hans Vaihinger que pasará
por derecho propio a la historia universal de la infamia: “Si actúas como si no
hubiera conflicto —como si no hubiera una ocupación y un sistema de seguridad
increíble— de hecho puedes interferir, interrumpir y cambiar la realidad
mediante la imaginación.” Eso díselo a la población negra de Ferguson.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">O
a los currantes del mundo del arte de mi generación. En 2010, según datos del
Ministerio de Educación, se licenciaron en España 1.943 estudiantes de Bellas
artes y 1.076 de Historia del arte, de los cuales ahora mismo están afiliados a
la seguridad social el 53,2% y el 47,2% respectivamente, casi cinco puntos de diferencia que
demuestran, en términos relativos y meramente laborales, que Hegel tenía razón:
el arte es historia. Pero no toda la Galia está ocupada por los romanos; un
pequeño pueblo resiste ante el fiero invasor: hace un año, en esta universidad,
la diferencia era favorable a Bellas artes. Y en términos totales la ventaja
es de cuatro a uno, 100 afiliados a la seguridad social licenciados en Bellas artes <i>versus </i>solo 25 de Historia del arte. Así que, mal por Hegel. (<i>Nota bene</i>: hemos
tomado los índices de la seguridad social no porque resulten exhaustivos, ya
que dejan fuera toda la economía informal, sino porque hasta cierto punto son
rotundos, pero deben completarse con índices adicionales. Los colores de la gráfica, como es obvio, los he elegido yo.)<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeQOVYNGhU0vHmPvQep4XFZYwmcQ18SHwx5urCKpqUWxbVnqZzUNnQQDvhXa1goluEh6RZlq4Ib8sts5FSwjkmXjlrsEvJaK_php804h7tAjBFiKiB3-VruYgwJeAJLL-1TF1052gmhcHp/s1600/ESTAD%C3%8DSTICAS.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><img border="0" height="190" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeQOVYNGhU0vHmPvQep4XFZYwmcQ18SHwx5urCKpqUWxbVnqZzUNnQQDvhXa1goluEh6RZlq4Ib8sts5FSwjkmXjlrsEvJaK_php804h7tAjBFiKiB3-VruYgwJeAJLL-1TF1052gmhcHp/s1600/ESTAD%C3%8DSTICAS.PNG" width="400" /></span></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Ahora
en serio, es vergonzoso que más de la mitad de una generación de licenciados,
que ahora tienen más de 26 años y no se benefician por tanto de la cobertura de
sus padres, carezcan de la seguridad social, pero más vergonzosos son los
puestos de trabajo que encuentran los “afortunados” de mi generación. La
precarización, que Guy Standing define como la adaptación de las expectativas
vitales a un empleo mudable para el cual uno está más formado de lo necesario, no
es un problema coyuntural que podamos solucionar fusilando a los banqueros: en
la Italia del año 2000, con una tasa de paro del 4%, se calcula que un 40% de
los licenciados curraba en empleos que no requerían formación superior; es un
problema de <i>titulitis wannabe</i>: en
Alemania, nuestro modelo a seguir en todo salvo en lo bueno, solo un 36% de los
bachilleres ingresan en la universidad, no porque las tasas sean muy elevadas,
no porque haya una prueba de acceso chunga, sino porque hay alternativas como
la <i>Fachhochschule</i>, una suerte de
Escuela Técnica Superior mejorada; en España todo el mundo sabe que un
electricista promedio encuentra más ofertas de trabajo que un graduado promedio
en ADE o Derecho, y sin embargo el electricista promedio prefiere malgastar sus
ahorros promedio en que sus vástagos promedio se matriculen en carreras
promedio, todo por una noción de promoción social como para señoritos, los
estudios como marca de estatus. Con el plan Bolonia, la subida de tasas y las bufonadas
sobre la universidad de las empresas este sainete español no hace sino proseguir su función, como señala Miguel Morey en “Nacimos griegos”:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">“¿cuántos de nuestros cargos académicos sobrevivirían
en una empresa cualquiera, una que tuviera el mismo número de trabajadores a su
cargo? La respuesta parece evidente, y a mi entender no los desmerece en
absoluto, al contrario, pero sí marca la distancia que media entre suscribir un
credo y llegar a alcanzar la mínima decencia requerida para poder denominarse
practicante.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">La
única advertencia que quiero por tanto lanzar a las generaciones venideras es:
“Si queréis encontrar trabajo no os matriculéis en la universidad.” O incluso:
“No os matriculéis en la universidad, solamente encontraréis trabajo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Muchas
gracias,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">18 de diciembre de 2014.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">UPV/EHU. Bilbao.</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-40469929989067469152014-12-18T09:16:00.000+01:002014-12-18T09:16:01.351+01:00Guy Standing: "Tengo que intentar ponerme en tu pellejo".<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Parece
una broma argentina, pero no lo es. “Nuestros sueños no cogen en vuestras
urnas”. Es un lema del 15M traducido del castellano al inglés y del inglés de
nuevo al castellano, que Guy Standing cita en <i>El precariado. Una carta de derechos</i>. El traductor de Capitán
Swing, Andrés de Francisco, se ha visto en un brete al traducir un libro que
dice que los precarios son <i>denizens</i>,
lo opuesto en inglés a <i>ciudadano</i>; un
libro que divide a la sociedad en seis grupos sociales entre los cuales están
los <i>proficians</i>, traducidos como <i>profitécnicos </i>de trabajo flexible y
clase media; un libro que detalla los artículos de una <i>charter</i>, una carta magna que tiene que ver menos con la concesión monárquica
de privilegios, tal y como la conocemos en España, que con la petición y el
reclamo de derechos desde abajo, una tradición de iniciativas legislativas
populares que en Inglaterra se remonta hasta el cartismo del siglo XIX y su
referente mitológico, la Carta Magna de 1215 y la Carta del Bosque de 1217,
origen en última instancia del procomún ecologista anglosajón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Guy
Standing (literalmente: un tipo que está de pie) es un apátrida que carece
derechos políticos en su país natal, Reino Unido, vive en una casa de campo en
Ginebra como Jean Jacques Rousseau y da clases a tiempo parcial en la Escuela
de Estudios Orientales y Africanos de Londres, una institución académica cuyo
lema reza “Saber es Poder” y en cuyo escudo hay un elefante y un dromedario, símbolo
de las antiguas colonias en India y el canal de Suez, donde <a href="https://www.youtube.com/watch?v=LTudjB4T7Xw#t=597">las conferencias
inaugurales</a> se imparten todavía con toga y birrete. Standing ha trabajado
treinta años en la Organización Internacional del Trabajo, analizando durante
los años 70 la situación de la fuerza de trabajo en países con baja renta per
cápita como Jamaica, Guayana, Malasia o Tailandia, elaborando durante los años
80 una serie de informes sobre la flexibilización neoliberal del mercado de
trabajo en los Estados Unidos y en Europa, cofundando en 1986 la Red Terráquea
de la Renta Básica (las siglas en inglés son BIEN) y finalmente estudiando
durante los años 90 la economía de Rusia después de la URSS y la de Sudáfrica
después del Apartheid; lo raro de Standing es que, habiendo estado siempre en
el lugar adecuado en el momento adecuado, pensando los problemas económicos de
actualidad desde una perspectiva típicamente izquierdista, haya tardado tanto
tiempo en hacerse famoso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Hacía
falta un neologismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
los países de lengua latina llevamos oyendo la cantinela del precariado desde
las movilizaciones del invierno francés de 1995, pasando por la contra-cumbre
altermundista y posoperaista de Génova 2001, y Standing ya hablaba de los flexitrabajadores
en su libro de 2002, <i>Beyond the New
Paternalism</i>, y del precariado en <i>Work
after Globalization</i>, del año 2009, pero está visto que hasta que no colocó
el latinajo en el título de su <i>best
seller</i> de 2011, <i>El precariado. Una nueva
clase social</i>, no le tradujeron a catorce idiomas y no tuvo que hacer más de
300 presentaciones en hasta 33 países. De la mano de Andrés de Francisco y
Capitán Swing, Standing estuvo ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid
hablando de “Una agenda política para el precariado” junto a Jorge García López
y un Iñigo Errejón que quiso evitar por todos los medios que el evento se
convirtiera en una rueda de prensa sobre su expediente y/o Podemos. Tuve la
oportunidad de entrevistar a Standing en la sala Valle-Inclán, mientras el
público tomaba asiento una planta más abajo, ante una alucinante y madrileña
puesta de sol que lanzaba sus destellos amarillos sobre el rostro de este
economista de 66 años, según me respondía en su perfecto acento inglés y yo, en
el mío, como bien podía, le preguntaba.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinXgtHrEtmaMEousNDEDAtcqcyQNXaV1Pv0mhtuJtaII-bdqD2CTM1DmgthfmSR1aDGtNUv8BCzYr2FicEgoeLhcL6LXqnZJrWH85yiYeLvTETIVAC2MPMvwDmbGtWbMw91n6YL0CgB6bO/s1600/9781472510396.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinXgtHrEtmaMEousNDEDAtcqcyQNXaV1Pv0mhtuJtaII-bdqD2CTM1DmgthfmSR1aDGtNUv8BCzYr2FicEgoeLhcL6LXqnZJrWH85yiYeLvTETIVAC2MPMvwDmbGtWbMw91n6YL0CgB6bO/s1600/9781472510396.jpg" height="400" width="266" /></a></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 113.85pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 113.85pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>Ernesto
Castro:</b> En <i>El Precariado. Una carta de derechos</i>, dices suscribir una ideología
progre, basada en el velo de ignorancia de John Rawls, según la cual una
política pública es buena si favorece los intereses de los que están en peor
situación; lo opuesto a esto, según dices, es el utilitarismo de Jeremy
Bentham, que solo tiene en cuenta los intereses de la mayoría. Sin embargo,
cuando hablas del trabajo flexible en el Art. 4 de tu carta de derechos
escribes: “El precariado debe combatir las prácticas teniéndolas por lo que son
para la mayoría”. ¿No serás tú mismo, en el fondo, un utilitarista de mayorías?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>Guy Standing:</b> No hay contradicción entre una política de mayorías
y el principio de seguridad rawlsiano, que hay que recordar que es un principio
entre cinco que propongo. Este principio dice que una política pública es
socialmente justa si incrementa la seguridad de los grupos más inseguros. La
carta propone una revisión de la gran trinidad de la Igualdad, la Libertad y la
Solidaridad y empiezo diciendo que la perspectiva utilitarista, que ha dominado
nuestro bipartidismo político durante los últimos treinta años, ha de
enfrentarse a una contradicción, porque de hecho las clases medias están
encogiéndose y el precariado está creciendo, lo que hace muy difícil el
mantener una estrategia benthamita de intentar demonizar y castigar a las
minorías. Mientras sea la minoría pueden hacerlo. No es algo que defienda,
estoy en contra de ello, pero podría soportarse si solo fuera un 10% de la
población. Pero cuando estamos hablando de castigar al 40% de la población, se
trata de castigar a millones de personas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Vuestra
nueva ley de seguridad ciudadana, por ejemplo, es un trozo de legislación
notoriamente de derechas, que ataca a los grupos vulnerables y todavía está
planteada para las clases medias. Eso atrae a vuestras clases medias, a vuestro
salariado, a vuestra elite. Estáis castigando a los inmigrantes, a los desempleados,
que son vuestras minorías. De acuerdo. Pero mientras tanto el precariado está
aumentando, así que cada vez estáis castigando más, en cierto sentido, a
vuestros propios hijos. Esta es la contradicción ideológica principal. Estamos
viendo cómo el precariado se está alejando de este tipo de estrategia utilitarista,
lo cual resulta bastante reconfortante, ya que supone una apertura de la mente
ante lo que la agenda política neoliberal está haciendo realmente a la gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>EC:</b> En tus dos últimos divides la sociedad en seis grupos: la elite, el
salariado, los profitécnicos, el núcleo, el precariado y el lumpenprecariado. ¿Es
ésta una distinción objetiva, basada en los ingresos, en la estabilidad
profesional o en otra medida empíricamente definible, o tiene que ver con la
conciencia de clase subjetiva? Y si se basa en la estabilidad profesional, como
apuntas en el libro, ¿por qué no incluyes bajo el mismo paraguas a los llamados
proletarios del salariado y a los del núcleo? Es una distinción redundante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>GS:</b> Los grupos se distinguen por tres dimensiones. Se distinguen en primer
lugar por sus relaciones de producción. Tienen distintas formas de trabajo o de
empleo. Los grupos superiores tienen muchas formas de seguridad, una suerte de
narrativa ocupacional y realizan actividades cómodas para su educación. El precariado,
por el contrario, afronta un trabajo inestable, no realiza un trabajo o un
empleo que sea equivalente a su educación y están explotados dentro y fuera de
los centros de trabajo de formas que el resto de grupos ni huele. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Otra
dimensión son las relaciones de distribución que se discuten en el libro. Sus
fuentes de ingresos difieren. Los que están en la plutocracia o en la elite
ganan dinero del capital. Los del salarido tienen seguridad, pensiones,
vacaciones pagadas y todas esas cosas. Cada vez más gente del salariado no
forma parte de la clase trabajadora porque están ganando sus ingresos cada vez
más del capital: de los retornos de sus inversiones, por ejemplo. El antiguo
proletariado tenía seguro de empleo, acceso a beneficios estatales y por tanto
un ingreso social distinto del que tiene ahora mismo el precariado. El
precariado tiene que descansar casi por completo sobre el dinero de su salario
y no tiene acceso a otras formas de ingreso: los beneficios no salariales del
salariado y del proletariado. No tiene acceso a ese espacio de los derechos.
