6 de julio de 2014

Carlo Padial: «Yo, tal vez por pudor, me siento un animal extraño»

[Entrevisto a Carlo Padial. Menudo desastre. Entrevisto a Carlo Padial y me guardo la entrevista. La leo en las noches de luna llena. Cuánta razón tenía Umbral: «Nadie se merece la verdad». Nuestra verdad. La de quien escribe para perder el tiempo. Para matar la angustia de destacar. La palabra escrita como forma digna. Solo para leer bajo la luna. Entrevisto a Carlo Padial y me guardo la entrevista porque quiero escribir sobre el poshumor. Pero no tengo ni idea sobre el tema. Así que ahí van esos despojos, las respuestas ingeniosas que debería haber insertado en un volumen de 240 páginas, tapa dura y blurbs elogiosos de Chiquito de la Calzada, algo así como “Recuerden este nombre, porque apunta maneras” o “El Malinowski de la nueva comedia española”. Otra vez será. Por ahora les deseo mucha salud y no menos besos en la mejilla.]

Ernesto Castro. Una pregunta sencilla para romper el hielo, ¿exactamente qué profesión desempeñas? En un artículo reciente en Playground escribías sobre la dificultad de catalogar tus trabajos. Tomando en cuenta estos problemas, de todas formas, ¿cómo te calificarías? ¿Neurasténico, tirititero o cualquier otra cosa? La mayor parte de tus textos y videos podría situarse en el cajón de sastre del poshumor. ¿Estás cómodo con esta categoría? ¿Qué entenderías por tal cosa, el poshumor, o por la categoría que prefieras para comprender tu trayectoria? ¿Cuales serían tus principales influencias y/o compañeros de viaje de tu vocación creativa?

Carlo Padial. Cuando algún familiar o conocido ajeno a todo esto me pregunta en una comida familiar a qué me dedico suelo responder que “escribo cosas” y “hago videos”. Es una forma sencilla de acabar, no quiero que entristecerlos o confundirlos, ni llenarles la cabeza de pájaros . Y creo que esa respuesta concreta y abstracta a la vez se ajusta bastante a lo que hago. En mi caso, todo empieza por la escritura de notas en libretas, es la base de todo, desde un libro hasta de una película, pasando por un vídeo o lo que sea, lo importante es apuntar esas pequeñas cosas. Por lo tanto, supongo que me dedico a escribir. Por lo demás me siento un intruso en todo lo que hago, me fascina la facilidad con la que la gente se define como escritor o director, realizador, lo que sea. Yo, tal vez por pudor, me siento un animal extraño que se ha colado en una fiesta disfrazado de persona, esperando a que nadie se dé cuenta de la farsa en la que ando metido.
¿Mis influencias? Depende de sobre qué me preguntes, en video son unas, en textos, otras, no sé. Me gusta mucho el rap. En general, tiendo a identificarme con individualistas difíciles de categorizar,  siempre es muy pesado dar una lista de referencias, las entrevistas vienen llenas de nombres lanzados sobre el entrevistador que no significan nada, únicamente sirven para que el entrevistado se bañe en su salsa. La mayoría de cretinos que existen en el mundo tienen un gusto exquisito, producen basura, pero tienen los estantes llenos de joyas ajenas, no aporta demasiado hablar de referentes, lo único interesante es aquello que uno intenta, modestamente, hacer.  Eso es lo que habla por nosotros. Yo hago las cosas que ves y lees.  Mi loco Erasmus, mis dos libros publicados, Go Ibiza Go, mis videos, son intentos de hacer algo, de aproximarme a algo que me ha interesado.
Ahora bien, si me preguntas por gente por la que siento afinidad, sin ir mas lejos, dentro de eso que se ha llamado post-humor, cine de bajo presupuesto, otro cine, etc., la gente respecto a la que siento más proximidad y afinidad son Carlos Vermut,  Canódromo abandonado, Venga Monjas, Miguel Noguera, Didac Alcaraz y Juan Cavestany. Me parece un grupo de gente con mucho talento, cada uno en lo suyo, de formas muy diferentes. También admiro muchísimo al rapero Nas.

EC. Tus textos y videos versan sobre cuestiones psicológicas en verdad bastante perturbadoras. Cuentan que fuiste tratado por un discípulo del Doctor Rosen, el psicoanalista que trató a John Nash, ¿cuál sería la influencia que ha tenido el psicoanálisis en tu forma de entender lo cómico? Es hasta cierto punto revelador la cantidad de humoristas que pasaron tumbados un rato en el diván. Mel Brooks, por ejemplo, para quien el humor —según una cita apócrifa que el propio nunca alcanzó a recordar más tarde— tiene el objetivo principal de «explotar lo absurdo en el lugar común», una definición ciertamente freudiana. ¿Estás de acuerdo con esta caracterización? ¿Crees que hay alguna diferencia entre la concepción freudiana del chiste, cómo entiendes tú mismo el humor y cómo recibe el público tus obras?

CP. El psicoanálisis es básico en lo que hago, lo sigue siendo. Ahora está de moda menospreciar el psicoanálisis, sobre todo en España, donde se desconoce completamente, mas allá de la lectura puntual de tres o cuatro obras muy conocidas de Freud. Para mi, el psicoanálisis me dio en su momento, el léxico necesario para expresar mis ideas y para entender lo que había de verdad detrás de las cosas que hacia y me decía la gente, con lo que me ha servido mucho.  Es una herramienta muy divertida y necesaria, para mi. Uno la puede usar de muchas formas. Efectivamente, fui paciente de un discípulo de John Nash, es muy loco todo, pero es cierto. Era  el Dr. Portuondo, un psiquiatra y psicoanalista cubano que trabajo muchos años junto a Nash en Estados Unidos y por diversos motivos se exilió en España, acabando en Barcelona.  Aprendí muchísimo de ese hombre, me cambió por completo, me hizo un trasplante de Súper Yo, algo que no se puede pagar con dinero, si bien yo pagaba mis sesiones religiosamente, como tiene que ser. Para mí fue vital hacer psicoanálisis. Modifico completamente mi forma de ver el mundo, a las personas, a mi mismo. Me puso en contacto con mi inconsciente de una manera mucho mas fluida y me perfiló el sentido del humor, dotándome de una herramienta de observación fundamental para mi, que yo llamo el radio de calado, y que es básico para todo lo que hago. La paranoia familiar también me ha ayudado mucho a desarrollar mi visión de las cosas, mi humor y mi estado de animo habitual, es un motor impresionante, la paranoia, Raoul Walsh en Al rojo vivo lo mostró muy bien eso, y Luis Buñuel en su película Él también
Desconozco como recibe en general la gente las cosas que hago, para orientarme sólo tengo los comentarios en Atrápalo, y únicamente los leo cuando he bebido más de dos gin tonics, con lo que no recuerdo nada ahora mismo.
Sobre el humor, bueno, falta principalmente humor en el humor, no es suficiente por sí solo, pero es imprescindible para cualquier obra creativa de un mínimo interés. Ahora  bien, el humor por si solo nunca da nada. El humor es  tan solo un incremento de poder al recibir información privilegiada, invisible para los demás. Una palmada en la espalda de algo a lo que nadie salvo tú puede acceder.  A ciertas horas, yo sólo soy risa. Me parezco mucho a ciertas aves, atendiendo a la risa esporádica de algunas personas, diría que las aves, los roedores, y los demás bichos lo único que hacen es reírse, pero sin la fuerza que ejerce el sentido para conducir y modelar. ¡Aquí es donde entra el psicoanálisis!