Eso lo coloca en una situación de inseguridad única, constantemente sometido a
la explotación por los intereses que están por encima de él, incluyendo los
préstamos diarios, las becas préstamo para estudiantes y cosas como estas que
no paran de chuparse ingresos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y
la tercera dimensión, la única que carece de traducción en castellano, es que
son <i>denizens</i>, lo que en inglés significa que hay ge</span><span style="font-family: Arial;">nte en el
precariado que está perdiendo derechos: derechos civiles como el acceso a una
justicia apropiada; derechos culturales, no pueden pertenecer a una comunidad
que les dé identidad; derechos sociales, porque no tienen acceso a beneficios
garantizados; derechos políticos, porque no están representados por el momento
en el espectro político; derechos económicos, porque no pueden llevar a la
práctica su cualificación. </span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Arial;">Estas
tres dimensiones distinguen a estos grupos, y por supuesto que conducen a
diferentes formas de conciencia. Los que están en el precariado están de hecho
más liberados del sistema del que les hemos expulsado, porque no se sienten una
parte material del mismo, no se sienten vinculados a él, sino que se les
considera unos extraños, a pesar de que su número esté creciendo. Así que esto
les da un punto de vista radical, y yo creo que es importante diferenciar y
escapar de la antigua terminología marxista de las dos clases, porque paraliza
la imaginación, la comprensión de las dinámicas efectivas.</span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><span style="font-family: Arial;">EC:</span></b><span style="font-family: Arial;"> En tu respuesta a la reseña negativa que hizo Jan Breman de </span><i><span style="font-family: Arial;">El
precariado</span></i><span style="font-family: Arial;"> (Pasado & Presente,
2013) para la </span><i><span style="font-family: Arial;">New Left Review</span></i><span style="font-family: Arial;">, </span><span style="font-family: Arial;"><a href="http://www.guystanding.com/files/documents/Que_es_el_precariado_Sociologia_del_Trabajo_82_-libre.pdf">“Porqué
el precariado no es un concepto espúreo”</a></span><span style="font-family: Arial;">, dijiste que la precarización es una “adaptación de las expectativas
vitales a un empleo inestable y a una vida inestable”. Y no es una cosa de la
crisis: como señalas en </span><i><span style="font-family: Arial;">El precariado. Una carta de derechos</span></i><span style="font-family: Arial;"> (Capitán Swing, 2014), en la Italia del año 2000,
cuando la tasa del desempleo era del 4%, el 70% de los bachilleres iba a la
universidad y un 40% de los graduados trabajaba en un empleo que no requería
formación superior. Mientras tanto, en Alemania, según mucha gente el modelo a
seguir de los países del Sur, solo un 38% de los bachilleres iba a la
universidad. ¿Crees que hay un problema sistémico con que vaya demasiada gente
a la universidad?</span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><span style="font-family: Arial;">GS:</span></b><span style="font-family: Arial;"> Para mi uno no puede estar sobreeducado. Creo que a los neoliberales
les gustaría que interpretásemos la situación como que hay demasiada educación.
Eso es lo opuesto de lo que yo creo. Creo que debemos divorciar la educación
del mercado de trabajo. Tiene que haber un derecho a ser educado al máximo de
la capacidad de cada uno. Eso ha sido siempre la visión progresista y uno solo
cae en la trampa si interpretas la educación como la preparación de la gente
para sus curros en el mercado de trabajo y para mi ésta es una forma alienada
de pensar; es falsa conciencia. Por eso yo le presto tanta atención a la
desmercantilización de la educación. Debemos recapturarla para la ciudadanía.
Hegel lo describe bellamente, cómo la educación primaria y secundaria debería
ser una cuestión de liberarnos a nosotros mismos y capacitarnos para entender
nuestra cultura, nuestra filosofía, nuestro arte, nuestra civilización, nuestra
historia. Y cada vez más en este sistema mercantil, con las escuelas y las
universidades orientadas hacia el lucro, todos esos grandes valores de la
Ilustración están siendo expulsados a los márgenes. Así que en Europa y en los
Estados Unidos cada vez más gente parece tener un nivel de educación muy
elevado pero en realidad se les vacía de una educación realmente liberadora y
me parece que en lo fundamental es un argumento vergonzoso que alguien pueda
siquiera imaginar que alguien como yo está en contra de maximizar la educación.
Tenemos que rescatar la educación del capital humano.</span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><span style="font-family: Arial;">EC:</span></b><span style="font-family: Arial;"> Sostienes que debemos abandonar una noción antagonista de la política,
el “ellos contra nosotros”, y promover una noción más solidaria de la misma,
así que quisiera saber qué opinión te merece la teoría populista que sostiene
que no puede haber emancipación sin antagonismo. Y hasta qué punto tú mismo no
suscribes una visión antagonista del campo intelectual cuando citas
irónicamente </span><i><span style="font-family: Arial;">The Economist</span></i><span style="font-family: Arial;"> y </span><i><span style="font-family: Arial;">The Financial Times</span></i><span style="font-family: Arial;">, que
recientemente apoyó a Podemos en el tema fiscal, como diciendo “Incluso los
enemigos nos dan la razón”. ¿Acaso crees que el antagonismo y la demonización
del adversario es un aspecto irreductible de la política?</span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><span style="font-family: Arial;">GS</span></b><b><span style="font-family: Arial;">:</span></b><span style="font-family: Arial;"> Tenemos que evitar centrarnos en demonizar a los grupos, particularmente
los grupos vulnerables de nuestra sociedad. Nuestro punto de partida debe ser
un cierto sentido de antagonismo hacia un sistema, una serie de estructuras,
una serie de instituciones, que están generando una desigualdad y una
inseguridad creciente. Yo lo que deploro son los pasteleos utilitaristas que
nos dividen en pequeños nosotros identitarios, quienquiera que sea ese
nosotros. Se presentan a sí mismos como
la clase media contra los inmigrantes, los rumanos, los musulmanes, los
discapacitados, las mujeres. Ahí es donde debe contestarse a la demonización.
Para mí las personas de izquierdas se conducen siempre por un sentido de
empatía social, que es muy distinto de la derecha que tiende a ser moralizante,
a menudo guiada por una cierta interpretación de la religión, que dice: “Vamos
a ayudarte y a apenarnos de ti. Pero si no haces lo que decimos te
castigaremos”. Esa suerte de perspectiva moralizante es totalmente ajena a
cualquiera que se considere un progresista, que por el contrario suele decir:
“Tengo que empatizar contigo. Tengo que intentar ponerme en tu pellejo.”</span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><span style="font-family: Arial;">EC</span></b><b><span style="font-family: Arial;">:</span></b><span style="font-family: Arial;"> La última y obvia pregunta: ¿qué opinas de la trayectoria de Podemos,
desde su apoyo a la Renta Básica a las últimas propuestas subsidiarias de corte
neokeynesiano? ¿Podrías mencionarnos más partidos que suscribieran (parcial o
totalmente) algunos de los puntos de tu carta de derechos?</span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><span style="font-family: Arial;">GS:</span></b><span style="font-family: Arial;"> Creo que es vital para Podemos, aunque no puedo dar lecciones porque no
soy español, pero me parece vital que cualquier partido que emerja desde un
escenario precario mantenga ese </span><i><span style="font-family: Arial;">ethos</span></i><span style="font-family: Arial;">
radical, ese espíritu radical. Y creo que sería fatal si en la carrera hacia
las elecciones generales, por ejemplo las del año que viene, que este partido
se aproximara al centro para maximizar su atractivo ante lo que ellos creen que
es la clase media, porque si hacen eso rápidamente se verán expuestos a la
crítica: si no queréis transformar la realidad, ¿para qué vamos a votaros?</span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Arial;">En
cuanto a la Renta Básica, yo apremiaría a todos los partidos a que intentaran
revisitar este aunto en el contexto de su propia ideología y posición. Yo he
sido un defensor de la Renta Básica desde hace mucho tiempo y acabamos de
realizar unas pruebas piloto en India que han demostrado ser muy
transformadoras. En Brasil han sido también bastante exitosas los experimentos
en esa dirección. Yo creo que la política española, particularmente la
izquierda, pero no solo, tendría un gran avance si se pudieran realizar algunas
pruebas piloto, si se pudiera aplicar la Renta Básica en zonas realmente
pauperizadas, para ver qué sucede. Estoy seguro de que tendría unos resultados
formidáblemente positivos. </span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Yo
claramente les diría a los amigos de Podemos que no deberían asustarse por las políticas
públicas conservadoras. Deben entender que la gran pregunta es: si Podemos
entiende mejor al precariado que el resto de partidos, según nos ha dicho,
¿cómo piensa proveer al precariado de seguridad social básica, de un cierto control
sobre sus vidas y de una capacidad de desarolllar sus capacidades si no tienen
la Renta Básica? ¿Cuáles son las alternativas? La Renta Básica es asequible, tendría
resultados maravillosamente positivos en el mercado de trabajo, daría a la
gente un sentido de seguridad y de hecho aumentaría su confianza a la hora de
secundar una nueva política.</span></span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-70272286925615352342014-12-10T21:28:00.001+01:002014-12-10T21:28:47.563+01:00Mallas de protección. La cultura del yo en las redes sociales.<div class="MsoNormal" style="margin-left: 70.8pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“La
intimidad es el instinto que nos permite encontrar, entre las máscaras, a los
que, como nosotros, no son nadie.” (José Luis Pardo)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Ernesto
Castro Córdoba<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Nuestra historia comienza in <i>medias</i> <i>res</i>: finales del
año 2006. Aunque no te lo creas, justo por esas fechas la revista <i>Time</i> te designa persona del año. “Sí, a
ti. Tú controlas la Era de la Información. Bienvenido a tu mundo”, reza el
subtítulo. En la portada, la imagen reflectante de una pantalla de ordenador
permite que cada quien se sienta interpelado a su manera. Tú, como parte
integrante esa alteridad anónima, ese Otro generalizado que mantiene la Web
2.0, tú, y todos los demás por extensión, acabáis de ser designados <i>person of the year</i> <i>2006</i>. <i>Congratulations</i>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU0rptjU3yyfTp14B9AohaRMXDRN05DmJC-A1ch7fWN0WWF0HE1VqLBghCeBVVCc7NKZwfybT1Awj6etNvjmndxN3p_JV9ocwch_e8-LqBeiQC9iByYsmrUpQpp0KqqI78buxZQ47z9wmf/s1600/6a00d8341bfb1653ef0148c752be3e970c-800wi.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU0rptjU3yyfTp14B9AohaRMXDRN05DmJC-A1ch7fWN0WWF0HE1VqLBghCeBVVCc7NKZwfybT1Awj6etNvjmndxN3p_JV9ocwch_e8-LqBeiQC9iByYsmrUpQpp0KqqI78buxZQ47z9wmf/s1600/6a00d8341bfb1653ef0148c752be3e970c-800wi.png" height="267" width="400" /></a></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-variant: small-caps;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">1. Presente y Pasado de la
Ilusión Mediática<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En su momento, este reconocimiento oficial del papel
que juegan los internautas anónimos no hizo sino constatar el salto cualitativo
que ya se estaba produciendo en la Red, a saber: el paso de la conexión entre <i>sites</i> a la conexión entre <i>personas</i>. Una transformación mediática
que marca un punto de inflexión en el modo como se concibe el intercambio de
bienes culturales. Si el desarrollo de los media a lo largo del siglo XX
destronó al <i>conocimiento</i> de su
posición privilegiada, consolidando a la <i>información</i>
como modelo paradigmático de intercambio cultural¸ el surgimiento de la Web 2.0
se tradujo rápidamente en la emergencia de <i>comunicación</i>
como nuevo paradigma. Se podría establecer –aunque sea de un modo muy
esquemático- una historia de los sistemas de intercambio cultural, en tres actos,
cada uno de los cuales implicaría un desplazamiento del foco de atención
mediática que iría, a grandes rasgos, del contenido (<i>conocimiento</i>), al medio (<i>información</i>)
y de ahí, al emisor (<i>comunicación</i>).
Dónde situar el origen de este proceso, en relación con qué dispositivos
técnicos cifrar su fijación y su lógica interna, de qué modo justificar un
corte radical con un supuesto estadio pre-mediático y en qué periodos
históricos situar los intervalos entre un paradigma y el siguiente, son
problemas en cuya solución seremos bastante convencionales –ateniéndonos, en lo
sustancial, a las convenciones aceptadas por buena parte de los practicantes de
la teoría de medios-: primero la <i>Imprenta</i>
(Gutenberg), luego la <i>Televisión</i>
(McLuhan) y, al fin, la Web 2.0 (por el momento un caramelo sin nombre a la
puerta de un colegio). En un primer momento, la Galaxia Gutenberg antepuso como
forma privilegiada de intercambio cultural el conocimiento, basado en la
comprensión por parte de un receptor consciente y participativo de un fondo de
saber estanco, fijado de una vez por todas bajo la forma del códice, y cuya
legitimidad está asegurada –valga la redundancia- por la autoridad del autor:
aquél que posee la clave que da acceso al misterio que guarda cada texto en su
interior. Por su parte, la Galaxia McLuhan privilegió el proceso de la
información, definido como el movimiento circular, constante y expansivo que
reproduce, reinscribe y se reapropia una y otra vez de un stock indefinido de
datos, emitidos a toda velocidad sobre un receptor pasivo. Las modificaciones
son notables respecto del periodo anterior: en primer lugar, la relación se
establece entre el emisor-productor y el receptor-consumidor;
consiguientemente, la autoridad del productor disminuye cualitativamente respecto
de la del autor y la responsabilidad de otorgar legitimidad al discurso recae
en el consumidor, para ser más precisos: en la confianza depositada en el
medio. Finalmente, la Galaxia de los internautas anónimos sintetiza ambos
momentos previos, incorporando la relación entre individuos -el mero estar en
contacto unos con otros, la simple conexión interpersonal- como forma
paradigmática de intercambio cultural. Frente a la rígida distinción entre
emisores y receptores tanto en la Galaxia McLuhan como en la Galaxia
Guttenberg, aquí lo genuinamente relevante no es quién detenta qué papel en la
relación, sino que ésta -<i>la relación
misma como forma de ser en el mundo mediatizado</i>- se mantenga, reproduzca y
consolide, ampliando el número de conexiones entre emisores-receptores, a
priori en igualdad de condiciones de expresarse. Dentro de la red, los usuarios
son meros nodos de una red de intercambio hiperconectada y, al mismo tiempo, la
dinámica de Internet tiende a privilegiar a quien más se exhibe. Ahora bien,
considerados individualmente, de un modo aislado, como puntos autosuficientes
sin conexión con el Todo mediático del que forman parte, los miembros son una
mera abstracción, una pura nada. Sólo adquieren sentido y personalidad a través
de sus conexiones, <i>sólo existen en tanto
que relación. El individuo de la era digital dispara su identidad hacia fuera. Su
yo es</i> <i>su afuera</i>. Aquí,
actualizando a Hegel, diremos que lo verdadero es el Todo Mediatizado que
conecta dialécticamente las partes en un movimiento de ida y regreso.
Únicamente en el contexto de esta doble vía de emisión y recepción de
contenidos se cristalizan las características definitorias de los individuos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Varías son las lecturas que se pueden proponer a la
luz de esta caracterización de la <i>comunicación</i>.
La relación en el contexto de la Web 2.0 puede ser interpretada como aquella
forma de intercambio que más se acerca a efectuar la situación comunicativa
ideal postulada por Habermas y Apel. También es posible llevar a cabo otra
lectura, según la cual Internet potenciaría expresiones más perfectas de la voluntad
de poder nietzscheana. Si aceptamos a modo de caracterización sumaria que el <i>Übermensch</i> es aquél capaz de imponer su
interpretación, su perspectiva y sus valores sobre el resto, entonces diremos
que a través de los dispositivos de la Web 2.0 se modula una versión
actualizada de este ideal post-humano: el <i>hiperhombre</i>,
aquél individuo cuya identidad está constituida por los enlaces con otros
individuos y que, no obstante, es capaz de imponer sobre los demás un discurso
propio, el cual sería reproducido y transmitido hasta el último rincón del
planeta gracias a los dispositivos mediáticos disponibles. Según esta lectura,
no habría comunicación entre individuos, tan sólo competencia y, ocasionalmente,
un devenir espectáculo de aquellos pocos privilegiados que consiguen alzar la
cabeza sobre el resto. Desde otra perspectiva, la Web 2.0 haría realidad
aquella fantasía conocida como la <i>sociedad
de emisores</i> que Roland Barthes formuló en su autobiografía a modo de
tentativa fallida, de sueño inconcluso: una forma de asociación donde el goce
de la producción, la pulsión del decir y el <i>pathos</i>
de exponerse ante el Otro apremie a todos los miembros por igual, en una
orgiástica “eyaculación colectiva de la escritura, en la cual podría verse la
escena <i>utópica</i> de una sociedad libre
(donde el goce circularía sin pasar por el dinero).” (Barthes, 1997: 92)
También se podría ver en la Red de redes la realización de la <i>Comunidad desobrada</i> (Jean-Luc Nancy) o
la <i>Comunidad inconfesable</i> (Maurice
Blanchot). Ambos libros versionan, cada uno a su manera, el mismo ideal
comunitario que postula una forma de colectividad no asentada sobre ninguna
identidad preestablecida entre sus miembros. Como su propio nombre indica (<i>La
communauté désoeuvrée</i>),
este tipo de asociación no produce obra alguna, o lo que es lo mismo, no se
asienta sobre ningún principio de acción o producción; se demora en el proceso
comunitario mismo sin finalidad, sin resultado. <i>La comunidad de los que no tienen comunidad</i>, la llama Nancy.
También la blogosfera tiene algo de inconfesable: los blogs se apiñan unos al
lado de los otros, a un solo clic de distancia entre ellos, sin tener nada en
común excepto el mero co-estar en el mismo dispositivo de exhibición técnica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Ya se caracterice como una sociedad de emisores donde
se ha democratizado el poder y el placer del discurso, ya se describa como una
suerte de comunidad desobrada que rompe con el paradigma de la identidad
colectiva, lo que termina imponiéndose como una suerte de certeza pura es la
ambivalencia de la Web 2.0 en lo relacionado con la identidad de sus usuarios.
Por un lado, los listados de links en Blogger, las jerarquías de amistades en
Facebook o el número de seguidores en Twitter son utilizados con el fin de
potenciar el sentimiento de pertenencia a un colectivo. Por otro lado, se
podría argumentar que Internet, y en general, la lógica espectral de los <i>new</i> <i>media</i>
no hace sino acrecentar la ya de por sí infinita distancia entre un individuo y
otro. Ambas lecturas son válidas y están firmemente asentadas. Esta
ambivalencia nos recuerda que el potencial de una herramienta como Internet no
se encuentra predeterminado de antemano en virtud de una suerte de lógica
interna al mismo, sino que depende de los usos, códigos y prácticas que los
usuarios articulen a partir de él. En este sentido, el sistema de redes
sociales abre un campo de posibilidades comunicativas que oscila desde la
conexión total hasta el aislacionismo privado. Cada post subido a Blogger es una
suerte de mensaje en una botella, dirigido al mismo tiempo a todos y a nadie.
Tanto la asimilación como la distinción se incluyen entre las estrategias
sociosimbólicas permitidas y, es más, potenciadas por Blogger, Facebook,
MySpace, Twitter y mil plataformas que más ofrecen un habitáculo al usuario que
este puede utilizar, bien para exponer el mensaje de un modo claro, explícito y
para todos los públicos, bien para codificarlo bajo el velo de una jerga sólo
apta para iniciados. La proliferación de códigos personales de comunicación -el
caso de las abreviaturas utilizadas para chats y e-mails- se convierte en el
complemento ideal de la consolidación del <i>inglés-chapurreado-por-extranjeros</i>
como lengua oficial de las transacciones, genuina <i>koiné</i> del siglo XXI. Así, la Web 2.0 concilia dos pasajes de la
Biblia que se encuentran en el origen de la teoría de medios: a) El derrumbe de
la Torre de Babel (Genesis, 11: 1-9) que marca el fin de la <i>Ursprache</i>, la disolución de la matriz
lingüística originaria en una multiplicidad de gramáticas irreductibles entre
sí, con la consiguiente aparición del problema de la traducción. b) El milagro
de las lenguas de fuego durante el Pentecostés (Hechos de los Apóstoles 2,
1-13), cuando los once apóstoles, arrebatados por el Espíritu Santo, comenzaron
a hablar en una lengua común con los habitantes de una ciudad cosmopolita. Momento
privilegiado en el que todas las lenguas se funden en un mismo cauce magmático
de sentido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En el momento en que la forma más básica de
interacción humana –la comunicación- deviene el modelo de intercambio cultural,
pasan a gestionarse como producto cultural de primer orden algunos fenómenos
sociales que dependen de ella, como es el caso de la formación de vínculos
afectivos y redes de amistad. La Web 2.0 constituye todo un <i>imperio de la mediación afectiva</i>: el
cibersexo hereda los mecanismos de sobreexcitación del impulso sexual propios
del <i>capitalismo</i> <i>caliente</i> (Beatriz Preciado), mientras que las páginas de contactos
(Meetic, Ashley Madison, etc) operan de acuerdo a la lógica del <i>capitalismo racionalista</i> (Eva Illouz):
hacen pasar al consumidor potencial de emociones por un proceso racional en que
debe elegir metódicamente sus intereses y objetivos; formalizar de su propio yo
en la configuración de un perfil exhaustivo (edad, sexo, color de pelo, etc).
Sobre el cibersexo pesa la grave acusación de que sólo ofreciera experiencias
sexuales de segundo grado. En última instancia –es habitual escuchar- los
usuarios de este tipo de <i>sites</i> sólo
obtienen una satisfacción masturbatoria que, por muy coordinada que sea, por
mucha reciprocidad que se consiga y por muy en directo que suceda todo, no
puede compararse, ni de lejos, a una experiencia de carne y hueso. Frente a
esta argumentación, que parte de una concepción presentista de las relaciones,
según la cual la codificación del objeto de deseo depende de las intuiciones
emocionales y los instintos sexuales despertados por la condición encarnada de
lo que se me presenta <i>ahí delante</i>, se
pueden ofrecer varias razones que justifiquen porqué el cibersexo no rompe con
la lógica del encuentro sexual tal y como lo describe esta concepción, e
incluso llega a radicalizar algunas de sus características fundamentales. Desde
el punto de vista informático, el usuario que regenta con asiduidad páginas web
de cibersexo corre con un riesgo de contagio vírico análogo al que implica
recurrir a los favores de la prostitución, sólo que en este caso las
enfermedades venereas las habrá de contraer tu PC –concebido ya como extensión
del propio usuario. Ante esta situación, se hace necesario protegerse de
troyanos, keyloggers, exploits, y otros mil virus más que esperan a la vuelta
de la esquina. No es de extrañar que las más aclamadas páginas de cibersexo –es
el caso de <i>Chatroulette</i>, por ejemplo-
apelen en su publicidad a la seguridad y protección de los encuentros, en vez
de referirse a las características físicas de sus usuarios habituales -de
hecho, las páginas más sospechosas tienden a ser aquellas que <i>ponen toda la carne en el asador antes de
tiempo</i>, aquellas que prometen cuerpos cuando es tiempo de hablar de salud-.
Así pues, el cibersexo extiende la paranoia acerca de la posibilidad del
contagio en otros formatos y por otros medios. Este tipo de plataformas
muestran una imagen nítida de la idea de sexo óptimo tal y como se configura en
nuestros días: funcionalidad, limpieza y discreción son las cualidades
fundamentales. Además, es falso que el cibersexo implique un acrecentamiento de
las distancias entre los dos polos de la relación sexual. Todo lo contrario,
reproduce el esquema de la concepción presentista de la sexualidad, trasladada
a la esfera explícita y obscena del espectáculo audiovisual. En palabras de
Slavoj Zizek: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“el ciberespacio <i>no es lo bastante espectral</i> […] mi
pareja sexual ciberespacial es alguien <i>excesivamente
presente</i>, que me bombardea con un torrente de imágenes y declaraciones
explícitas de sus fantasías más secretas. […] cuando me sumerjo en el
ciberespacio, podría decirse que regreso a una relación simbiótica con el Otro,
donde la dimensión de lo Real ha quedado abolida como resultado de un
desbordamiento de las apariencias.” (Zizek, 2006: 261)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">¿Por qué no cabe hablar de la <i>era de la información</i> para referirse al nuevo estado de cosas
instaurado a partir del surgimiento y la consolidación de la Web 2.0? Porque no
pueden ser mayores las diferencias entre Internet y las estrategias puestas en
práctica por los media a través de los cuales se canaliza lo que conocemos como
información. En contraposición con la lógica de la mediación afectiva propia
del cibersexo y las páginas de citas, pensemos en el telediario como prototipo
de asepsia informativa: no hay <i>feed-back</i>
entre el presentador y su audiencia, el canal de emisión es unidireccional y la
relación del receptor con el mensaje consustancialmente pasiva. Además, la
lógica de la información sancionada por estos canales se basa en la escrupulosa
distinción entre el espacio público y el privado, mientras que para la Web 2.0<i> el espacio público se reduce al ámbito de
publicidad de lo privado</i>. Qué decir de los presentadores del telediario. Que
los encargados de la sección de Deportes gocen de tan buena audiencia y fama
por su humor, cercanía y agilidad comunicativa, muestra en qué medida
constituyen la excepción que confirma la regla: monotonía, frialdad y exactitud
terminológica dentro de lo políticamente correcto. Desde una perspectiva
humanista uno se podría preguntar si hay algo así como un “alma” tras esos
maniquís de los que solo se conoce su torso -de cintura para abajo comienza<i> lo ignoto</i>-, portadores de una fachada
hierática que se mantiene impasible a medida que su voz va desgranando monótona
y pensadamente noticias que cualquiera juzgaría propias del día del fin de los
tiempos. Nada más lejos de esta visión
del mundo a medio camino entre el <i>Armaggedon
</i>y el <i>Apocalipsis</i>, que el discurso<i> naif </i>y <i>happy-happy</i> de las pizpiretas comentaristas que se graban a través
de las web cam y suben sus clips a Youtube como si, a fin de cuentas, no
hubiera epidemia o catástrofe natural que no pudiera resolver un buen escote.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Uno se atrevería a decir que las dudas acerca de la
“humanidad” de los interlocutores no se mitigan con la emergencia de Internet,
sino que más bien se acrecientan, a juzgar por los disparatados debates entre
filósofos de la mente anglosajones en torno a la pregunta: ¿puede pensar una
máquina? Según el Test de Turing –popularizado por su aplicación en la película
<i>Blade Runner</i> como método la hora de
distinguir entre cyborgs y humanos-, si una máquina es capaz de comportarse
funcionalmente como un ser humano, entonces, a efectos prácticos, es un ser
humano. La tesis contraria, defendida por John Searle y popularizada por Roger
Penrose, parte del conocido experimento de la sala china para concluir que el
Test de Turing carece de una gramática normativa que establezca una distinción
entre aquellas máquinas que <i>parece que
piensan pero no lo hacen</i> y máquinas que <i>de
hecho</i> lo hacen: una máquina capaz de responder a un test es el equivalente
a un humano capaz de traducir de un idioma desconocido a otro idioma
desconocido porque tiene en sus manos un diccionario bilingüe, a pesar de no
entender los signos de ninguna de las dos lenguas. En ambos casos, argumenta
Searle, el humano/la máquina no conoce el idioma, sólo maneja un conjunto de
reglas de equivalencia estipuladas de antemano, no hay comprensión sino
reacción mecánica. Nuestra experiencia personal como internautas nos lleva a
decantarnos por la posición pragmática y positivista de Turing: hay algo
vagamente humano, algo difusamente cotidiano en los mensajes de spam que uno
puede llegar a recibir en la bandeja de mail a lo largo del día. Estos mensajes
son enviados por robots que pueblan la red, robots hechos de un amasijo de
cables y bombillas -lo sabemos. Sin embargo, al sugerirnos tan económicas
ofertas para alargarnos el pene, al premiarnos con cuantiosas cantidades de
dinero o al fingir que escriben de parte de una <i>teenager</i> desprotegida en busca de un <i>partenaire</i> ibérico, estas máquinas muestran mayor humanidad la que
uno podría esperar de la mitad de los miembros de su comunidad de vecinos,
exhiben una preocupación por el bienestar propio y ajeno, al menos tienen en
cuenta las necesidades, los gustos y hobbies de buena parte de la población. Esos
robots nos salvarán la vida algún día.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-variant: small-caps;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">2. UrMedia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La leyenda cuenta que en el origen de los tiempos la
Humanidad dispuso de una forma de comunicación <i>inmediata</i>, directa, intuitiva: la capacidad de intercambiar
experiencias, formular consejos y elevar admoniciones alrededor del fuego del
hogar una vez hubiera anochecido. De este modo se articularon las tradiciones
orales primigenias, en torno a la construcción de una <i>narración</i> compartida que habría de ser transmitida de generación en
generación y entre cuyas virtualidades se encontraba el sentimiento de
pertenencia a una comunidad. Con la aparición de la <i>novela</i> la experiencia comunitaria se fragmentó en una pluralidad de
individuos que se describen a sí mismos su existencia solitaria, centrada
entorno al problema de la muerte y la búsqueda de un fundamento que otorgue
sentido a la existencia. En un tercer momento irrumpió la <i>información</i> como aquella forma de articular del relato que
disecciona la experiencia del individuo, antaño presentada como un continuo
argumental novelesco, en segmentos discretos, noticias que son transmitidas a
toda velocidad por los media, y cuyo valor se cifra en su novedad o, más bien,
en el hecho de ser renovable periódicamente por información nueva. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Esto que acabamos de presentar puede tomarse como un
resumen del <i>El narrador</i>, el texto de
Walter Benjamin donde el autor presenta una genealogía de los regímenes
discursivos asociados con la construcción y difusión del relato bastante
similar a nuestro esquema de los sistemas de intercambio cultural, con la virtud
de que además incorpora el momento “pre-medial” que hasta el momento habíamos
dejado de lado (a saber: la oralidad). Este texto nos interesa especialmente en
tanto problematiza las relaciones entre la palabra hablada, la escritura y los
dispositivos informáticos de su almacenamiento y reproducción. Además de ser un
documento importantísimo acerca del periodo histórico en que se produce la
inflexión entre la cultura novelesca y el proceso información mediatizada, <i>El narrador</i> es relevante a efectos de un
análisis de la Web 2.0 en términos de cultura de la comunicación por su planteamiento
de un desarrollo histórico de las fuerzas culturales que no se basa en un
esquema hegeliano de superación sin regreso, sino que se abre a la posibilidad
de que se produzcan solapamientos entre los diferentes momentos, así como
regresiones a un estadio previo y actualizaciones del pasado al albor de la circunstancia
presente. En una palabra, Benjamin deja una puerta abierta a la resurrección de
los muertos; a su conmemoración y no sólo a su recuerdo. Y esto es lo que nos
interesa: mostrar como el final pseudo-hegeliano de la Historia –si hacemos
caso a Fukuyama- y su origen pre-medial –según Benjamin- forman un continuo
espacio-temporal. O lo que es lo mismo: describir un fenómeno más del
solapamiento tan actual de movimientos <i>Ur-</i>
con tecnología <i>high tec</i>. A la luz del
esquema benjaminiano diremos que el modelo interactivo de la Web 2.0 propicia
una resurrección de la oralidad en el contexto de la aldea global cibernética.