EC. Sueles criticar a menudo el modelo de producción audiovisual en España. Comentas que la televisión española no apuesta por formatos rompedores, que continúa anclada en ese paradigma franquista que consiste en hacer programas soporíferos para toda la familia, desde el niño de teta hasta la abuela. Hay excepciones, claro está, tal que La 2 mantuviera hasta la tercera temporada de Muchachada Nui a pesar del pésimo share obtenido (entre el 3'9 y el 5'8 por 100). Las visitas en Youtube tuvieron mucho peso en garantizar la supervivencia de ese programa. También en tu caso, Interné asegura el consumo masivo de una serie de productos culturales, los que facturas con Didac Alcaraz en Go Ibiza Go, por ejemplo, que ayer mismo podrían haberse considerado marginales pero, gracias a las redes sociales, tienen una visibilidad extraordinaria hoy día. Tú mismo dices utilizar las redes sociales como espacio creativo, Twitter sobre todo, ¿cuales serían las limitaciones de la creación online y cuales sus virtudes? ¿Tiene Youtube mucha tela que cortar, seguimos esperando el Godot de la comunicación audiovisual, o ya está todo el pescao vendido y desde este punto solo cabe esperar videos de gatitos y listas de caídas? ¿Hasta qué punto los espacios digitales son el adversario del sistema de productoras y hasta qué punto son su escaparate, sus bambalinas, su cantera de segunda regional? Y para cerrar esta pregunta insufrible, aceptando que la forma incide en el contenido, ¿cuales serían los rasgos definitivos del humor en Interné?

CP. Bueno, realmente, yo sólo puedo hablar de mi experiencia con las productoras con las que he desarrollado proyectos,  todas de Barcelona, y han sido bastante horribles, era gente que se dedicaba a pagarme para castrar mi creatividad, me pagaban para eso. Me he pasado muchos años en las catacumbas del audiovisual desarrollando proyectos absurdos que nunca se hacen, o se hacen mal. Pero me consta que hay gente que tiene mas suerte que yo, y ha podido desarrollar sus proyectos con mayor normalidad. 
Internet por suerte nos ayuda a cambiar todo esto, aunque yo no me considero alguien venido de Internet. Me molesta cuando pretenden reducir tu existencia a algo que “ha surgido de Internet”, es su forma pasivo-agresiva de menospreciarte. Cuando la realidad es que ahora mismo, en España, la mejor televisión de entretenimiento para jóvenes con algo de inquietud la estan haciendo gente por su cuenta, desde su canal de Youtube:  Venga Monjas, Canódromo, los Ultrashows de Noguera, nuestro programa Go, Ibiza, Go!,  o Los Morunes, la sitcom protagonizada por una familia de terroristas de incognito en Granollers.
Sobre los aspectos mas generales de tu pregunta, humor en Internet, limitaciones, Youtube, etc., no sé que decirte, yo me dedico a hacer videos, algunos acaban en Internet, otros en televisión, otros en salas, depende. Esta claro que Internet presenta una nueva realidad y estamos viviendo una época de cambio absoluto, como en todas las épocas de cambio, hay muchas incógnitas, muchos problemas, pero también son periodos muy bonitos. Personalmente, creo que estamos viviendo una época alucinante para dedicarse a hacer videos y películas. Por muchos motivos. Yo no la cambiaria por ninguna época anterior. Con mis videos, con lo que escribo aquí y allá, intento dar una respuesta a la altura de lo que se me presenta, que es gigantesco y fascinante.

EC. Compensando la extensión de la pregunta anterior, una duda breve: entre Carlo Hart (el nombre que utilizabas para firmar cómics) y Carlo Padial, ¿cuanta continuidad y cuanta ruptura hay? Este año estuve en el GRAF, donde dijiste que para ti estar entre la gente del cómics era una mezcla entre pesadilla y sueño. ¿Piensas retomar el formato en un futuro próximo o lejano? ¿Por qué llegaste a abandonarlo en primera instancia?

CP. Apenas hay continuidad. Carlo Hart era un autor muy poco interesante con dos o tres paginas buenas que hacia tebeos y se pasaba todo el día en la Filmoteca, como una buena rata de filmoteca, histérico perdido. No recuerdo nada mas, aparte de la histeria, he olvidado mis tebeos y cuando veo una pagina de cómic hecha por mi me resulta lejana, como de otra vida, pero evidentemente estoy muy contento de no ser ya esa persona y de no ser tan joven, lo que hago ahora es mucho mas interesante,  ahora tengo control sobre el proceso de escribir y producir. Tengo mas sentido del humor. La gente tiende a idealizar la juventud, yo creo que salvo contadas excepciones, la juventud es un periodo muy lamentable, la juventud es la melanco pura, la gente de menos de treinta años debería estar encerrada en un sótano.  Seguro que nunca haré mas cómics, no era un buen autor, y el cómic no me permite expresar nada, por desgracia, qué mas quisiera yo. Por eso lo abandoné.

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