En torno al fuego de la pantalla en blanco del ordenador se ordena el nuevo
tribalismo mediático. Con la recuperación de la conversación como modelo de
intercambio cultural, se produce la reaparición de géneros que hasta hace poco
pensábamos caducos como la admonición, el consejo, el modelo ejemplar y el
refranero, todo ello bajo un formato a medio camino entre el <i>how to</i> de los textos de autoayuda y el <i>Do It Yourself</i> (DIY) de la subcultura alternativa, aunque
con un matiz: el lema ya no es hazlo tú mismo, sino en exhíbete tú mismo,
muéstrate cuanto puedas dentro del circuito obsceno del consumo de los otros a
través del cuerpo de uno mismo. Recordemos la pieza net art de Dora García, <i>Heartbeaters</i>, donde la artista española
desarrolla la siguiente ficción: se ha extendido entre los jóvenes de todo el
mundo una nueva moda que consiste en escuchar los latidos de su propio corazón.
La pieza nos relata la vida y milagros de esta pandilla de drogadictos de la
interioridad que comienzan a vivir al son de sus pulsaciones, cuyas peripecias
oscilan entre la identidad, la intimidad, la adicción y la locura. En una de
las ventanas emergentes se puede leer:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“La creencia generalizada era que,
con este sonido que parecía sacado del alma humana, se podían alcanzar
finalmente las metas de la cultura del “háztelo tu mismo”: Ya no se trataba de
hacer solamente tu propia música, tu propia televisión, tu propia radio, cine-
se trataba de hacer tu propia realidad.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La dimensión digital de la obra de Dora García no es
meramente accesoria o formal: la narración se desarrolla a través de
hipervínculos que hacen emerger ventanas del fondo oscuro de la pantalla, como
si de pulsaciones de un corazón cibernético se tratara. Esta pieza puede ser
perfectamente leída como una metáfora de la sociedad red –la cita que referimos
ya debería poner en sobreaviso al lector-. En la Web 2.0 el encuentro con el
otro siempre está mediado por la interioridad del yo, lo público y lo privado
forman un continuo sin cortes ni distingos. En la Web 2.0, la conversión del
espacio público en mera publicidad de lo privado, puede leerse como la
desaparición del hombre público y su sustitución por un conjunto difuso de <i>celebrities efímeras</i>, personalidades y
comentaristas. O también la introyección de la publicidad como principio rector
de la intimidad digitalizada se puede leer como una contaminación de la vida
privada por el discurso público. El espacio público, ¿está en crisis o sólo
colonizando nuevos ámbitos en su provecho? La esfera privada, ¿amplía
tentacularmente sus campos de influencia o está al borde de desaparecer en un
colapso obsceno y espectacular? No son dos opciones mutuamente excluyentes. El
estatus de la intimidad en la Red está sometido a las ambivalencias
consustanciales a toda escritura de sí: el yo no es sino en tanto que se
escribe, se objetiva mediante un procedimiento de fijación identitaria pero,
por definición, el yo implica un plus, algo que se sustrae a ser objetivado.
Estamos ante la doble dimensión del sujeto tal y como se viene analizando a
partir de las filosofías de la existencia: el ser humano es al mismo tiempo
trascendencia e inmanencia (Sartre), ser deyecto arrojado en el mundo y
proyecto de sí (Heidegger). En un lenguaje menos comprometido con un
esencialismo ontológico y que abogue por la dimensión cultural del ser humano
diremos que toda noción de sujeto implica tanto la <i>sujeción</i> como la <i>sustracción</i>
a un código establecido. El yo que se narra a si mismo habrá de cumplir con el
deber de callar tanto como con el de decir. Pensemos en un narrador
homodiegético clásico: Holden Cauldfield en <i>El
guardián entre el centeno</i> no nos cuenta su vida desde el comienzo, sino que
toma la decisión de empezar y terminar donde a él le parece. La veracidad que
desprende el relato depende en gran medida de ese gesto de sustracción que se
deduce de todo ejercicio de escritura, y que Salinger nos muestra en toda su
pureza en esta novela. <i>Hay cosas que no
os pienso contar</i>, en esto consiste el pacto autobiográfico además de las
características ya señaladas por Phillip Lejeune en su ya canónica monografía:
la autobiografía es ese género literario en que el lector acepta que autor, narrador
y personaje principal son <i>de hecho</i> la
misma persona. A esta caracterización habremos de añadir el siguiente
corolario, dicho por boca del autor: <i>vosotros
sabeis que yo sé cosas que vosotros no sabeis</i>. Si aceptamos, como dice
Katie Roiphe, que “Facebook es la novela que todos estamos escribiendo” y que
con ello “nos convertimos en el Wikileaks de nosotros mismos”, en palabras de
Andrew Keen, habrá que analizar la Web 2.0 en términos de un gigante
dispositivo de codificación de la interioridad con las siguientes
características: pensar la interioridad en términos de relación, pensar la
substancia en términos de situación, pensar el sujeto en términos de
plataforma. ¿Qué es lo que se sustrae a esta definición? La capacidad de
decisión de la que dispone el usuario y, lo que es más importante, la capacidad
de no decir nada en absoluto. Al internauta se le puede aplicar aquello que Kafka
escribiera en <i>El silencio de las sirenas</i>.
Ambos poseen un arma mucho más terrible que su canto o su espectáculo, esto es:
su silencio. Esto nos lleva a una interesante paradoja señalada por Norbert Bolz,
“en la marea de datos de la sociedad multimedia, “plusvalía” sólo puede
significar: menos información.” (Bolz, 2006: 12) ¿Cómo responder al dilema que
plantean las redes sociales en relación con la crisis del espacio público y la
espectacularización del yo? Apoyándonos en Gilles Deleuze, diremos que nos
hallamos en la era de las sociedades de control, donde nada escapa al panóptico
que todo lo observa. ¿Queda un espacio para la libertad? Sí, el mismo de
siempre: la libertad de elegir uno mismo a qué ídolos someterse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Frente a aquellos que piensan que Internet supone un
salto cualitativo en la Historia de la Humanidad hacia un estadio hasta el
momento desconocido, es nuestro parecer que sólo reproduce la lógica de las
cavernas. Me explico. Hay un hilo conductor entre el Mito de la Caverna y la
Web 2.0, pasando de la sala de cine como forma actualizada del trampantojo
platónico, a saber: una paulatina independización de los fantasmas. Si Platón,
siguiendo a la tradición pitagórica, estipuló que el cuerpo (<i>soma</i>) es la tumba (<i>sema</i>) del alma, y postuló a modo de ideal regulativo la
emancipación del fantasma anímico respecto de la máquina encarnada (salida de
la caverna, liberación respecto de las pasiones), el cine hizo realidad la
presencia fantasmática del otro a través de sus imágenes, proyectadas por la máquina
contra el espacio puro de la pantalla en blanco y, por último, el Ciberespacio
–según las profecias New Age- promete una liberación del alma respecto del
cuerpo, con el fin de ser integrados nuevamente en la máquina, esta vez no
menos etérea, del <i>software </i>digital.
La profecía completa sostiene que el ser humano se independizará de su
condición encarnada una vez su personalidad ya no se cifre en torno a su
cuerpo, la gestión, ordenación y arreglo del mismo, sino que pase a articularse
en torno al intercambio comunicativo en Red; en este momento, Internet hará
realidad la disolución del Yo programada por el pensamiento francés contemporaneo,
en la fusión budista del uno mismo personal e intransferible en el Uno-Todo
mediático sometido a flujos constantes y sin centro alguno. Los teóricos más
respetados a día de hoy suscriben en mayor o menor medida esta profecía -tanto
los escépticos como los más entusiastas de Internet- en la medida en que todos
ellos subrayan como característica definitoria de Internet su tendencial
liquidez, su naturaleza efímera. Tenemos el ejemplo de Bauman a quien tuvimos
la oportunidad de entrevistar en persona. “Es todo, de nuevo, como surfear:
eminentemente superficial. Uno puede pertenecer a un gran número de redes a la
vez, incluso asumir diferentes identidades en las distintas redes. Así, éstas
son atractivas precisamente porque no fuerzan a adoptar obligaciones a largo
plazo.” (Bauman & Castro - Lareu, 2011) Es una versión de las cosas
bastante conocida, así que no insistiremos demasiado en ello. En líneas
generales, inscribe Internet dentro de la dinámica relativista, fragmentaria,
disolutoria, nómada, eterea, sin norte, rumbo, ni guía, propia de este periodo
aciago que cada uno llama a su manera anteponiendo prefijos a la palabra
Modernidad, esa expresión fetiche (dando lugar a todas las modulaciones:
postmodernidad, sobremodernidad, Modernidad Líquida, etc).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Nuestra intención y nuestras tesis son muy otras.
Frente a la profecía New Age, nos atenemos a un análisis del presente, una
casuística de los medios aplicada a nuestra circunstancia que no se detiene en
la elaboración de pronóstico alguno. Según nuestra lectura, Internet en su
estado presente no es una promesa acerca de la definitiva y esperada separación
entre cuerpo y mente, tampoco tiende hacia la fusión del yo en el Uno-Todo
mediático, ni mucho menos un argumento en favor del dualismo cartesiano. El
ciberespacio no rompe con la lógica propia de un ser encarnado como es el
hombre; la reproduce por otros medios, aunque una cosa sea cierta: de la carne
a la imagen, de la personalidad a la relación, el otro es a cada momento más
espectral si cabe. Pero incluso los fantasmas llevan encima una manta, están
vinculados a una forma de aparecer que es la que nos interesa analizar. En
cuanto a los análisis de Internet en términos de anonimato, impersonalidad y
liquidez, los desechamos por completo al considerarlos, primero, inútiles para el
análisis concreto de las relaciones mediatizadas y, segundo, inaceptables como
descripción estructural de la Web 2.0. Las categorías utilizadas por estas
corriente de pensamiento, con todo lo operativas que pudieran ser para hablar
de la sociedad tras la caída del Muro, hoy muestran su fecha de caducidad, su
inoperancia a la hora de integrar Internet como fenómeno social de primer
orden. En última instancia, más que ante genuinos análisis, nos encontramos
ante proyecciones ilusorias, producto de una falta de conocimiento del medio.
Reconozcámoslo: aquellos que siguen hablando de Internet en términos de
liquidez y/o impersonalidad, bien no han abierto una cuenta de Facebook en su
vida, bien profesan un gran respeto por sus más directos maestros. En este
punto suscribimos plenamente la tesis de Eloy Fernández Porta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“Los ciudadanos que se formaron durante
el postmodernismo vivieron bajo la égida de una idea muy extendida: “todo lo
sólido se disuelve en el aire”. Creo que el auge de la época digital, aunque
también trae consigo sus disoluciones y sus disipaciones, nos enfrenta con una
condición distinta, contrapuesta: “todo lo etéreo se consolida en la red”.
Cosas etéreas: amistades, vínculos, deseos: factores que adquieren en la web
una dimensión contractual –y se articula en estructuras con frecuencia bien
visibles-.” (Fernández Porta, 2010: 235)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Frente a la imagen tan atrayente de Internet como un
magma informe e indistinto, constatamos la emergencia de fenómenos vinculados
con la reconstrucción de la<i> identidad
relacional</i> y la reaparición de la <i>responsabilidad
de decir Yo</i>. Es cierto que Internet potencia formalmente el anonimato de
los emisores, pero no menos cierto es que las comunidades configuradas en su
seno desprecian a quien hace uso de tal anonimato con fines no participativos.
Así, el insulto anónimo en los comentarios de un <i>post</i> es censurado en la medida en que se basa en una lógica
unidireccional de comunicación (no espera respuesta), mientras que en el
cibersexo –donde la interacción participativa es un presupuesto- el anonimato
es divertido siempre que se dé la cara o, mejor: el sexo, ese depositario
último de nuestra identidad individual. Lo que uno esperaría encontrarse en las
redes sociales es un conjunto de anónimos de identidad difusa que jueguen
estratégicamente mediante máscaras y autoficciones. Esta es la imagen
complaciente que nos formamos de nosotros mismos habiendo escapado de una vez
por todas a las exigencias de decir yo, las obligaciones de tener un nombre
propio, emancipados de los códigos de la identidad personal. Y sin embargo la
identidad regresa aún en su versión mediatizada. Los roles y los códigos de
conducta no desaparecen sino que se adaptan a las circunstancias. La identidad,
<i>esa enfermedad del nombre</i>, no
desaparece con la aparición de los metamedia, sino que se flexibiliza: las
redes sociales explicitan como, lejos de ser una mónada autosuficiente, el
individuo es un campo de fuerzas modulado específicamente por los otros. Lo que
uno se encuentra cuando entra, por ejemplo, en Facebook, son perfiles
detallados, radiografías exhaustivas de cada individuo, personalidad o
asociación, donde la mentira no juega un papel tan relevante como la elusión.
Así, por ejemplo, no es habitual que la gente finja tener otra edad en las
redes sociales. En caso de no identificarse con la suya uno puede permitirse no
ponerla, eludir ese factor, y así ahorrarse el que todos sus conocidos le
feliciten cuando no es su cumpleaños, incluido aquellos amigos más íntimos, de
los que uno esperaría una felicitación el día de su cumpleaños, amigos que,
siguiendo la tónica general, se han resignado a no aprender de memoria fechas
importantes y que, por lo tanto, apenas manejan otra información que la
suministrada por las redes sociales. El efecto psicológico característico del
contacto metamediático no es ni la sensación de ser engañado, ni la incertidumbre
acerca de la veracidad de los perfiles ajenos, sino la sensación de
inconmensurabilidad a la hora de gestionar la propia fantasía, a la hora de
tener que tomar decisiones en la fijación de mi personalidad y en la elección
de mis relaciones. La pregunta por mi identidad involucra y me reenvía
inmediatamente a mi relación con los otros, y viceversa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> En suma,
nuestro objeto es la ética del internauta. Nuestra definición: toda modulación
ética parte del encuentro reiterado con el otro y avanza hacia el establecimiento
de códigos de reconocimiento y conducta entre aquellos que de este modo se
encuentran. Nuestra premisa: en un mundo cada vez más hiperconectado como el
nuestro se hace más difícil no entrar en contacto los otros. Nuestra
conclusión: la famosa aldea global pronosticada por Marshal McLuhan siempre
tuvo más de <i>aldea</i> que de cualquier
otra cosa. Según un estudio realizado en Francia, Alemania, Italia y Estados
Unidos, en el 2003 uno de cada cuatro e-mails enviados no salió del edificio en
que se originó (Castells, 2007: 286). A diferencia de lo que pueda dictar el
sentido común, no es cierto que se esté produciendo una desmaterialización ni
una deslocalización de los usuarios: la elección de los amigos, primero en
Messenger y después en Facebook, se realiza habitualmente con el objetivo de
consolidar las relaciones ya existentes, y la finalidad última de las
relaciones comenzadas en la Red Social sigue siendo el encuentro cara a cara.
En fin, cada vez hay más pruebas que sugieren que Internet potencia la <i>glocalización</i>, esto es: la adopción de
tecnologías globales para su uso local. Es más, se diría que se está
produciendo una regresión a una suerte de <i>materialidad
audiovisual</i> de los vínculos, a una suerte de <i>regionalismo cibernético</i> de las relaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-variant: small-caps;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">3. Gozo. Perversión. Trabajo
no retribuido.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">De entre las virtudes más celebradas de la Red, tiene
una posición privilegiada lo que denominaremos <i>la ideología de la disponibilidad total</i>, que afirma que el
ciberespacio es un campo ilimitado de productos disponibles gratuitamente para
todos los usuarios. Según esta ideología, estaríamos ante la doble realización
de nuestros sueños consumistas y democráticos: un stock ilimitado de productos
para todos por igual, donde si algo no está disponible, pronto lo estará; un
supermercado que carece de límites estructurales, no reconoce ninguna
exterioridad y promete superar en la próxima actualización las limitaciones
actuales, producto de la contingencia histórica en que se halle el imparable
desarrollo tecnológico. Y es cierto que uno puede bajar películas del eMule –
en su defecto verlas on-line en Megavideo-, contemplar extasiado fotos de
propios y ajenos en Facebook, repasarse la obra completa de Heidegger,
Nietzsche o Derrida en castellano, o, en fin, elaborar un recorrido propio a
través del Museo del Prado, haciendo realidad la fantasía de André Malraux
sobre un posible <i>Museo sin paredes</i>
que no dependiera de la localización geográfica ni de la materialidad del
espacio. Así las cosas, uno estaría tentado a denominar la situación social
articulada entorno a la Web 2.0 con la expresión <i>Estado de bienestar mediático</i>: aquellos productos antaño
considerados un dispendio sólo al alcance de unos pocos hoy son reconocidos
como una suerte de necesidad de segundo grado. Esta situación estaría asegurada
por la voluntad de interacción entre los usuarios –una de las condiciones para
entrar en el juego. Todo el sistema se articula en torno al principio del
trueque sólo que aquí, a diferencia de en los tiempos arcaicos, no se reconoce
ningún patrón de medida. Es la ausencia de patrón de medida lo que permite que
sistemáticamente se puedan hacer equivalentes, perfectamente intercambiables
entre sí, productos que –en principio- poseen diferente valor. En Scribd, por
ejemplo, uno puede bajarse la obra completa de Hegel con tal de que se suba
algo a cambio: desde una tesis doctoral hasta una cartulina con dibujos de los
cinco años. Aquí se encuentra la piedra de toque del sistema. La única
condición impuesta para los surferos de la Red es no cortocircuitar la
circulación de mercancías. Internet es, en definitiva, un procedimiento de
intercambio regido por un movimiento circular, ilimitado y expansivo, que se
adecua a la lógica del capital como anillo al dedo, con la salvedad de que le
falta un patrón de medida que establezca un principio equivalencial entre las
mercancías. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Hay lecturas menos utópicas de la situación actual de
la Red, que afirman que la disponibilidad anárquica de los productos, la
ausencia de propietarios explícitos de los medios de producción y, en
definitiva, la independencia relativa de la que goza Internet respecto de los
poderes fácticos no implica necesariamente una ruptura con la estructura
institucionalizada del capital, ni mucho menos señala a Internet como <i>el instrumento que terminará con la lógica
de mercado</i>. Todo lo contrario. Es muy probable que la situación actual
responda a las características de uno de los momentos del capitalismo mismo, en
concreto aquello que Marx denominó la <i>acumulación
primitiva del capital</i>. Cada vez disponemos de más evidencias en favor de la
tesis que sostiene que, tarde o temprano, Internet será regulado
institucionalmente. Dos ejemplos recientes: la propuesta para la ley Sinde que
prohíbe las descargas gratuitas y las demandas interpuestas por particulares
contra Google que exigen al buscador más potente de la Red que restrinja el
número de búsquedas acerca de su persona, ateniéndose para ello al <i>Derecho de olvido</i>. Y esto no es todo. La
revista <i>Time </i>nos da nuevamente la
clave.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">2010, fin del trayecto. La revista <i>Time</i> designa persona del año a Mark
Zuckerberg, fundador de Facebook: Internet ya tiene al menos un propietario, el
sistema de intercambio de bienes ha encontrado su plataforma y su patrón oro.
Esa alteridad anónima, ese Otro generalizado de la Web 2.0 –en cuyo nombre esta
misma revista realizaba salvas al aire hace solo cuatro años— se ha terminando
particularizando en un otro muy pero que muy concreto, y además, mira por
donde, millonario. En una mirada retrospectiva, el presente nombramiento de
Zuckerberg matiza y arroja luz sobre el anterior nombramiento de los
internautas anónimos. Aquella condecoración de la alteridad mediática que, allá
por 2006, parecía un brindis al sol, un piropo de <i>marketing</i> sin destinatario, un inocente discurso demagógico en
tiempos revueltos donde, “como la genialidad brilla por su ausencia, ya se
sabe: a falta de héroes, buena es la <i>people</i>.”
Nada más lejos de la realidad. El subtexto de aquella portada de 2006 se podría
resumir, a mi juicio, como sigue: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Puesto que Internet ya no es un
simple sistema de almacenamiento de información, sino que se asienta sobre
sistemas interoperables con un diseño centrado en el usuario, la revista <i>Time</i>, en nombre de todos los
propietarios por venir de Internet, quiere dar por adelantado las gracias a
todos vosotros, sin los cuales la Web. 2.0 no se mantendría en funcionamiento
ni un solo instante. Os necesitamos, a todos vosotros, bloggeros, facebookeros
y surferos varios de todo pelaje y condición. Gracias por vuestro <i>ocio no retribuido</i>. Gracias, en resumen,
por vuestra adicción al trabajo, por ser unos<i> workaholic</i> empedernidos, hasta el punto de trabajáis aún sin
saberlo, especialmente en el momento en que buscáis relajaros, dedicaros “en
vuestro tiempo libre” a subir un par de fotos a FB, poner al día vuestra lista
de hobbies, reestructurar vuestro catálogo de planes para el futuro lejano o el
fin de semana que viene. Con todas estas actividades que, claro, vosotros
realizáis libre y voluntariamente, estáis arrojando al mercado perfiles de
consumo que luego utilizarán las empresas publicitarias para ofreceros <i>justo</i> <i>aquello que estabas buscando</i>. Gracias por codificaros como
consumidores potenciales sin cobrar nada a cambio. Algunos se han enriquecido a
vuestra costa, pero vosotros habéis obtenido, y seguiréis obteniendo en el
futuro la realización de vuestros sueños. El círculo de la producción se cierra
y todos felices.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">¿Cuál es la conclusión que se puede extraer de este
subtexto? Muy sencillo: <i>en la era de la
ilusión mediática, el ocio constituye la plusvalía que se le sustrae al
trabajador no asalariado</i>. Este ocio se basa en la aportación gratuita y
voluntaria de información acerca de las relaciones y las aficiones personales
de un individuo. Mediante esta exposición de la vida íntima a través de redes
sociales, el individuo obtiene reconocimiento por otros miembros de la
comunidad y es susceptible de ser objeto de una campaña publicitaria a nivel
microfísico que le tenga a él como único consumidor potencial de un producto
hecho<i> ex profeso</i> y a medida. Al igual
que el proletario novecentista, reducido por la dinámica social a su fuerza de
trabajo, el miembro de la Red Social sólo dispone de sus gustos y relaciones
personales. Ahora bien, las relaciones entre las empresas publicitarias y los
usuarios de Internet se aleja de los parámetros inherentes a la relación entre
el trabajador y el propietario de los medios de producción, asemejándose con
todo a una relación de explotación colonial: el sometimiento ante un gran Otro
que coloniza, conquista y normaliza las más íntimas aspiraciones de un
individuo, extrayendo de él la materia prima de la publicidad y devolviéndole
el producto manufacturado de sus aspiraciones. <i>Nativo digital</i> es una expresión eufemística para referirse a la
nueva generación de proletarios digitales o, para ser más exactos, la nueva
generación de indígenas digitales explotados por una potencia colonizadora para
quienes el producto del ocio sustraido regresa codificado como objeto de
consumo, manufactura gozosa, realización de sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La diferencia fundamental con siglos anteriores
estriba en que el indígena digital no se halla sometido a la relaciones de
dominación convencionales, cristalizadas entorno a la figura el Amo y Esclavo,
tal y como la analizó Hegel en la <i>Fenomenología
del Espíritu</i> y la interpretó Lacan en su <i>Seminario</i>. Mediante la imposición del trabajo, el Amo se asegura de
posponer el momento en que el deseo del Esclavo alcance su consumación. El
trabajo es para el Esclavo una suerte de placer diferido que impide la
realización gozosa de sí. Como se puede percibir, esta no es la situación de
los esclavos voluntarios sometidos a la dinámica de los metamedia. Éstos no
difieren su deseo a través del trabajo, sino que lo consuman a través de él. Es
aquí justamente donde se encuentra, según la teoría psicoanalítica, la
perversión: el padre no solamente exige ser obedecido, sino además amado en el
ejercicio de la subordinación. Aquello que el superego impone no es otra cosa
que gozar en el cumplimiento del deber. En palabras de Zizek:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“el psicoanálisis no trata del padre
autoritario que prohíbe el goce, sino trata del padre obsceno que lo manda, y
por eso produce impotencia y frigidez. El inconsciente no es secreta
resistencia a la ley, sino la ley misma. […] Para el psicoanálisis, la
perversión de la economía libidinal humana es lo que sigue a la prohibición de
alguna actividad placentera, no a una vida con estricta obediencia a la ley y
privada de todo disfrute sino una vida en la que el practicar la ley provee su
propio disfrute, una vida en la que el cumplimiento del ritual destinado a
tener a raya a la tentación ilícita se convierte en el origen de la satisfacción
libidinal.” (Zizek, 1999) <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Mark Zuckerberg es para la Web 2.0 lo que fuera Kurz,
el personaje de <i>El corazón de las
tinieblas</i>, para las relaciones coloniales de dominación durante el siglo
XIX. Este tipo de figuras nos recuerdan que al final de la barbarie, el gozo y
la incivilización de los primitivos se encuentra el mandato de un burgués
acomodado. Como ya dijera Eloy Fernández Porta a propósito de los reality show:
“vivimos en una cultura de la adicción al trabajo, y en ella existen espacios
mediáticos donde se pone de manifiesto que la vida íntima, antaño concebida
como rancho aparte, no sólo ha sido perneada por las exigencias laborales, sino
que ha sido trasladada por entero a la esfera de producción.” (Fernández Porta,
2010: 130). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">BIBLIOGRAFÍA.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">BENJAMIN, Walter (2009): “El
narrador” en <i>Obras</i>, libro II, volumen
2, Abada, Madrid, pp. 41-68. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">BARTHES, Roland: (1997) <i>Barthes por Barthes</i>, Monte Ávila,
Caracas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">BAUMAN, Zygmunt &
CASTRO, Ernesto – LAREU, Javier: (2011) <i>Diquisiciones
en torno al </i>homo<i> </i>surfer, (en
prensa)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">BOLZ, Norbert: (2006) <i>Comunicación mundial</i>, Katz, Buenos
Aires.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">CASTELLS, Manuel (ed.):
(2007) <i>La sociedad red</i>, Alianza
Editorial, Madrid.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">DELEUZE, Gilles: (1995) <i>Conversaciones</i>, Pre-Textos, Valencia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">FERNÁNDEZ
PORTA, Eloy: (2008) <i>Homo sampler</i>,
Anagrama, Barcelona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> -: (2010) <i>€®0$</i>, Anagrama, Barcelona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">ILLOUZ, Eva: (2007) <i>Intimidades congeladas</i>, Katz, Buenos
Aires. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span lang="EN-GB">ZIZEK, Slavoj: (1999) “You may!” en <i>London Review of Books</i>,
vol. 21, nº 6. Disponible on-line: </span><a href="http://www.lrb.co.uk/v21/n06/slavoj-zizek/you-may"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB; text-decoration: none; text-underline: none;">http://www.lrb.co.uk/v21/n06/slavoj-zizek/you-may</span></a><span lang="EN-GB"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">-: (2006) <i>Lacrimae
rerum</i>, Debate, Barcelona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Originalmente publicado en AA. VV.: <i>Red-acciones</i>, Caslon Libros, Valladolid, 2011. Parcialmente reproducido en <i><a href="http://www.primeracto.com/revistas/primer-acto-347">Primer acto</a>.</i> Invierno 2014.] </span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-25992375354150154032014-12-05T19:33:00.000+01:002014-12-05T19:34:53.151+01:00A ver si se habla de mi libro.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjruBMJMd0Ti6tRXWbXV7p_-uQ2BA46RjRMdpvxzlDIpfEZq8OZsSpqduBQT-ar9weQm02sISWyh17rfLExtirjHcIC08F4fU16Vq1orjMYSOsUUu9I-ivP23KpiUZuMAuoKtN5AVjjhUrt/s1600/fundacion_repsol_en_festival_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjruBMJMd0Ti6tRXWbXV7p_-uQ2BA46RjRMdpvxzlDIpfEZq8OZsSpqduBQT-ar9weQm02sISWyh17rfLExtirjHcIC08F4fU16Vq1orjMYSOsUUu9I-ivP23KpiUZuMAuoKtN5AVjjhUrt/s1600/fundacion_repsol_en_festival_n.jpg" height="237" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“Yo he venido a ver si se habla
de mi libro” fue la broma que me respondió un escritor de provincias a la
pregunta por su asistencia como público del festival EÑE que tuvo lugar el
pasado viernes y sábado en Madrid. “A pasarlo bien en realidad”, confesó
finalmente. Y es que el EÑE tiene un carácter conciliar difícil de ignorar. A
la voluntad de enterrar el hacha de guerra entre escritores durante las 48
horas que dura el festival se suma en las últimas ediciones la ampliación del
programa hacia campos de creación donde el aspecto lúdico es más evidente. No
es de extrañar que el evento más concurrido del fin de semana fuera el <i>Ultrashow</i> de Miguel Noguera, realizado
en paralelo a una mesa sobre <i>Mortadelo y
Filemón</i>, justo antes de otra mesa sobre el fetichismo de las publicaciones
periódicas en papel. En esta edición han sido el humor, el cómic y la prensa,
de la mano de la cata de vinos, la música de cierre y el típico pinchito en la
c/ Madrazos, a la vuelta del Círculo de Bellas Artes, los elementos que han
asegurado el pasárselo bien de nuestro escritor de provincias. Y del capitalino
también.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El primer día del festival la
editorial Lengua de Trapo organizó en la zona chill out una mesa de narradores
latinoamericanos formada a partir de <i>Huellas
en el mar</i>, la antología de Domenico Chiappe. Entre el ruido de la barra del
bar, el sistema de ventilación y los típicos corros de cotillas, apiñados en
una estrecha tarima y ante un público sentado sobre escabeles, tres escritores
que viven a caballo entre sus países de origen y España (María Fernanda
Ampuero, Juan Carlos Méndez Guédez y Rafael Romero) intentan responder a las
preguntas que formula Fernando Varela sobre la identidad híbrida del migrante,
el renacimiento de la crónica, la superación del realismo mágico, los distintos
registros de la lengua española y el carácter conservador del lector español
comparado con el de los años 70. En mitad del debate apareció un bebé en escena
y tiró de un manotazo las cartelas con los nombres de los ponentes ante el
aplauso y el estupor de los presentes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Inmediatamente después, en la
elegante Sala de las columnas del Círculo de Bellas Artes, Patricio Pron y
Rodrigo Fresán departieron en la penumbra sobre el ser del literato argentino
delante de un piano de cola. El contraste con la mesa de América Latina no pudo
ser mayor. Comenzaron hablando en clave autobiográfica y aprendimos que el
primer texto que leyó Pron fue el <i>Libro
rojo</i> de Mao y que Fresán ya quería ser escritor antes de haber aprendido a
leer y escribir. Siguieron hablando de las Malvinas como modelo del poder de la
ficción. “Según los medios de comunicación, Argentina estaba ganando la
guerra... hasta que la perdió”, subrayó Pron. Fresán llamó escritores
frustrados a los periodistas, destacó el modelo de Fitzgerald para lo bueno (su
obra) y para lo malo (su vida) y puso ejemplos rebuscados de la idea de que
todo libro en última instancia trata sobre su propio proceso de escritura.
Véase <i>Drácula</i> de Bram Stoker. Pron
aderezó la noche con citas de escritores en apuros (Valle Inclán pidiendo un
adelanto a su editor para comprarse un brazo artificial) y dejó clara su
opinión sobre Ernesto Sábato: “El peor de los escritores argentinos, cuya
fealdad física seguramente sea un trasunto de su fealdad moral.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/DDzbk009aS8?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Una de las citas que leyó Pron,
de <i>El antólogo </i>de Nicholson Baker,
calificaba a la poesía de “trenecito de juguete de falsas estrofas de carne
picada”. Sin embargo, la poesía ocupó un lugar importante dentro del festival
gracias a la firma de Elena Medel, directora de la revista EÑE, cuya apuesta
por la poesía joven tiene mucho de personal y mucho de político. El viernes se
proyectó el documental <i>Se dice poeta</i>
donde una docena larga de señoras que escriben en verso se posicionan en contra
del término “poetisa”. Más allá de la cuestión aparentemente nominal, la
película recoge un malestar sobre la visibilidad de la mujer en el mundillo
literario que Medel despeja en este caso concreto invitando a recitar a cuatro
autoras nacidas entre 1986 y 1992 (Elvira Sastre, Luna Miguel, Estel Solé y
Ángela Segovia) y suscitando a la vez una nueva incógnita acerca de la
sobre-representación de las más jóvenes dentro del conjunto de las mujeres que
se dedican a juntar versos. No cabe descartar motivos de presencia escénica,
evidente en el caso de Segovia y Sastre, siendo el recitado de la primera un
modelo de <i>coito poético interrumpido </i>y
el de la segunda un modelo de <i>catarsis
emocional </i>a través de la palabra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Y de las palabras pasamos a las imágenes en lo que fue un cierre
elegante con el novelista Ignacio Martínez de Pisón y el cineasta Rodrigo
Cortés en estado de gracia, encontrando la palabra justa para cada ocasión y
trasmitiendo una proximidad que seguramente habría que catalogar dentro de los
efectos especiales de la industria, hablando de los conductos secretos entre
cine y literatura. Martínez de Pisón sintetizó en una frase la diferencia entre
las dos adaptaciones cinematográficas de su novela <i>Carreteras secundarias</i>: “En la versión francesa es cierto que se
escucha crecer la hierba”. Cortés por su parte definió el rodaje como “una
acumulación vertical de dolor sostenida en el tiempo”, explicó que su modelo de
montaje/corrección consiste en intentar mirar el material distanciadamente, con
una mirada ignorante y dispuesta a dejarse seducir, para ver si la seducción
tiene lugar. Y por último defendió y sostuvo que la verdadera opinión de un
creador sobre el mundo, más allá de lo que diga delante de un micrófono o en
una entrevista privada, es su vocación de estilo como forma de acercarse a una
realidad singular, la que él mismo ha creado. Una declaración que en verdad
arroja una sospecha sobre el interés objetivo de un festival como este, donde
lo visible no es la obra del literato sino su<i> </i>cuerpo<i> </i>presente, la
opinión en lugar del estilo, toda vez que, como dijo Fresán en su mesa redonda:
“El escritor no ejerce en público su profesión, a diferencia del deportista y
la modelo, porque el hecho de hacerlo, la mera idea de ver a alguien inmóvil
delante de una pantalla durante horas y horas, normalmente mal vestido, es algo
muy poco fotogénico”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en <a href="http://www.eldiario.es/cultura/libros/ver-habla-libro_0_327917398.html">Eldiario.es</a>. 24 de noviembre de 2014.]</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-18441054224356500192014-11-19T22:25:00.005+01:002014-12-05T18:31:48.677+01:00Ser una joven promesa toda la vida.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmZUC4lmJ78Bd0PXjGIlXU3bYUi5WVxbgrjiQ5Wg0OxjXDcpxS3Dje3jXCdhn53MlTMyHH6cmFEbWgupAxtDGrnI_dNyTVjxbfTGmObZfaBmvpCCeG1VkqwKRm4Xj0gRRszgtS80RRHcnp/s1600/carlsen-norwegian-book.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmZUC4lmJ78Bd0PXjGIlXU3bYUi5WVxbgrjiQ5Wg0OxjXDcpxS3Dje3jXCdhn53MlTMyHH6cmFEbWgupAxtDGrnI_dNyTVjxbfTGmObZfaBmvpCCeG1VkqwKRm4Xj0gRRszgtS80RRHcnp/s1600/carlsen-norwegian-book.JPG" height="320" width="238" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="text-indent: 35.4pt;">Juan Francisco
Casas concedió este verano </span><a href="http://artesycosas.com/2014/08/el-artista-emergente-juan-francisco-casas-vapulea-a-la-entrevistadora/" style="text-indent: 35.4pt;">una
entrevista a una periodista ignorante</a><span style="text-indent: 35.4pt;"> que le preguntó por el trasfondo
filosófico de unas tías buenas retratadas a bolígrafo. La respuesta evidente,
el </span><i style="text-indent: 35.4pt;">hedonismo</i><span style="text-indent: 35.4pt;"> </span><i style="text-indent: 35.4pt;">doméstico</i><span style="text-indent: 35.4pt;">, debería intuirla quien haya oído hablar del origen
mítico del dibujo griego, según mi padre: la silueta de un amante que marcha a
la guerra. La periodista llamó “joven promesa de toda la vida” a un artista con
una trayectoria expositiva de quince añitos a sus espaldas. Casas ganó el
premio nacional de su carrera en 1999, la periodista se sorprendió de la
prudencia de sus palabras y esto no es noticia. En 1870, Nietzsche escribió que
los buenos artistas </span><i style="text-indent: 35.4pt;">suelen</i><span style="text-indent: 35.4pt;"> ser
tartamudos y analfabetos como Thorvaldsen, porque la creación tiene lugar en
mitad de la noche: “una hora poderosa, plétora de fantasía”; sobre los
periodistas no dijo nada. Solo los mejores, esto es, los más listos saben que
la noción de promesa es la forma que tienen los viejos verdes de tutelar a los
jóvenes, como hacía Sócrates con Alcibíades, ignorando la juventud presente y
celebrando la jubilación futura, pues un artista bueno es un artista muerto y hay
que matarlo todavía en vida, o como traduce Alfonso Ortega la </span><i style="text-indent: 35.4pt;">Pítica II, 73</i><span style="text-indent: 35.4pt;">:</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">“¡Hazte el que
eres!, como aprendido tienes.”</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">¿Cuándo
termina la juventud? Según Helvetius, a los 35 años. Si a esa edad un filósofo
no ha desarrollado un pensamiento original, no lo hará nunca. ¿Y qué pasa con
Kant? Von Neumann puso el listón de los matemáticos a los 25 años y luego fue
levantando la mano conforme se hizo viejo y la Gran Depresión arruinó a la
juventud austriaca. Pero es cierto que grandes hallazgos matemáticos fueron
realizados prácticamente por post-adolescentes: Newton y Leibniz se disputaron
la creación del cálculo infinitesimal cuando tenían veintipocos; Abel y Galois
solucionaron problemas milenarios en el instituto y no vivieron para contarlo;
por eso la medalla Fields no se concede a menores de 40 años, porque se
entiende que por encima de esa edad hay poco que calcular salvo cuánto queda
para la muerte. De músicos precoces mejor ni hablamos. ¿Y de poetas? Tanta
precocidad acumulada en los campos más formales de la creación humana nos lleva
a suponer que hay algo vinculado con la facilidad de aprender y desarrollar un
lenguaje abstracto mientras todavía tenemos el cerebro en periodo de formación
o de maduración, si es que esto tiene algún sentido neuronal, sumado a la
audacia y a la fortuna que —según Maquiavelo— suelen acompañar a los
principiantes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Ya se sabe:
Concentración + Agresividad = Ajedrez. Véase a Hans Magnus Carlsen, nacido y
criado un país sin tradición ajedrecística, Dinamarca; miembro por tanto de una
generación que lo ha aprendido prácticamente todo de los ordenadores,
ordenadores que todavía carecen de la capacidad de computación necesaria para
elaborar una partida tan perfecta como aburrida, donde la ventaja de jugar con
blancas sea siempre decisiva; ordenadores que por el contrario han reforzado la
precocidad de este deporte, permitiendo que los chavales aprendan en una tarde
lo que antes eran varios meses de estudio. Decídselo a Bobby Fischer, que tuvo
que aprender ruso para leer los manuales de jugadas de su época. Los requisitos
de agresividad y concentración, sin embargo, siguen siendo los mismos. Por eso
los experimentos que describe Leontxo García en <i>Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas</i> son tan raros:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">“El
ajedrez-boxeo es un deporte nuevo que está teniendo éxito sobre todo el Londres
y varias ciudades alemanas. Cada combate consta de once asaltos alternos; seis
de ajedrez, que duran cuatro minutos cada uno, y cinco de boxeo, de tres
minutos. Los de ajedrez se disputan con unos cascos por donde los jugadores
oyen música a todo volumen para evitar que los espectadores puedan darles
consejos sobre cual es el mejor movimiento. Y hay países, como Estados Unidos o
Islandia, donde es obligatorio que los asaltos de boxeo se disputen también con
cascos protectores, para reducir el riesgo de daños cerebrales. [...] Andrea
Kuszweski sostiene que el ajedrez y el boxeo activan partes muy distintas del
cerebro; por un lado se producen enormes descargas de adrenalina, sobre todo al
boxear, y por el otro, se utiliza mucho la capacidad cognitiva, sobre todo en
el ajedrez. Y como el equilibrio necesario para destacar en ese deporte implica
controlar las emociones, Kuszweski concluye que el ajedrez-boxeo u otras
actividades similares serían muy adecuados para prevenir conductas agresivas,
como la del joven que causó la matanza de Arizona.”</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Esa conclusión con moraleja es una locura. Primero fue la sublimación
vía escenificación del machismo y la violencia pandillera en las peleas de
gallos entre raperos, y ahora es el ajedrez lo que traerá la <i>eudaimonía</i> de vuelta a nuestras calles.
¿Alguien se acuerda de los 26 millones de parados europeos? Muy pronto veremos
a los tertulianos como Marhuenda confundiendo causalidad y atenuantes:
“Empiezas jugando con negras la Defensa Indobenoni y terminas atracando un
banco”. Razones para lo segundo no faltan. Que vigilen por tanto a Irene
Nicolás, la subcampeona mundial de ajedrez de 17 años, ahora que <a href="http://abcblogs.abc.es/poker-ajedrez/public/post/las-razones-de-irene-nicolas-subcampeona-del-mundo-para-dejar-el-ajedrez-17655.asp/">ha
dejado el deporte porque le aburre</a>, le aburre, ahora que ha perdido su
epíteto de promesa para engrosar la lista de los <i>has been</i>, junto a María Isabel, el niño gordo de <i>Aquí no hay quien viva</i>, y en una escala
inferior de nivel, hasta un servidor de Ustedes, que publicó un libro y se
volvió a saber de él, no vaya Irene Nicolás a extraviarse con un comienzo tan
prometedor como el suyo y terminar de becaria o en el paro. Como
todos nosotros tarde o temprano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en <a href="http://input.es/contemporanea/ser-una-joven-promesa-toda-la-vida/">Input</a>. 19 de noviembre de 2014.]</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-65887667795236791602014-11-10T15:57:00.003+01:002014-11-10T16:01:04.395+01:00La ciencia como lucha de clases.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqSlmlnWGVjs3l-aHhIIGFiNSvAPCsyB48jo52z2BOkUUmFSh-MYHU4a8_3NC4Ctm3bVVEYcBkAf3QlZUPOxzIWPZvEAnfkiOXXtSGX8iiAVcM85hxNAKZt6BHYeOfnTW7YIE266cHltXO/s1600/nature_top_100_papers_infographicV2_30.10.14.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqSlmlnWGVjs3l-aHhIIGFiNSvAPCsyB48jo52z2BOkUUmFSh-MYHU4a8_3NC4Ctm3bVVEYcBkAf3QlZUPOxzIWPZvEAnfkiOXXtSGX8iiAVcM85hxNAKZt6BHYeOfnTW7YIE266cHltXO/s1600/nature_top_100_papers_infographicV2_30.10.14.jpg" height="400" width="295" /></a><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">La última semana de octubre <a href="http://www.nature.com/news/the-top-100-papers-1.16224">la revista <i>Nature</i></a> publicó una lista de los 100
artículos científicos más citados de todos los tiempos. La lista, hecha a partir
de la base de datos de Thompson Reuters, sorprende en primer lugar por el
número de artículos indexados: 58 millones. Según una analogía muy plástica, si
se imprimieran y se amontonaran las portadas de cada uno de los artículos indexados,
la pila resultante tendría la altura del Kilimanjaro. Poca cosa si tenemos en
cuenta que el montón quiere abarcar toda la investigación científica realizada
por la especie humana desde el comienzo de los tiempos, o mejor dicho, desde
que se descubrió el llamado <i>paper</i>,
esa constante ontológica universal. En realidad solo abarca hasta 1900, primer
año del que Thompson Reuters tiene noticia de la emisión de <i>papers</i>, y desde entonces hasta 2002,
según una estimación de <a href="http://www.prb.org/SpanishContent/2002/CualeselnumerototaldepersonasquehanvividoenlaTierra.aspx">la
revista Population Today</a>, han vivido sobre la Tierra unos 9.8015 millones
de personas, con lo que tocamos a 0’06 artículos per capita, lo que demuestra
hasta qué punto la investigación científica tiene tanta popularidad mundial y
secular como la pelota vasca fuera del País Vasco.</span></div>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> La segunda sorpresa es la desigual distribución de las citas.
En la investigación científica, igual que en el capitalismo de amiguetes
políticamente promiscuos, todos somos iguales, pero unos más que otros. La
mayoría de los artículos, 25 millones, carecen de toda cita. Son el
proletariado del saber. 18 millones tienen entre 1 y 9 citas. Se creen clase
media pero apenas llegan a fin de mes. La verdadera clase media son los 13
millones que tienen entre 10 y 99. Y entre los ricos, el millón que tiene entre
100 y 999 parece pobre al lado de los 14.000 privilegiados (el 0’0002%) que
tienen entre 1.000 y 9.999, dejando a un ladolos 148 <i>on top of the world</i> con más de 10.000 referencias. Como <i>Nature</i> no revela sus microdatos, tenemos
que hacer una estimación sobre la distribución de la “riqueza” dentro de cada “clase
social del saber” si queremos sacar una cifra que pueda grabarse en una
pancarta o enunciarse en una campaña electoral. Como va de suyo que queremos
hacerlo, ahí lo llevas: basta suponer una distribución homogénea dentro de cada
grupo para determinar que hay una casta del saber formada por el 24% más rico
que concentra el 93% de la riqueza. ¿Y qué pasa con el 76% restante? ¡<i>Cita</i> básica universal ya! Etcétera.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Ahora en serio, la distribución es muy poco meritocrática si
atendemos a los criterios de relevancia científica tradicionales, esto es,
heredados del positivismo lógico. Las teorías sintéticas, coherentes y predictivas
brillan por su ausencia en los puestos más altos de un Top 100 dominado por
campos como la Density Functional Theory (DFT) o la bioinformática, que
básicamente facilitan el manejo de datos a los físicos y biólogos. En palabras
de Peter Moore, profesor emérito de química por la universidad de Yale, “si lo
que quieres son citas, si inventas un método que facilite o posibilite que la
gente haga los experimentos que desea, llegarás mucho más lejos que, digamos,
si descubres el secreto del universo”. La escala que hay entre un <i>paper</i> de clase media alta (80 citas) y
el artículo de Watson y Crick sobre la estructura del ADN (5.207 citas) es la
misma que hay entre este texto fundacional y el número uno de la tabla, <i>Protein measurement with the folin phenol
reagent</i> (305.148 citas), donde Lowry y cia describen un método de 1951 para
cuantificar las proteínas que, según los expertos, está ahora mismo desfasado.
Igual que el método expuesto por Bradford y cia en el artículo de 1977 que
tiene la medalla de bronce de este raro podio: 155.530 citas a un texto caduco.
<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; tab-stops: 18.0pt 36.0pt 54.0pt 72.0pt 90.0pt 108.0pt 126.0pt 144.0pt 162.0pt 180.0pt 198.0pt 216.0pt 234.0pt 252.0pt 270.0pt 288.0pt 306.0pt 324.0pt 342.0pt 360.0pt 378.0pt 396.0pt 414.0pt 432.0pt 450.0pt 468.0pt 486.0pt 504.0pt 522.0pt 540.0pt 558.0pt 576.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Ya que la ciencia avanza descartando como imperfecto el
conocimiento del presente, es una buena noticia que los artículos más citados
de la historia reciente de la investigación científica estén anticuados porque
eso quiere decir que el citacionismo, la tentación de hacer de la bibliografía
una celebración estratégica de las autoridades, no ha cegado la búsqueda en
última instancia de la verdad en ciertos campos. El saber científico, igual que
la Biblia, no necesita de pasajes entre comillas, de notas a pie de página o de
nombres con apellidos, basta con aprender a resolver problemas concretos para
ser capaz de reproducir personalmente los descubrimientos que han realizado
otros. El volumen de publicaciones científicas, imposible de asimilar por
cualquier humano, y la falta de correspondencia que hay entre los artículos más
referidos y los más interesantes (Lowry reconoció públicamente que su <i>best quoted </i>de 1951 era en verdad una
birria de artículo) demuestra las limitaciones estructurales de ciertos índices
de impacto, así como las ventajas del <i>peer
review</i> sobre un sistema de publicaciones científicas sin barreras de
entrada y solo juicios de calidad a posteriori. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> En términos kuhnianos,
estamos ante el triunfo de la ciencia normal sobre la revolucionaria, de los
burócratas del conocimiento sobre los genios creativos, del programa de
investigación sobre la hipótesis arriesgada. Pero tampoco exageremos: ni los
burócratas son tan inútiles —lo demuestra la biografía de Feynman, una de las
personas más capaces que ha tenido el siglo XX, habiendo destacado en campos
como la percusión brasileña o la etología de las hormigas, cuya principal
contribución a la física de partículas son unos diagramas de aspecto infantil,
casi unos garabatos, que permiten visualizar y simplificar increíblemente las
operaciones— ni los genios son tan necesarios —véase el atascamiento en que se
encuentran las disciplinas sin disciplina de las humanidades, indisciplina
recientemente contrastada en <a href="http://arxiv.org/abs/1410.2217">un
análisis</a> del impacto de las revistas de prestigio sobre su propio campo,
donde se evidencia hasta qué punto Internet <i>no
</i>ha cambiado los patrones de cita (y por tanto de lectura) de los llamados
investigadores de humanidades desde 1995, a diferencia de lo que ha pasado en
matemáticas o en economía, con la apertura de espacios como arXiv.org, ni
entonces ni ahora los humanistas consultan sus propias publicaciones
académicas. Cada genio en su casa y la ciencia en la de todos.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPi_7I1R7XzNqWjO1qj7YFSZix6q5u-cOrsWLSfd-Ga4CJrOgCuGVHrvRDUX0hXBCP34IOwAYr6eXB4iAsB_hy-TmHnH707x5gc5Sc__3rwJpWNvFd1JCJuP4XDcRGvp7C_d-wK3ik82nn/s1600/10450761_857513427613818_1842178201270179705_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPi_7I1R7XzNqWjO1qj7YFSZix6q5u-cOrsWLSfd-Ga4CJrOgCuGVHrvRDUX0hXBCP34IOwAYr6eXB4iAsB_hy-TmHnH707x5gc5Sc__3rwJpWNvFd1JCJuP4XDcRGvp7C_d-wK3ik82nn/s1600/10450761_857513427613818_1842178201270179705_n.jpg" height="205" width="400" /></a></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en <a href="http://www.eldiario.es/cultura/ciencia-lucha-clases_0_321968139.html">eldiario.es</a>. 8 de noviembre de 2014.]</span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-28450281191826162462014-11-05T21:18:00.002+01:002014-11-06T14:44:44.838+01:00Invitados #9: Bruno Galindo, Sopas para Tesla.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHJaaXV7282Za6SvpxC319s3dPOFEL2kU_AXTTLt_F5YyDCklryC4ThC6FCtq1qfxl9pZzK2soaZ428NDkNIS6iRhhuzoWZlzs8pv0v5URgZcyCNkj7MaXpLe_cwdwL0bSm3t20-dg3TeU/s1600/697a18397421a5dcc31c56de134c9ae1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHJaaXV7282Za6SvpxC319s3dPOFEL2kU_AXTTLt_F5YyDCklryC4ThC6FCtq1qfxl9pZzK2soaZ428NDkNIS6iRhhuzoWZlzs8pv0v5URgZcyCNkj7MaXpLe_cwdwL0bSm3t20-dg3TeU/s1600/697a18397421a5dcc31c56de134c9ae1.jpg" height="177" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">España Sin (Un) Franco es un
congreso territorial. El título, salta a la vista, encierra dos períodos:
franquismo y crisis. El fin de la dictadura más longeva de Occidente y el
subsiguiente arranque de la Transición marcan el año cero. De ahí que la edad
de los participantes sea clave: los 16 conferenciantes —14 hombres y sólo dos
mujeres— son tan jóvenes como la joven España. Vienen historiadores,
politólogos, expertos en derecho constitucional, filósofos y —según
nomenclatura de Ernesto Castro, coorganizador junto a Javier Fuentes Feo y
Antonio Hidalgo Pérez, gestores del Centro de Documentación y Estudios
Avanzados de Arte Contemporáneo, el Cendeac de Murcia— <i>trolls </i>ilustrados.
“Estamos haciendo este congreso para que los prejuicios se reafirmen —y
entonces vayamos al duelo de pistolas— o se disuelvan”, bromea el primero
de ellos. El programa se divide en cinco partes: Europa, Constitución, Estado,
Comunidades Autónomas y Ciudad. Hay tres días para abarcarlo todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><span style="font-variant: small-caps;">Día 1. Europa: choque de trenes</span></b><span style="font-variant: small-caps;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-variant: small-caps;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">La gran esperanza liberal aboga por el
desmantelamiento del Estado del bienestar. El otro ponente de la tarde escora
al lado contrario. Se visibilizan dos polos antropológicamente antagónicos. Se
prefigura un ellos y un nosotros. Pero ambos ponentes ponen un enemigo en común:
la <i>casta.</i> Todo termina en una cordial cena.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="font-variant: small-caps;">Juan
Ramón Rallo<sup>1984</sup></span>, doctor en Economía por la Juan Carlos I de
Madrid y licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, plantea el
modelo social europeo como tara. El también director del Instituto Juan de
Mariana pone como ejemplo Estados Unidos, tanto por sus políticas expansivas (a
tope con el fracking) como porque allí el gasto público apenas roza el 33% del
PIB (frente al 50% de Europa). Dice el autor de <i>Una revolución liberal</i> <i>para
España </i>(Deusto, 2014) que Australia, Suiza o Singapur —donde no hay salario
mínimo ni convenio colectivo, donde los más pobres, dice, ganan 3.000 euros—
son aun mejores ejemplos de baja presión fiscal. En España, en cambio, el
ciudadano sólo puede gestionar la mitad de su renta per cápita. Porque aquí
casi 10.000 de los 15.500 euros de salario corriente se nos van en impuestos
directos, indirectos o en Seguridad Social. El orador pronuncia con visible
desagrado las expresiones <i>obra pública</i> y <i>política social;</i> detesta
la palabra <i>Estado.</i> ¿Por qué Europa es un Estado tan gigantesco? ¡Excusa
o pretexto para subir los impuestos a las clases medias! Los de Podemos (y
otros) dicen: tenemos que parecernos más a Europa; que tributen más los ricos.
Pero ojo: no puedes recaudar todo lo necesario para alcanzar un 50% del PIB
sólo a través de las rentas altas. Habría que duplicar los impuestos al
consumo. Subir aún más los impuestos a las clases medias y bajas. ¿Os gustan
las socialdemocracias nórdicas? Pues así lo hacen ellas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Las opciones
son dos: o vamos hacia el opresivo régimen fiscal o progresivamente desmontamos
el estado del bienestar, que, como dice Piketty en <i>El capital del siglo XXI,</i>
sólo es bienestar del Estado. ¿Te gusta que Ana Mato gestione tu sanidad? ¿Que
Wert gestione tu cultura? Porque al final el Estado del bienestar es eso: el
burócrata que manda. El demandante vendido al oferente. Yo quiero pagar la
sanidad que <i>yo </i>quiera, pero es que además tengo que pagar la pública.
¿La educación? También dos veces. Las pensiones públicas —un esquema piramidal
y fraudulento—, lo mismo. Sé lo que estáis pensando: hay desprotegidos, pobres,
minusválidos. Eso, con un 4% del PIB, se cubre de sobra. ¡Distribución estatal
de la renta sólo para esos casos! El Estado está al servicio de las burocracias
y de quienes lo han creado. De la <i>casta.</i> Que no nos obliguen a estar en
el corral a quienes no queremos estar en él. Acabemos con el Estado del
bienestar y vayamos a una sociedad del bienestar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Aplauso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">—Utópico
—valora un espectador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> —Inapelable
—dice otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> —Manipulador
—opina un tercero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> —Típico
austríaco —concluye otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="font-variant: small-caps;">Isidro
López<sup>1974</sup></span>, sociólogo, viene a hablar de Historia y política.
Para él Europa es la construcción del poder neoliberal, no un infierno
socialista. El miembro del Observatorio Metropolitano arranca identificando los
dos polos del neoliberalismo: el utópico (el mercado como intercambio puro, sin
poder ni sociedad; ahí, dice, vive el anterior ponente) y el pragmático (que
tiene claro que hay una lucha por intereses colectivos: es el mercado a la
conquista de las estructuras estatales). Éste —dice el coautor de <i>Fin de
ciclo: financiarización, territorio y sociedad de propietarios en la onda larga
del capitalismo hispano </i>(Traficantes de Sueños, 2010)— es el peor. A éste
se dirigirá su ponencia. Quiere empezar revisando el nacimiento de la Unión
Europea, y recordar que la UE actual es un producto de la crisis del
capitalismo. Un dispositivo keynesiano-fordista en el que unos (funcionalistas)
se propusieron la creación de espacios económicos, y otros (federalistas), la
demarcación de objetivos políticos. Todo funcionó hasta la crisis de los ’70,
que, más allá del aumento del precio del petróleo, planteó una crisis de
gobernabilidad. Por un lado, el arreglo social empezó a darle problemas al
modelo capitalista. Por otro, surgió una grave crisis de rentabilidad, marcada
por el exceso de producción, la inflación, el desempleo… Asoman la Francia del
’68, la Inglaterra de Thatcher y los mineros, movimientos obreros salvajes en
la España de la Transición. El caso es que la UE busca cesiones de soberanía en
términos de Estado-nación para poder controlar sus turbulencias. Lo cual se va
a visibilizar en una reestructuración: la primacía de las finanzas, la
capacidad de negociación del trabajo, el ataque a las capacidades del Estado y
una reorganización espacial según la cual distintos territorios del continente
se van a dedicar a distintas funciones (en el centro, las fases de diseño; en
el sur, los polos de construcción). En Maastricht-1992 cuajará el proyecto
neoliberal que dejará como líderes al Reino Unido y Alemania. En España, la
última esperanza de la clase media será la entrada en el euro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Pero, ¿qué ha
pasado en Europa —ese espacio sin política, esa mera configuración paraestatal—
desde 2009? Pues que la esfera europea se ha politizado. Hay un vector de
cambio: Europa nos manda. Y dos hitos. Uno es Grecia: primera batalla entre
acreedores y deudores en el marco del <i>default.</i> Syriza. La forzosa
redistribución. El planteamiento del impago. El otro hito es España. Nosotros
somos la mayor contestación política a la que tiene que hacer frente la UE.
Sobre todo el Banco Central Europeo. El rescate ha sido imposible porque no
había dinero; lo que se hizo fue un rescate escalonado. La crisis de las cajas.
Bankia. La total anulación del gobierno nacional ante la incapacidad de los
políticos. La <i>casta.</i> La crisis que estamos viviendo ahora no es más que
la crisis de los ’70 prolongada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Aplauso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> —Más
humano —comenta un espectador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> —También
utópico —apunta otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> —Demócrata
—interviene un tercero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> —Paleomarxista
—sentencia otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">El debate
promete. El centro social contra el instituto de empresa. Lo colaborativo
contra lo elitista. Agua y aceite. Rallo insiste: “Un ingeniero del MIT es más
pobre que una anciana que recibe una pensión”. “¿Cuánto tiempo mantendría su
valor financiero Apple si se lo dieran a un burócrata?” López apunta: “El
precio de la vivienda se comporta como un activo financiero”. “Estamos unidos.”
Las posiciones se confrontan en diálogos como éste:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">—Talento es
alguien en un garaje creando Facebook.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">—Pero Facebook
es un largo proceso de trabajo social y cooperativo; una sola persona le da un
certificado monopolístico, pero ha sido generado por vínculos sociales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">—Cualquiera
podía haber creado Facebook, pero fue Zuckerberg. Las cosas no se crean solas,
por choque exógeno. Si el mundo fuera como proponéis nos quedaríamos sin
Facebook, sin Google, sin iPads o sin medicina personalizada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">—Me temo que
lo que vosotros proponéis no tiene legitimidad democrática. Y eso va a llevar a
un conflicto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Alguien entre
el público menciona al inventor Nikola Tesla, pionero de la ingeniería y genial
promotor de la electricidad comercial. Aquél fue un genio <i>per se,</i> dice.
En ningún caso se puede decir que fuera un producto social.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">—Yo no conozco
el caso de Tesla —argumenta López—, pero estoy seguro de que su mujer le
llevaba la sopita para que él hiciera los cálculos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> —La
sopita tiene valor si se la llevan a Tesla —replica Rallo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">—Sin esa mujer
no hubiera habido descubrimiento de ningún tipo. Forma parte de ese proceso
social.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">—Pero si me la
llevan a mí no voy a ser Tesla. El valor de llevar sopitas depende del valor
que genera Tesla. Si tú llevas sopas aleatoriamente no tendrás Teslas. Llevar
sopas no genera Teslas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Acaba la primera jornada en una
cena de confraternización. Todos los ponentes, y también algún miembro del
público que se ha unido por su cuenta, se relajan en un restaurante del centro.
Zapping de conversaciones: “el pulpo es más inteligente que el cerdo”, “¿sabías
que trigo se dice igual en Armenia y en Euskadi?”, “si Franco resucitara la
gente le votaría”. Unos hablan. Otros escuchan. En esas mesas largas siempre
hay gente con la que no hablas y de la que nunca sabrás.</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/Bu54iYzDAHI?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-large;">[Sigue leyendo en <a href="http://www.elestadomental.com/paywall/sopas-para-tesla">El EstadoMental</a>.]</span><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">[Bruno Galindo es escritor y
periodista. Sus últimos libros son <i>Diarios de Corea</i> (Debate, 2007), <i>Omega</i>
(Finalista Premio UFI 2011) y <i>El público</i> (Lengua de Trapo, 2012). Es
redactor del Estado Mental y coordinador de su radio.]</span><o:p></o:p></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-44443978650118343362014-10-29T19:28:00.001+01:002014-10-31T14:50:03.409+01:00Invitados #8: Richard Feynman, ¡Feynman cerdo machista!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS7J4C_WpU-Nn52h_NMSUa0AHSiOfy-DVHPdBhPvaZcpKJhhk6KCJVG_0fO1lELyQkgyV3KvBL3JY2ongQ3Qp-rrNVMzDTySK7vd0r4DgdknWN5_HpYRl3NNxtvTaOtq08OUBTMfu1jPp9/s1600/Richard-feynman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS7J4C_WpU-Nn52h_NMSUa0AHSiOfy-DVHPdBhPvaZcpKJhhk6KCJVG_0fO1lELyQkgyV3KvBL3JY2ongQ3Qp-rrNVMzDTySK7vd0r4DgdknWN5_HpYRl3NNxtvTaOtq08OUBTMfu1jPp9/s1600/Richard-feynman.jpg" height="400" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Algunos
años después de dar unas lecciones a los estudiantes de primer curso de Caltech
(que fueron publicadas con el título de <i>Feynman
Lectures of Physics</i>) recibí una larga carta de un grupo feminista. En ella
me acusaban de prejuicios contra las mujeres, a causa de dos historias: la
primera era un análisis de las sutilezas de la noción de velocidad, en la cual
intervenían una conductora que era detenida por un agente de tráfico. Discutían
sobre la velocidad a la que circulaba, y yo ponía en boca de la conductora
objeciones válidas a las definiciones de velocidad que daba el agente. La carta
decía que yo hacía parecer estúpida a la conductora.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> La otra
historia objeto de sus críticas estaba referida por el gran astrónomo Arthur Eddington,
quien acababa de averiguar que las estrellas obtienen su energía por combustión
atómica de hidrógeno, mediante una reacción nuclear que produce helio.
Eddington refería la forma en que, en la noche siguiente a su descubrimiento
estaba sentado en un barco con su novia. Ella dijo: «¡Mira qué hermosas brillan
las estrellas!», a lo cual él había replicado, «Sí, y ahora mismo soy el único
hombre en el mundo que sabe <i>la causa</i>
de que brillen». Eddington estaba describiendo una clase maravillosa de soledad,
la que se tiene cuando se hace un descubrimiento.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> La carta
sostenía que yo afirmaba que las mujeres son incapaces de comprender las
reacciones nucleares.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Imaginé que
carecía de objeto tratar de responder con detalle a sus acusaciones, por lo que
les respondí con una breve carta donde les decía, «¡Venga, hombre, no
fastidies!».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Inútil
decir, aquello no funcionó demasiado bien. Me llegó otra carta: «Su respuesta a
nuestra carta del 29 de septiembre resulta insatisfactoria…» bla, bla, bla. La
segunda carta advertía que de no revisar el editor las cosas que ellas
objetaban, íbamos a tener dificultades.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Hice caso
omiso de la carta y olvidé el asunto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Más o menos
un año después, la Asociación Americana de Docentes de Física me concedió un
premio por escribir aquellos libros, y me pidió que hablase en su congreso de
San Francisco. Como Joan, mi hermana, vivía en Palo Alto, a cosa de una hora de
coche, pasé la noche en su casa y fuimos juntos al Congreso.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Al
acercarnos a la sala donde debía pronunciar mi charla, nos encontramos gente
repartiendo octavillas entre todos los que entraban. Joan y yo cogimos una cada
uno y le echamos una ojeada. El lo alto decían «UNA PROTESTA». Seguidamente
ofrecían citas de las cartas que me habían enviado, y mi respuesta (completa).
Para terminar se decía en grandes letras «¡FEYNMAN, CERDO MACHISTA!».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Joan se
detuvo súbitamente y dio la vuelta apresuradamente: «Son muy interesantes», le
dijo a la manifestante. «¡Me gustaría tener algunas más!»</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> Le conté lo
sucedido mientras entrábamos en la sala.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> </span><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> En la parte
delantera de la sala, cerca del estrado, se encontraban dos mujeres muy
prominentes en la Asociación de Docentes. Una de ellas tenía a su cargo los
asuntos femeninos dentro de la organización, y la otra era Fay Ajzenberg, una
profesora de física que yo conocía, de Pennsylvania. Me ven bajar hacia el
estrado acompañado de una mujer que lleva un puñado de octavillas y me habla.
Fay se dirige a ella y le dice «¿Sabía usted que el Profesor Feynman tiene una
hermana a quien animó a estudiar física y ha llegado a doctorarse en física?».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">«Desde luego que lo sé», respondió
Joan. «¡Esa hermana soy yo!»</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Fay y su asociada me explicaron
que las manifestantes eran un grupo —irónicamente, dirigido por un hombre— que
no se cansaban de perturbar cuantas reuniones tenían lugar en Berkeley. «Nos
sentamos una a cada lado de usted para hacer ver nuestra solidaridad, y
justamente antes de que vaya a hablar, yo pronunciaré unas palabras para
acallar a las manifestantes», ofreció Fay.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Dado que antes de intervenir yo
habría otro orador, tuve tiempo para pensar algo que decir. Le agradecí a Fay
su ofrecimiento, pero lo decliné.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">En cuanto me puse en pie para
hablar, media docena de manifestantes avanzaron hasta la delantera del salón de
actos y desfilaron justo al pie del estado, agitando en alto sus letreros y
salmodiando. «¡Feynman, cerdo machista! ¡Feynman, cerdo machista!».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Comencé mi alocución diciendo a
las manifestantes «Lamento que la brevedad de mi respuesta a la carta de
ustedes las haya hecho venir innecesariamente. Hay lugares más serios a los que
dirigir la atención para mejorar la situación de las mujeres en la física que estos
errores relativamente triviales —si así es como quieren llamarlos— en un libro
de texto. Pero, después de todo, tal vez haya sido buena cosa que hayan venido.
Pues las mujeres son efectivamente víctimas de prejuicios y discriminación en física,
y hoy, la presencia de ustedes aquí nos recuerdan a todos tales dificultades y
la necesidad de ponerles remedio».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Las manifestantes se miraron unas
a las otras. Los cartelones que alzaban empezaron a bajar lentamente, como las
velas al amainar el viento.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Proseguí: «A pesar de que la
Asociación Americana de Docentes de Física me haya concedido un premio por
enseñar, he de confesar que no sé hacerlo. Nada, pues, tengo que decir sobre
enseñanza. Quisiera en cambio hablar de algo que resultará especialmente
interesante para las mujeres que me están escuchando: me gustaría exponer la
estructura del protón».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Las manifestantes bajaron sus
letreros y salieron. Mis anfitriones me contaron después que jamás el hombre
aquel y su grupo de protesta había sido vencido tan fácilmente. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">(He descubierto recientemente una
transcripción de mi discuros, y lo que dije al principio no parece ni de lejos
tan dramático como yo lo recuerdo. ¡Lo que recuerdo haber dicho es mucho más
maravilloso que lo que dije en realidad!)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Después de mi intervención,
algunas de las manifestantes volvieron a la carga para presionarme sobre la
historia de la conductora. «¿Por qué una conductora?», insistían. «Está usted
dando a entender que todas las mujeres son malas conductoras».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">«Pero la mujer hace parecer
idiota al agente», dije yo «¿Por qué no les preocupa a ustedes la policía?»</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">«¡Porque eso es lo que es de
esperar de un policía!», dijo una de ellas. «¡Son todos unos cerdos!»</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">«Pero es que debería importarles»,
dije yo. «En la historieta del libro olvidé decir que se trataba de una agente».</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/BYsDLKCxKFk?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4543558221477303081.post-26847053706043799702014-10-29T18:30:00.000+01:002014-10-29T18:36:48.422+01:00Invitados #7: Theodor W. Adorno, Aportación a la historia del pensamiento<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOxPFwSz7RzV8a0NXNeNbQb5fYNWcdd5tDjkj2jnWFGNYK5b693_mhT8wAolK3vSdB1WPa8d-RwGPQ67dr_A26nBu_S_NarXnZrNK0ThpuXMXFQ4OuVejqAbDmftiHp0cJvK4CZBJmG7jI/s1600/adorno-e-i-suoi-amici.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOxPFwSz7RzV8a0NXNeNbQb5fYNWcdd5tDjkj2jnWFGNYK5b693_mhT8wAolK3vSdB1WPa8d-RwGPQ67dr_A26nBu_S_NarXnZrNK0ThpuXMXFQ4OuVejqAbDmftiHp0cJvK4CZBJmG7jI/s1600/adorno-e-i-suoi-amici.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">Que haya escapado a la investigación, es difícil de aceptar;
pero no está de más volver a recordar esta anécdota memorable de la historia
del pensamiento. El 4 de diciembre de 1801, Kant añadió a su testamento del 28
de febrero de 1798 un codicilo, y en el § 2 dispuso: «A mi cocinera, Louise Nietschin,
si a mi muerte (aún está sirviendo), y si no, nada, la suma de dos mil florines.
Pero en mi testamento se contienen diversos legados hechos a mi cocinera». No
puede quedar duda de que la cocinera de Kant se apellidaba Nietzsche, pues la z
que falta en su nombre y adorna el del filósofo como un bigote marcial solo
pudo entrar en la ortografía con la heroización de la burguesía victoriosa,
dando así testimonio de una evolución que, por lo demás, puede estudiarse en
las diferencias existentes entre las ideas kantianas y las nietzscheanas. Pero
si esto es así, el odio de Nietzsche a Kant y a los sistemas idealistas aparece
bajo una luz completamente nueva, y, por otra parte, se descubre una relación
totalmente inesperada entre ambos pensadores. Pues de la cocinera de Königsberg
a aquella aristocracia polaca cuya sangre tanto complacía a Nietzsche poseer no
hay un camino muy largo. Perro tampoco al resentimiento. Incluso al más libre
de los espíritus pudo ocurrirle que estuviera harto de su origen ante la
posibilidad de lo mejor y más auténtico de su naturaleza —porque lo noble
parece que necesitó de la mediación de la pequeña alma burguesa de la pobre
cocinera—. ¿No sería el odio a Kant sino el odio a la cocinera en él mismo? ¿No
se demostraría lo fraudulento del sistema, del que el buen europeo desconfiaba,
el fraude de la antepasada en el libro de cuentas? ¿Y no cabría la última y más
lejana posibilidad de que la moral de los señores fuese solo una moral de los
esclavos superior con la que se hiciese posteriormente justicia, por
cuestionable que esta fuese, a la sirvienta Louise frente al imperativo categórico
del opresor? Habría que considerar seriamente la posibilidad de convocar un
concurso con este problema como tema. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;">[Publicado originalmente en Th. W. Adorno, </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>Obra completa</i>, 20/2, Akal, Madrid,
2014.] </span></div>
Ernesto Castrohttp://www.blogger.com/profile/13742600463896880249noreply@blogger.com0